Sergei Surovikin: el ‘general Armagedón’ que ahora está al mando de la guerra de Rusia
El general Sergei Surovikin comandó las fuerzas rusas en Siria. Foto: Pavel Golovkin/AP

“Cuando llevamos a cabo misiones de combate en Siria, en ningún momento olvidamos que estábamos defendiendo a Rusia”, dijo Sergei Surovikin, el nuevo comandante unificado del campo de batalla ruso en Ucrania, a una multitud de personal de élite del ejército reunida en una ceremonia en Moscú en 2017.

La “defensa” de los intereses de Moscú en Siria a cargo de Surovikin incluyó docenas de ataques aéreos y terrestres contra objetivos e infraestructuras civiles, según un informe de la organización Human Rights Watch de 2020, en el que se indicó que las fuerzas rusas bajo su comando atacaron “hogares, escuelas, centros de salud y mercados sirios, los lugares donde las personas viven, trabajan y estudian”.

En la mañana del lunes, tan solo dos días después de ser nombrado primer comandante general para la guerra en Ucrania, Surovikin aproximó su violento libro de jugadas de Siria a casa, con una ráfaga de ataques con cohetes dirigidos contra objetivos civiles en toda Ucrania, que incluyeron un importante cruce vial junto a una universidad y una zona de juegos infantiles en un parque.

“No me sorprende ver lo que ocurrió esta mañana en Kiev. Surovikin es absolutamente despiadado, con poca consideración por la vida humana”, dijo un exfuncionario del Ministerio de Defensa, que ha trabajado con Surovikin, a The Guardian. “Me temo que sus manos estarán completamente cubiertas de sangre ucraniana”.

Surovikin adquirió una mala reputación por primera vez durante el intento de golpe de Estado de 1991 emprendido por la línea dura soviética, cuando dirigió una división de fusileros que atravesó las barricadas que habían levantado los manifestantes prodemocráticos. Tres hombres murieron en el enfrentamiento, incluido uno que fue aplastado.

Su despiadada reputación aumentó en 2004, cuando los medios de comunicación rusos informaron que un coronel que estaba a sus órdenes se había suicidado después de haber recibido una acalorada reprimenda de Surovikin.

Sus colegas, desde entonces, le han dado el sombrío apodo de “General Armagedón” por su línea dura y su enfoque poco ortodoxo para librar la guerra.

El principal reto de Surovikin en Ucrania, señalan los expertos, consistirá en resolver los problemas estructurales que asolan al ejército ruso, mientras se enfrenta a una feroz contraofensiva ucraniana.

Gleb Irisov, un exteniente de la fuerza aérea que trabajó con Surovikin hasta el año 2020, comentó que el nuevo general era una de las pocas personas en el ejército que “sabía cómo supervisar y optimizar las diferentes ramas del ejército”.

“Él es muy cruel, pero también un comandante competente”, señaló Irisov. “Pero no será capaz de resolver todos los problemas. A Rusia le faltan armas y personal“.

Irisov destacó las anteriores reestructuraciones del liderazgo, que no han contribuido a mejorar la suerte militar de Rusia en Ucrania.

No obstante, el nombramiento de Surovikin ha atenuado parte de la indignación pública entre los partidarios de la línea dura de Rusia, que cada vez se mostraban más impacientes ante los fracasos militares del país.

Desde su periodo en Siria, había desarrollado una buena relación de trabajo con la compañía militar privada Wagner, comentó Irisov, y los principales críticos del esfuerzo bélico, entre ellos Ramzan Kadyrov, el líder de la república chechena, y el jefe del Grupo Wagner, Yevgeny Prigozhin, recibieron con satisfacción su nombramiento.

“Ahora estoy 100% satisfecho con la operación”, escribió Kadyrov en su canal de Telegram en la mañana del lunes, refiriéndose al bombardeo contra Kiev, donde murieron al menos seis civiles.

Síguenos en

Google News
Flipboard