La FIFA y Qatar mantienen conversaciones urgentes tras la confiscación de las gorras de arcoíris de Gales
Una gorra de arcoíris de Gales, que se pidió a algunos aficionados y al personal que se quitaran. Foto: The Rainbow Wall

Los incidentes relacionados con el personal de la Asociación de Futbol de Gales (FAW) y los seguidores de Gales a los que se les confiscaron gorras que tenían los colores del arcoíris antes del primer partido del Grupo B contra Estados Unidos están siendo investigados urgentemente por las autoridades.

La FIFA y los qataríes mantuvieron conversaciones sobre el asunto el martes, en las que la FIFA les recordó a los anfitriones las garantías que ofrecieron antes del torneo de que todos eran bienvenidos y de que se permitirían las banderas arcoíris.

The Guardian también tiene entendido que la FIFA está profundamente preocupada por varios incidentes ocurridos relacionados con el partido, entre los que se incluyen el enfrentamiento de personal y aficionados de la Asociación de Futbol de Gales con los guardias de seguridad por llevar las gorras al Estadio Al Bayt y el enfrentamiento con un aficionado estadounidense que llevaba una bandera arcoíris en el metro.

La FAW también emitió un comunicado en el que expresó su decepción. “El lunes, Cymru regresó a la Copa del Mundo por primera vez en 64 años, un momento histórico para el equipo, los valiosos aficionados –The Red Wall/Y Wal Goch– y la nación”.

“Sin embargo, la FAW se sintió extremadamente decepcionada por los reportes de que a los miembros de Y Wal Goch, entre los que se encontraban miembros del personal de la FAW, se les pidió que se quitaran y tiraran sus gorras de Rainbow Wall antes de entrar al Estadio Al Bayt. Estas gorras fueron creadas en colaboración con la FAW”.

“La FAW ha recopilado información sobre estos supuestos incidentes y abordará este asunto directamente con la FIFA”.

Entre las personas confrontadas se encontraba la exfutbolista de Gales, la profesora Laura McAllister, fideicomisaria del FAW Trust y excandidata al consejo de la FIFA, quien comentó que fue una “pequeña victoria moral” el hecho de haber logrado introducir finalmente la gorra en el estadio.

“Señalé que la FIFA había realizado muchos comentarios sobre el apoyo a los derechos LGBT en este torneo y les dije que, viniendo de un país en el que somos muy apasionados por la igualdad para todas las personas, no iba a quitarme la gorra”, dijo McAllister, profesora de políticas públicas en la Universidad de Cardiff. “Insistieron en que, a menos que me quitara la gorra, no se nos permitiría entrar en el estadio”.

Otros tuvieron que entregar sus gorras. El Rainbow Wall, un grupo de aficionados galeses LGBTQ+, comentó en Twitter: “Los hombres no, solo las mujeres. @FIFAcom ¡¡¿EN SERIO?!!”

Anteriormente, el periodista estadounidense Grant Wahl indicó que el personal de seguridad lo detuvo después de que usara una playera con los colores del arcoíris para asistir al partido. Un guardia de seguridad le dijo que lo estaban protegiendo de los aficionados que estaban dentro y que podrían haberlo atacado por usarla.

También se informó que un aficionado estadounidense fue amenazado en el metro cuando se dirigía al estadio por llevar una pequeña bandera arcoíris, pues el agresor amenazó con “matar” al hombre porque “esa bandera está prohibida en este país”.

La semana pasada, Gerdine Lindhout, jefa de marketing experiencial y promoción de la FIFA, prometió que los aficionados LGBTQ+ estarían seguros. Cuando se le preguntó cuál sería su mensaje para las personas que quisieran llevar banderas arcoíris al festival de aficionados, sonrió. “Que lo hagan”, respondió. “Este evento consiste en la celebración”.

Mientras tanto, los problemas con la aplicación de la FIFA para la venta de entradas, que provocaron que cientos de aficionados ingleses se perdieran el inicio de su victoria 6-2 contra Irán, aún no han sido solucionados.

Algunos aficionados se formaron para conseguir entradas impresas en un centro de convenciones en Doha después de darse cuenta de que, tras haber cerrado sesión en su aplicación en las 24 horas anteriores, ya no podían acceder. Se tiene entendido que el martes todavía se estaban solucionando estos problemas.

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