EU y Taiwán mantendrán conversaciones formales para impulsar sus lazos comerciales
Estados Unidos y Taiwán iniciarán negociaciones comerciales en el marco de una nueva iniciativa, en una nueva señal de apoyo de Estados Unidos a la isla. Foto: Ann Wang/Reuters

Estados Unidos y Taiwán acordaron iniciar negociaciones comerciales formales, en lo que constituye una medida encaminada a fomentar el apoyo a Taiwán y garantizar la resistencia de la cadena de suministro en medio de la creciente hostilidad de China.

El representante comercial de Estados Unidos anunció que ambas partes habían “alcanzado un consenso sobre el mandato de negociación” de la Iniciativa Estados Unidos-Taiwán sobre el Comercio del Siglo XXI, que se dio a conocer en junio. Indicó que deseaban llegar a acuerdos que tuvieran “resultados económicamente significativos”.

La agenda de las negociaciones formales abarca temas como la facilitación del comercio, la agricultura, la lucha contra la corrupción y la eliminación de las barreras discriminatorias existentes para el comercio. Se esperaba que la primera ronda de negociaciones se lleve a cabo en los próximos meses.

No mencionó la posibilidad de un extenso acuerdo de libre comercio, algo que Taiwán ha estado solicitando con insistencia.

En la tarde del jueves, un vocero del Ministerio de Relaciones Exteriores de China pidió a Estados Unidos que “se abstenga de firmar acuerdos” con Taiwán. El vocero, Wang Wenbin, reiteró las afirmaciones de su gobierno de que Taiwán es una provincia de China y su deseo de que ningún otro país establezca interacciones formales con el país que conlleven “connotaciones soberanas”. Taiwán actúa internamente como un país independiente, que cuenta con su propio gobierno democrático, su ejército y su moneda, sin embargo, a nivel internacional solo es reconocido como tal por otros 14 gobiernos.

“La parte china tomará firmes medidas para salvaguardar la soberanía y la integridad territorial, y aconsejará a la parte estadounidense que no incurra en errores de juicio”, señaló.

El anuncio surge en un momento de gran tensión en la región, en el que China sigue realizando ejercicios militares dirigidos contra Taiwán. Washington, a pesar de la falta de lazos diplomáticos formales, ha mostrado su interés en reforzar su apoyo a Taiwán, especialmente en un momento en el que se enfrenta a una mayor presión política por parte de China para que acepte sus reivindicaciones de soberanía.

A principios de este mes, el Ejército Popular de Liberación (EPL) de China llevó a cabo ejercicios militares con fuego real en los alrededores de la isla, incluyendo pruebas de misiles, en una supuesta respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi.
Desde que concluyeron los ejercicios, el Ejército Popular de Liberación (EPL) ha cruzado la línea media que delimita de manera no oficial a China y Taiwán en el estrecho de Taiwán casi diariamente. Beijing también anunció la imposición de sanciones contra altos funcionarios taiwaneses, así como la prohibición de las importaciones y otras restricciones económicas para las empresas taiwanesas.

En una conferencia de prensa convocada en la mañana del jueves, el subsecretario de Estado de Estados Unidos para Asia Oriental, Daniel Kritenbrink, indicó que las negociaciones comerciales ofrecían “una oportunidad para ayudar a Taiwán a reforzar su resistencia, y garantizar… las cadenas de suministro”.

Taiwán produce la mayor parte de los semiconductores de última tecnología del mundo, utilizados en productos electrónicos, desde juguetes y teléfonos hasta automóviles. Citando este producto como ejemplo, Kritenbrink comentó que Taiwán tenía un “papel cada vez más importante en la economía mundial” y que la paz y la estabilidad en el estrecho eran “cruciales”.

Recientemente, Beijing comenzó a reclamar el estrecho como sus propias aguas soberanas, y le aconsejó a Estados Unidos que se abstenga de efectuar su tránsito de libertad de navegación a través del paso. El martes, el embajador de China en Estados Unidos, Qin Gang, señaló que Beijing consideraría tales operaciones como una “escalada” y un apoyo a lo que Beijing denomina como un movimiento “separatista” en Taiwán.

Kritenbrink explicó que los viajes de libertad de navegación eran habituales, desde hace mucho tiempo, y que continuarían.

“Estados Unidos seguirá volando, navegando y operando en todos los lugares que el derecho internacional permita”, indicó.

“Sería profundamente desestabilizador e irresponsable por parte de la RPC (República Popular China) si intentara y tomara medidas diseñadas para controlar o restringir la capacidad de Estados Unidos u otros para transitar por el estrecho o… para amenazar la capacidad de la navegación y el comercio para transitar por el estrecho”.

Reuters contribuyó a este artículo.

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