Más periodistas asesinados en Latinoamérica y el Caribe que en Ucrania en 2022

El año pasado fueron asesinados más periodistas en Latinoamérica y el Caribe que en cualquier otra parte del mundo, incluida la zona de guerra de Ucrania, informó el organismo de control de la prensa, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por sus siglas en inglés).

En un informe publicado el martes, el grupo señaló que, a nivel mundial, al menos 67 periodistas y trabajadores de los medios de comunicación fueron asesinados en 2022, casi el doble de la cifra registrada en 2021, que fue de 45 periodistas.
Casi la mitad de los asesinatos del año pasado se produjeron en Latinoamérica y el Caribe, donde murieron al menos 30 periodistas, entre ellos el veterano colaborador de The Guardian Dom Phillips.

Phillips fue asesinado el pasado mes de junio mientras documentaba los esfuerzos de los indígenas para proteger la parte brasileña de la selva amazónica para un libro que estaba escribiendo. Sus presuntos asesinos aún no han sido juzgados, aunque el lunes la policía identificó al presunto autor intelectual detrás del crimen.

“Es un número increíble de personas… el más alto que jamás hayamos registrado en la región”, indicó el director de programas del CPJ radicado en Nueva York, Carlos Martínez de la Serna. “Y no tengo ningún motivo para pensar que este año va a ser diferente, a menos que observemos enfoques muy radicalmente distintos (por parte de los gobiernos), como la creación de mecanismos de protección eficaces (para los periodistas)”.

El informe del CPJ señaló que el creciente número de asesinatos en Latinoamérica y el Caribe reflejaba “el gran riesgo al que se enfrentan los periodistas de la región cuando cubren temas como la delincuencia, la corrupción, la violencia de las pandillas y el medio ambiente”.

Latinoamérica y el Caribe fueron la región más mortífera para los periodistas en 2022

“Cubrir estos temas se está convirtiendo en algo extremadamente peligroso”, señaló Martínez de la Serna, que culpó a la falta crónica de justicia del deterioro de la situación.

“El precio de atacar o matar a un periodista es extremadamente bajo. La mayoría de los casos nunca quedan resueltos. Nunca hay justicia, y los responsables… no rinden (cuentas)”, añadió.

Según el CPJ, al menos 15 periodistas han sido asesinados en Ucrania tras la invasión de Rusia en febrero de 2022. Casi el mismo número de periodistas fueron asesinados en México, un país oficialmente en paz, donde el grupo de defensa de los periodistas documentó un récord de 13 asesinatos. Entre las personas asesinadas figuró el célebre fotógrafo de crímenes Margarito Martínez Esquivel, que fue abatido a tiros frente a su casa en Tijuana en enero de 2022.

Siete periodistas fueron asesinados en Haití, país que se encuentra sumido en una crisis política y humanitaria desde el asesinato de su presidente, Jovenel Moïse, en julio de 2021, y que actualmente no tiene ni un solo gobernante elegido democráticamente.
Martínez de la Serna comentó: “Estamos comparando las cifras de México y Haití con las de Ucrania, que está en guerra, de modo que eso nos da una idea de la situación en lo que respecta a la ley, la crisis humanitaria en Haití, la dimensión de la agitación política y social… la falta de justicia y la falta de medidas de protección”.

Los conflictos de Medio Oriente convirtieron a Asia en la región más letal del mundo para los periodistas durante gran parte de las dos últimas décadas.

El CPJ también documentó asesinatos de periodistas vinculados a su trabajo en Chile y Colombia, y estaba investigando otros asesinatos en Ecuador, Guatemala, Honduras y Paraguay.

En Perú, más de 70 periodistas han sido acosados o agredidos desde que el mes pasado estallaron en el país mortales disturbios políticos, entre ellos un fotógrafo de la agencia de noticias española EFE al que la policía le disparó con munición en una pierna, después de amenazarlo con “volarle” la cabeza.

En las últimas semanas se han vislumbrado algunos rayos de esperanza para los periodistas que cubren una región cada vez más peligrosa.

El nuevo gobierno de Brasil prometió crear un observatorio especial para monitorear los ataques contra la prensa a raíz del levantamiento de extrema derecha ocurrido en Brasilia el 8 de enero. La Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación indicó que al menos 40 periodistas fueron víctimas de ataques, robos o acoso mientras cubrían dicha revuelta, entre ellos un veterano periodista que fue secuestrado brevemente por partidarios del expresidente de extrema derecha Jair Bolsonaro, golpeado y amenazado con una pistola.

“Empecé a suplicar por mi vida… Entré en pánico”, relató el periodista al periódico O Tempo. “Me dijeron que nunca iba a salir de ahí”.

Martínez de la Serna señaló que se sentía alentado por los periodistas que se movilizaban para protegerse en Centroamérica y Venezuela, y por los indicios de que el nuevo gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva en Brasil quería mantener relaciones “constructivas y respetuosas” con la prensa después de cuatro años sombríos bajo el populista Bolsonaro, que atacaba a los medios.

“Es alentador ver que las autoridades avanzan en esa dirección, como Lula prometió hacerlo”, comentó, añadiendo que era “muy importante que los políticos entiendan que necesitamos ver acciones” encaminadas a proteger a los periodistas.