La ONU no logra alcanzar un acuerdo para proteger la vida marina
Las negociaciones de las Naciones Unidas para establecer un tratado sobre los océanos terminaron sin llegar a un acuerdo. Foto: Daniel Slim/AFP/Getty Images

La última ronda de negociaciones en las Naciones Unidas encaminadas a garantizar la protección de la vida marina en las aguas internacionales que abarcan la mitad del planeta terminó el sábado sin que se llegara a un acuerdo.

La quinta ronda de negociaciones, que comenzó hace dos semanas, tenía como objetivo establecer un Tratado sobre los Océanos de la ONU que estableciera normas para proteger la biodiversidad en dos tercios de la superficie oceánica del mundo que se encuentra fuera de los mares territoriales.

Sin embargo, los miembros de la ONU no lograron llegar a un acuerdo sobre cómo repartir los beneficios de la vida marina, establecer zonas protegidas o evitar la actividad humana que afecta a la vida en alta mar.

“Aunque hemos logrado un excelente progreso, todavía necesitamos un poco más de tiempo para avanzar hacia la meta”, expresó la embajadora de la ONU para los océanos, Rena Lee, según informó la agencia de noticias Agence France-Presse.

Muchas personas esperaban que la reunión de Nueva York, que comenzó el 15 de agosto, produjera en última instancia un tratado acordado sobre “la conservación y el uso sustentable de la biodiversidad marina más allá de la jurisdicción nacional”.

No obstante, los defensores del medio ambiente, que indicaron que las negociaciones habían continuado de forma intermitente durante 15 años, expresaron su decepción y culparon a los países ricos, entre ellos Estados Unidos, de ser muy lentos para alcanzar un compromiso.

Entre las cuestiones que retrasan el tratado figura el acuerdo sobre el proceso de creación de zonas protegidas, así como las evaluaciones de impacto ambiental.

“Aunque se han realizado progresos, sobre todo en lo que respecta a los santuarios marinos, los miembros de la Coalición de Alta Ambición y países como Estados Unidos han actuado con demasiada lentitud a la hora de encontrar compromisos, a pesar de sus compromisos”, comentó Laura Meller, de la campaña Protect the Oceans de Greenpeace.

Meller comentó que algunos grupos, como las islas del Pacífico y el grupo del Caribe, habían presionado para que se completara el acuerdo. No obstante, los países desarrollados solo comenzaron a trabajar para establecer compromisos en los últimos días de las negociaciones, explicó.

“El tiempo se acabó”, añadió Meller. “Un mayor retraso significa la destrucción de los océanos. Nos sentimos tristes y decepcionados. Mientras los países sigan dialogando, los océanos y todos aquellos que dependen de ellos sufrirán”.

Greenpeace alertó el jueves que las negociaciones del tratado estaban a punto de fracasar debido a la codicia de los países de la Coalición de Alta Ambición y de otros como Estados Unidos y Canadá. El problema, según indicó el grupo, era la prioridad de los hipotéticos beneficios futuros de los recursos genéticos marinos sobre la protección de los océanos.

Meller también comentó que Rusia bloqueó las negociaciones, negándose a participar en el proceso de elaboración del tratado y en los intentos de alcanzar un compromiso con la Unión Europea “en una amplia variedad de cuestiones”.

Mónica Medina, secretaria adjunta de Estado de Estados Unidos, señaló que su país seguía comprometido con el objetivo de proteger al menos el 30% de los océanos del mundo para el año 2030. “No podemos permitir que las mareas y las corrientes nos hagan retroceder”, dijo Medina. “Debemos seguir adelante”.

Salvo que la Asamblea General de la ONU programe una reunión especial de emergencia para concluir las negociaciones, las conversaciones no se reanudarán de forma automática hasta el próximo año.

Si el organismo no lo hace, Greenpeace advirtió que “será difícil proteger el 30% de los océanos del mundo para el año 2030, el objetivo 30×30 que, según dicen los científicos, es el porcentaje mínimo necesario para que los océanos tengan espacio para recuperarse”.

La incapacidad de llegar a un acuerdo ocurre después de que los líderes mundiales en la Conferencia sobre los Océanos de la ONU, llevada a cabo en julio en Lisboa, se comprometieran a hacer todo lo posible para salvar los mares. Sin embargo, a pesar de los inspiradores llamados a la acción en la declaración de clausura, no surgió ningún compromiso claro.

“Aunque resulta decepcionante que no se haya finalizado el tratado durante las dos últimas semanas de negociaciones, los avances logrados nos siguen alentando”, comentó Liz Karan, de la ONG Pew Charitable Trusts, en relación con la última ronda de conversaciones.

Las agencias de noticias Agence France-Presse y Associated Press contribuyeron con información.

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