Revelan el mayor coste climático de un año de catástrofes ‘devastadoras’
Impacto del huracán Ian en Fort Myers, Florida. Su fuerza destructiva, que arrasó partes de Estados Unidos y Cuba en septiembre, costó alrededor de 100 mil millones de dólares. Foto: Tannen Maury/EPA

Las 10 tormentas, inundaciones y sequías más caras de 2022 costaron cada una al menos 3 mil millones de dólares en un año “devastador” en el frente de la crisis climática, revela un informe.

La organización Christian Aid destacó las peores catástrofes del año relacionadas con el clima, a medida que las tormentas más intensas, los fuertes aguaceros y las sequías se ven impulsados por el aumento de las temperaturas globales como consecuencia de la actividad humana.

Entre ellas figuran tormentas y sequías registradas en el Reino Unido y Europa, además de graves fenómenos meteorológicos ocurridos en todos los continentes habitados.

El huracán Ian fue el que causó el mayor impacto financiero –100 mil millones de dólares– cuando azotó a Estados Unidos y Cuba en septiembre.

El número de víctimas incluyó 130 muertos y el desplazamiento de más de 40 mil personas, indicó un informe de la agencia de ayuda.

El mayor impacto en términos de costes humanos lo causaron las inundaciones registradas en Pakistán entre junio y septiembre que según descubrieron los científicos tuvieron una probabilidad significativamente mayor de ocurrir debido a la crisis climática, provocando mil 739 muertes y desplazando a 7 millones de personas.

Los costes financieros ascendieron a 5 mil 600 millones de dólares, aunque esta cifra correspondía únicamente a las pérdidas aseguradas, y se calculaba que el coste real de las inundaciones superaba los 30 mil millones de dólares, señaló Christian Aid.

Además de los 10 fenómenos más costosos, el informe de la organización benéfica destaca otros destacados incidentes relacionados con el clima que también causaron muertes, desplazamientos, devastación y daños medioambientales.

Entre ellos figuran inundaciones en Malasia, Brasil y África Occidental, una larga sequía en el Cuerno de África, olas de calor en India y Pakistán, el Ártico y la Antártida, incendios forestales en Chile, tormentas en el sureste de África y Filipinas, y un ciclón tropical en Bangladesh.

Entre estos fenómenos figura también la tormenta Eunice, que en febrero azotó el Reino Unido, Irlanda y otras partes de Europa, y que causó 16 muertos y supuso un coste de 4 mil 300 millones de dólares.

La sequía de este verano en Europa –varias veces más probable de ocurrir debido al cambio climático– generó unos costes de 20 mil millones de dólares, ya que afectó los rendimientos de las cosechas, elevó los precios, afectó a las plantas energéticas y perturbó el transporte marítimo.

Las sequías registradas en China supusieron un coste de 8 mil 400 millones de dólares y en Brasil de 4 mil millones.
Las inundaciones en Australia registradas entre febrero y marzo provocaron 27 muertes. En Sudáfrica, en abril, 459 personas murieron a causa de las inundaciones. Ambos fenómenos desplazaron a decenas de miles de personas y supusieron costes de miles de millones.

Este año, China también se vio afectada por unas inundaciones sumamente costosas.
El director ejecutivo de Christian Aid, Patrick Watt, comentó: “En el último año se produjeron diez diferentes catástrofes climáticas que costaron más de 3 mil millones de dólares cada una, lo cual evidencia el coste económico de la pasividad ante la crisis climática”.

“Pero detrás de las cifras en dólares se esconden millones de historias de pérdidas y sufrimiento humanos. Si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero, este coste humano y económico no hará más que aumentar”.
“El coste humano del cambio climático se observa en los hogares arrasados por las inundaciones, los seres queridos que murieron a causa de las tormentas y los sustentos destruidos por la sequía”.

“Este año fue un año devastador si te tocó vivir en el frente de la crisis climática”.
Señaló la necesidad de que las políticas del gobierno británico reflejen la realidad. “El Reino Unido no escapó de los estragos del cambio climático en 2022, ya que tanto la tormenta Eunice como la ola de calor del verano pasaron factura”, añadió.

“Esto destaca la necesidad de políticas que aceleren la transición al cero neto de emisiones y la insensatez de la decisión de abrir una nueva mina de carbón en Cumbria”.

Christian Aid también señaló que el informe mostraba la importancia del fondo creado en las negociaciones internacionales de la COP27 que se llevaron a cabo este año para compensar a la población de los países más pobres por las pérdidas y daños sufridos a causa de la crisis climática –que son los que menos han contribuido a desencadenarla– y la urgencia de aplicarlo.

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