Por qué la violencia armada es tan poco frecuente en Japón
Un hombre ve una pantalla que transmite la noticia del disparo contra Shinzo Abe en Nara el viernes. El número de muertes por arma de fuego en Japón rara vez supera la cifra de 10 casos, en un país que tiene 126 millones de habitantes. Foto: Christopher Jue/Getty Images

Japón posee una tolerancia casi nula con respecto a la posesión de armas de fuego y uno de los índices más bajos de violencia armada del mundo, lo que convierte el atentado contra Shinzo Abe en un acto particularmente extraordinario de violencia.

Una ley de posguerra que data de 1958 sobre la posesión de espadas y armas de fuego establece: “Nadie poseerá un arma o armas de fuego o una espada o espadas”.

El proceso para poseer un arma en Japón consta de 13 pasos. Primero, los potenciales propietarios de armas tienen que unirse a un club de caza o tiro, después tienen que asistir a una clase sobre armas de fuego y aprobar un examen escrito, antes de que un médico certifique que son aptos mentalmente y que no tienen antecedentes de dependencia a las drogas.

Posteriormente, deben solicitar un curso que dura todo un día sobre cómo disparar un arma y guardarla de forma segura.

Después, la policía entrevista a los potenciales propietarios de armas sobre el motivo por el que desean tener un arma de fuego y lleva a cabo una exhaustiva verificación de antecedentes que implica entrevistar a miembros de la familia de la persona, su relación con sus vecinos, su historial laboral y su situación financiera.

Si aprueban, entonces pueden solicitar una licencia de posesión de armas y obtener un certificado de un comerciante sobre el tipo de arma que desean poseer. Luego tienen que comprar un depósito de munición y una caja fuerte para armas, los cuales son inspeccionados por la policía, que a su vez realiza otra verificación de antecedentes.

Entre las pocas excepciones figuran las escopetas de caza y deportivas. Incluso en estos casos, los futuros propietarios deben asistir a clases y aprobar exámenes escritos y prácticos. Posteriormente deben someterse a evaluaciones psicológicas para determinar si son aptos para ser propietarios de un arma de fuego. Los controles policiales de antecedentes son exhaustivos e incluso implican interrogar a los familiares de los propietarios de las armas.

La posesión civil de armas de fuego está prohibida. Las pocas infracciones sobre las que informan los medios de comunicación suelen involucrar a miembros de los sindicatos del crimen de los yakuza del país. De acuerdo con la policía, en 2020 se produjeron 21 detenciones por el uso de armas de fuego, 12 de ellas vinculadas a las mafias, informó el medio Nikkei Asia.

En 2014 se registraron seis muertes por arma de fuego en Japón, según datos de la Agencia Nacional de Policía, y la cifra rara vez supera los 10 casos, en un país que tiene 126 millones de habitantes. En 2006, solo dos personas murieron en ataques cometidos con armas de fuego.

Un informe de 2022 realizado por la Universidad de Washington reveló que, mientras que en Estados Unidos se produjeron más de cuatro homicidios con armas de fuego por cada 100 mil habitantes en 2019, Japón registró casi cero. Al comparar los países de altos ingresos incluidos en el Banco Mundial con el índice de homicidios por arma de fuego por cada 100 mil personas, Estados Unidos registró 4.2, Australia 0.18 y Japón 0.02, según reveló el informe.

En 2013, el país alcanzó un récord de delitos cometidos con armas de fuego, con 40 casos criminales de armas disparadas, sin embargo, ha mantenido una tendencia a la baja desde entonces.

También existen leyes estrictas sobre la cantidad de tiendas de armas que se pueden abrir, en la mayoría de las 47 prefecturas del país, solo pueden funcionar un total de tres tiendas de armas en cada prefectura.

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