La familia del hombre estadounidense detenido en Rusia lamenta la ‘catástrofe para Paul’ tras el intercambio de Griner

La familia de Paul Whelan, un estadounidense detenido en Rusia, celebró la liberación de la estrella de basquetbol Brittney Griner, pero lamentó “una decepción para nosotros y una catástrofe para Paul”.

“Es evidente que el gobierno estadounidense no tiene ninguna concesión que el gobierno ruso vaya a aceptar por Paul Whelan”, dijo su hermano David Whelan.

La noticia de la liberación de Griner, en un intercambio por el traficante de armas Viktor Bout, fue dada a conocer en la mañana del jueves.

En la Casa Blanca, el presidente estadounidense, Joe Biden, comentó: “Ella está a salvo, está en un avión, está de camino a casa después de meses de estar detenida de forma injusta en Rusia, retenida en circunstancias intolerables”.
El presidente también señaló: “Desafortunadamente, por razones totalmente ilegítimas, Rusia está tratando el caso de Paul de forma diferente al de Brittney. Y aunque todavía no hemos logrado asegurar la liberación de Paul, no nos rendimos. Nunca nos rendiremos”.

Whelan, un ejecutivo de seguridad corporativa originario de Michigan, ha estado detenido en Rusia desde 2018, por cargos de espionaje que Estados Unidos y la familia de Whelan rechazan. En 2020, Whelan fue condenado a 16 años de cárcel. Estados Unidos sostiene que está detenido de forma injusta.

El jueves, David Whelan comentó: “Me alegra mucho que Brittney Griner esté de camino a casa. Como familiar de un rehén ruso, literalmente solo puedo imaginar la alegría que ella sentirá al reunirse con sus seres queridos, y a tiempo para las fiestas. No hay mayor éxito que el hecho de que un detenido injustamente sea liberado y regrese a casa”.

Whelan señaló que el gobierno de Biden había tomado la “decisión correcta” y añadió: “Esta vez, los funcionarios del gobierno estadounidense nos hicieron saber de antemano que Paul se quedaría atrás, a diferencia del pasado abril, cuando lo dejaron”.
Posteriormente, Trevor Reed, de Texas, fue intercambiado por un narcotraficante convicto.

David Whelan dijo: “Ese aviso previo significó que nuestra familia se ha podido preparar mentalmente para lo que ahora es una decepción pública para nosotros. Y una catástrofe para Paul… Nuestros padres han hablado con él todos los días desde su regreso al IK-17 (campo de trabajos forzados) el 2 de diciembre, y seguramente pronto hablarán con él”.

Las esperanzas de Paul Whelan se habían “disparado al saber que el gobierno estadounidense estaba tomando por una vez medidas concretas para su liberación”, explicó su hermano, hasta el punto de que “se había estado preocupando por dónde viviría cuando regresara a Estados Unidos”.

No obstante, dijo David Whelan, ahora no podía imaginar que su hermano “conservara alguna esperanza de que un gobierno negociara su libertad en este momento. Es evidente que el gobierno estadounidense no tiene ninguna concesión que el gobierno ruso vaya a aceptar por Paul Whelan. Y, por lo tanto, Paul seguirá siendo prisionero hasta que eso cambie”.

“Será la cuarta Navidad que mamá y papá vivirán sin Paul. Cumplirán 85 y 83 años en el cuarto aniversario de su detención (28 de diciembre). El tiempo es el enemigo de Paul, y el nuestro. La probabilidad de que nuestros padres vuelvan a ver a su hijo disminuye cada día que pasa de su detención injusta”.

“Cada vez me preocupa más que el propio Paul no vaya a sobrevivir 12 años más en una colonia de trabajo rusa”.

El comunicado remitía a una página de recaudación de fondos.

Whelan recalcó que “no envidiamos la libertad de la Sra. Griner”, añadiendo: “Los casos de Brittney y Paul en realidad nunca estuvieron relacionados. Siempre ha habido una gran posibilidad de que uno fuera liberado sin el otro”.

Pero, comentó, “el gobierno de Estados Unidos tiene que ser más firme. Si malos actores como Rusia van a detener a estadounidenses inocentes, Estados Unidos necesita una respuesta más rápida y directa, y estar preparado de antemano”.

En el caso de Rusia, esto puede significar la detención de un mayor número de rusos infractores de la ley y relacionados con el Kremlin.

“No es que no haya muchos en todo el mundo”.