La gobernadora de Nueva York legaliza el compostaje humano tras la muerte

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, legalizó el sábado la reducción orgánica natural, conocida popularmente como compostaje de cuerpos humanos o terramación, después de la muerte.

La medida legislativa convierte al estado en el sexto en adoptar esta medida desde 2019 y brinda a los neoyorquinos acceso a un método alternativo y ecológico de entierro considerado respetuoso con el medio ambiente.

Sin embargo, los difuntos no pueden ser simplemente arrojados al montón de compostaje: los restos deben ser entregados a una corporación de cementerios certificada como instalación de reducción orgánica, adecuadamente contenida y ventilada, y que no contenga “una batería, un paquete de baterías, una fuente de energía, un implante radiactivo o un dispositivo radiactivo”.
Washington se convirtió en el primer estado en legalizar el compostaje de cuerpos humanos en 2019, seguido de Colorado y Oregón en 2021, y posteriormente Vermont y California en 2022. La legislación de Nueva York, A382, fue aprobada por ambas asambleas durante el verano.

En la mayoría de los casos, los difuntos son colocados en un recipiente reutilizable y semiabierto que contiene un lecho adecuado –virutas de madera, alfalfa o paja–, ideal para que los microbios realicen su trabajo. Al final del proceso, se produce un montón de yarda cúbica de tierra densa en nutrientes, equivalente a 36 bolsas de tierra, que puede ser utilizada posteriormente como abono.

“Debemos hacer y apoyar todo lo que esté a nuestro alcance para alejar a las personas de los revestimientos de cemento, los ataúdes de lujo y el embalsamamiento”, comentó Michelle Menter, gerente de Greensprings Natural Cemetery Preserve, en el centro de Nueva York. Menter señaló que su empresa consideraría seriamente realizar el método.

Hochul se encontró a sí misma en un dilema político sobre esta cuestión. Hochul ha comentado que es una orgullosa irlandesa-estadounidense y con frecuencia ha hablado de cómo sus raíces irlandesas y católicas influyeron en su visión política.

La Conferencia Católica del estado de Nueva York instó a sus fieles a presionar a Hochul para que vetara la ley. La organización argumentó que el proceso “no proporciona el respeto debido a los restos físicos”, según informó el periódico Catholic Courier.

“Un proceso que es perfectamente adecuado para devolver a la tierra residuos vegetales no es necesariamente apropiado para los cuerpos humanos”, señaló Dennis Poust, director ejecutivo de la organización, en un comunicado.

Por otra parte, los defensores de la Orden de la Buena Muerte instaron a la gobernadora a comprometer su firma, y propusieron una serie de tarjetas decorativas de colores en las que se leía “Hazme compostaje” y “Quiero ser un árbol” para enviárselas a la gobernadora.

Otros argumentaron que las personas quieren un método de disposición acorde con la forma en que vivieron sus vidas. “La cremación utiliza combustibles fósiles y el entierro ocupa mucho terreno y deja una huella de carbono”, explicó Katrina Spade, fundadora de Recompose, una funeraria ecológica ubicada en Seattle que ofrece servicios de compostaje de cuerpos humanos.

“Para muchas personas, convertirse en tierra que puede convertirse en un jardín o un árbol es bastante impactante”, comentó Spade a la agencia de noticias Associated Press. Otros pioneros de la reducción orgánica natural no solo ofrecen servicios de compostaje de cuerpos humanos, sino también entierros ecológicos y cremación con agua (también conocida como acuamación).

Los defensores de la terramación sostienen que el proceso es económico, además de ecológico, ya que la transformación del cuerpo tarda entre seis y ocho semanas.

Este artículo fue modificado el 2 de enero de 2023 porque una versión anterior describía erróneamente al grupo de defensa Orden de la Buena Muerte como un colectivo artístico.