Los riesgos de un enfrentamiento entre la OTAN y Rusia son reales
El jefe de seguridad nacional de Polonia, Jacek Siewiersk, y el vocero del gobierno polaco, Piotr Muller (derecha), tras una reunión para tratar la crisis. Foto: Janek Skarżyński/AFP/Getty Images

Si fue un misil ruso el que impactó en un pueblo polaco el martes, matando a dos personas, se trataría de la primera vez que un arma rusa cae en territorio de la OTAN.

La Unión Soviética y Estados Unidos lograron superar toda la guerra fría sin cometer un error de este tipo, debido a que Washington y Moscú eran muy conscientes de los riesgos que conlleva entrar en guerra a causa de un accidente o un error de cálculo.

La Rusia de Vladimir Putin es una potencia nuclear mucho menos predecible que la Unión Soviética, lo que aumenta el nivel de peligro, como señaló el presidente estadounidense Joe Biden, al más alto existente desde la crisis de los misiles en Cuba.

La intervención de Putin en Siria condujo a que un avión de guerra ruso fuera derribado por un avión de combate turco sobre la frontera entre Turquía y Siria en noviembre de 2015, pero aquel incidente fue contenido. Del mismo modo, es poco probable que el incidente del misil del martes conduzca a un enfrentamiento directo entre Rusia y la OTAN.

El gobierno polaco indicó que sigue investigando de quién son los misiles que cayeron en su territorio, y la oficina del presidente Andrzej Duda señaló que está considerando la posibilidad de invocar el artículo 4 del tratado fundacional de la OTAN, que permite que cualquier miembro convoque consultas urgentes del consejo del Atlántico Norte “cuando, en opinión de cualquiera de ellos, la integridad territorial, la independencia política o la seguridad de cualquiera de las partes se vea amenazada”. Duda habló en la noche del martes con Biden, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, y el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski.

Varsovia no mencionó el artículo 5 del tratado, que establece que un ataque armado contra un miembro constituye un ataque contra todos, y que sería el mecanismo más probable de escalada hacia una guerra entre la OTAN y Rusia.

El artículo 5 no puede ser invocado por un solo Estado miembro, explicó el exembajador de Estados Unidos ante la OTAN, Ivo Daalder, y añadió que “requiere el consenso de la OTAN”. La única vez que los aliados de la OTAN lo invocaron fue inmediatamente después de los atentados del 11 de septiembre y ello condujo a que los aliados proporcionaran patrullas con radares aéreos sobre Estados Unidos y reforzaran las patrullas navales en el Mediterráneo.

Incluso si se llegara a la conclusión de que los misiles que cruzaron la frontera polaca eran efectivamente rusos, y no interceptores antimisiles ucranianos, no se trataría de un “ataque armado” contemplado en el artículo 5, argumentó William Alberque, director de estrategia, tecnología y control de armas del Instituto Internacional de Estudios Estratégicos.

“El ‘ataque armado deliberado’ es un hecho real”, señaló Alberque. “Dos misiles balísticos o de crucero mal disparados no lo son”.

Hasta el momento, el consenso general de la OTAN ha sido que la escalada rusa conduciría al aumento de los suministros de armas a Ucrania, y eso –en lugar de cualquier forma de participación directa de la OTAN– actuaría como elemento disuasorio de la imprudencia rusa.

Esta es la respuesta más probable en esta ocasión, y se producirá un debate dentro de la OTAN sobre si justifica el aumento del tipo de ayuda militar que se está proporcionando. El ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Dmytro Kuleba, argumentó que justificaba la entrega de aviones de combate F-15 y F-16.

El incidente ocurrido en la frontera polaca también reavivó las peticiones de que se establezca una zona de exclusión aérea sobre el oeste de Ucrania, reforzada por las defensas aéreas de la OTAN, en particular por parte de funcionarios de los países bálticos. Los defensores de esta medida argumentaron que los riesgos de que esta acción desencadene una guerra total ahora son muy inferiores a los que existían al comienzo de la invasión a gran escala, ya que las fuerzas rusas se encuentran actualmente confinadas en el extremo oriental y el sur del país. No obstante, Estados Unidos y otros aliados de la OTAN se opondrían de forma considerable a cualquier ampliación del papel de la OTAN.

Aunque es probable que este accidente quede contenido, esto no significa que los riesgos de un enfrentamiento entre la OTAN y Rusia a causa de un error de cálculo no sean reales. Kiev ansía vincular a la OTAN en la mayor medida posible a la lucha del país para restaurar su soberanía e integridad territorial. Zelenski dijo el martes que los misiles eran un “golpe contra nuestra seguridad colectiva” y una “escalada muy seria”.

Mientras tanto, a medida que la debacle militar rusa en Ucrania empeora con la pérdida de la ciudad de Kherson y el territorio circundante, Putin está cada vez más desesperado y los ultracombatientes que dominan el discurso televisivo en Rusia piden con insistencia una confrontación para racionalizar la humillación de perder una guerra contra Ucrania.

Aunque el Ministerio de Defensa afirmó no estar relacionado con los misiles, Margarita Simonyan, directora del canal de propaganda RT, se deleitó con las implicaciones que tendría un ataque ruso.

“Si esto no es una provocación deliberada, hay una buena noticia en este caso”, dijo Simonyan en Twitter. “Un país de la OTAN está tan mal defendido que cualquiera puede atacarlo accidentalmente con cualquier cosa y toda la OTAN ni siquiera sabrá quién lo atacó, con qué y por qué.

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