La muerte de miles de aves silvestres a causa de la influenza aviar es la ‘nueva Primavera Silenciosa’
Un alcatraz del norte yace muerto en una playa de Bretaña, Francia, en septiembre. Foto: Stéphane Mahé/Reuters

El planeta está experimentando una nueva “Primavera Silenciosa” de destrucción de la fauna salvaje debido a la muerte de un gran número de aves silvestres a causa de la influenza aviar, según indicó un destacado científico, que afirma que el año pasado se produjo la pérdida más significativa y repentina de aves registrada en décadas.

James Pearce-Higgins, director de ciencias de la organización British Trust for Ornithology, comentó: “La última vez que experimentamos pérdidas de aves silvestres a tan gran escala y tan rápidas en el Reino Unido correspondería a los impactos del DDT en las aves de rapiña en las décadas de 1950 y 1960, asociados a la narrativa de Primavera Silenciosa, o a la disminución generalizada de las aves de granja durante las décadas de 1970 y 1980 como consecuencia de la intensificación agrícola”.

La narrativa de Primavera Silenciosa hace referencia al libro trascendental de 1962 de Rachel Carson que trata sobre la manera en que los pesticidas, en particular el DDT, estaban matando a las aves. El DDT provocaba que los cascarones de los huevos se volvieran tan delgados que los adultos los aplastaban durante el periodo de incubación, lo cual conducía a la destrucción de los nidos y a la muerte de miles de aves.

La Organización Mundial de Sanidad Animal calcula que más de 50 mil aves silvestres han muerto a causa de la influenza aviar altamente patógena H5N1 desde octubre de 2021, principalmente en Europa y América. No obstante, los expertos indican que es probable que se trate de una enorme subestimación. Solo en el Reino Unido, las cifras podrían ascender a cientos de miles, aunque los ecologistas sostienen que aún se desconoce el verdadero impacto, y la mayor parte de ellos no están dispuestos a especular.

En el Reino Unido, las consecuencias de la influenza aviar aparecieron primero en las islas más septentrionales de Escocia en primavera, y se extendieron por la costa este de Inglaterra llegando hasta Sussex, donde las colonias de aves marinas que anidan fueron las más afectadas.

Ya hay más de una docena de brotes dispersos por todo el país entre las aves acuáticas que inmigran en invierno. Esto sugiere que ya se ha extendido y que el próximo año volverá a encontrarse en las colonias de aves marinas en reproducción, explicó Pearce-Higgins.

En la temporada 2021-2022 se registraron más de 3 mil 500 detecciones del virus en aves silvestres en toda Europa, con informes de 37 países que lo detectaron en 63 especies de aves silvestres, según indica un resumen de la influenza aviar publicado por la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria. En el caso de las aves silvestres, Alemania, Francia, Países Bajos y Reino Unido registraron el mayor número de casos, la mayoría procedentes de zonas costeras, ya que las aves marinas fueron las más afectadas.

El primer caso en Estados Unidos de este brote actual se registró en un pato silbón americano en Carolina del Sur el 14 de enero de 2022. Desde entonces, se han detectado 3 mil 700 pruebas positivas en 47 estados, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos.

Sin embargo, las pruebas no deberían ser consideradas un indicador del impacto, ya que solo una fracción de las aves que mueren serán recolectadas y enviadas para ser sometidas a pruebas de laboratorio, explican los investigadores. “Las cifras reportadas probablemente son una gran subestimación”, señaló Michelle Wille, de la Universidad de Sídney.

“Por ejemplo, de los aproximadamente 8 mil charranes de sandwich que murieron en los Países Bajos, solo unos pocos están incluidos en las cifras oficiales, en este caso una diferencia de más de 200x entre las cifras reportadas y las observadas. La falta de apreciación de la escala de mortalidad de las aves silvestres es preocupante, ya que puede haber repercusiones a nivel de especie/población”.

A nivel mundial, la mayoría de los reportes provienen de Europa y después de América, según los datos cartográficos de la ONU, sin embargo, la enfermedad también se ha propagado por África y Asia. En noviembre de este año, se detectó la influenza aviar en Sudamérica, y existe el temor de que llegue a las Islas Galápagos.

Los científicos sospechan que una gaviota migratoria de Franklin introdujo el subtipo H5N1 desde Estados Unidos. Murieron más de 13 mil aves marinas, entre ellas más de 5 mil 500 pelícanos en Perú.

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Trabajadores municipales recogen pelícanos muertos en la playa de Santa María en Lima, Perú. Solo en noviembre, al menos 13 mil aves de la costa peruana murieron a causa de la influenza aviar, según datos del Servicio Nacional Forestal y de Fauna Silvestre. Foto: Guadalupe Pardo/AP

Desde entonces se ha extendido a cinco países de Sudamérica, según indica la Organización Panamericana de la Salud. “El brote de influenza aviar de alta patogenicidad reportado recientemente en la costa peruana es una situación grave … la evidencia ha demostrado la posibilidad de que el virus se propague entre otros grupos de aves”, comentó Luis Germán Naranjo, director de conservación de WWF Colombia.

El Reino Unido alberga cerca del 60% de la población mundial de págalo grande y alcatraz del norte. Ambas especies han sufrido “niveles de mortalidad sin precedentes”, señaló Pearce-Higgins, y es probable que su población se vea afectada durante décadas, ya que son especies longevas y de reproducción lenta.

Los expertos indican que el panorama se esclarecerá en los próximos años, a medida que veamos cuántas aves marinas migratorias regresan para reproducirse, lo cual proporcionará una mejor idea de cuántas han muerto.

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