Más que una mujer: imágenes de empoderamiento femenino, en fotos

‘Un número cada vez mayor de jóvenes iraníes recurren a la cirugía plástica. Esta serie empezó cuando visité clínicas de belleza en Teherán. Estudié dibujos médicos del siglo XVI para comprender el proceso de esculpir y modificar los rasgos faciales. Mediante juegos de rol y mascarillas de silicona hechas a partir de moldes ajustados de mi propio rostro, pude contar de primera mano lo que se siente al cambiar”. Headstrong: Women and Empowerment presenta la exposición Fast Forward: Women in Photography, una exposición curada para el nuevo Centre for British Photography. La entrada es gratuita. Todas las imágenes son cortesía de las artistas.

The reconstruction of a nose (Reconstrucción de una nariz), 2022, por Shirin Fathi

Esta serie, The Bully Pulpit, es la venganza y la respuesta visual de Haley a los miles de bravucones que entrenaron una mirada disciplinaria en internet sobre aquellos que transgreden las reglas de la sociedad en cuanto a la belleza femenina. Morris-Cafiero parodia las imágenes de los perfiles públicos de 25 bravucones disfrazándose de facsímiles cómicos.

Body Builder (fisicoculturista), 2018, por Haley Morris-Cafiero

Self Portrait with Pocket Square (Autorretrato con pañuelo de bolsillo), 2021, por Sarah Maple

Una versión irónica de la foto de ‘revelación del embarazo’, en la que normalmente los padres tocan y miran con cariño el vientre bajo la luz de un estudio. ‘Cuando me enteré de que estaba embarazada estaba aterrorizada. Durante toda mi vida adulta, lo único que había conocido era mi devoción por la práctica artística. ¿Podría seguir siendo madre y artista? En esta foto cometo el máximo error durante el embarazo: fumo un cigarro (un tema recurrente en muchos de mis trabajos anteriores) con una mirada desafiante. Al igual que con toda mi obra, espero cuestionar radicalmente lo que significa ser mujer/madre en la actualidad”.

Shalwar kameez dress, bedroom in Birmingham (Vestido shalwar kameez, habitación en Birmingham), 2018, por Maryam Wahid

Women from the Pakistani Diaspora es una serie de autorretratos tomados en Birmingham que explora la identidad de la madre de Maryam cuando era una mujer de 18 años de origen pakistaní que emigró al Reino Unido. Maryam retrata estas imágenes mostrando atuendos que su madre vistió hace más de 35 años y visitando los lugares que fueron significativos en la vida de su madre cuando era una joven inmigrante en Gran Bretaña.

Veins series (Serie de venas), 2013 – 2018, por Paloma Tendero

Paloma Tendero es una artista visual que explora las relaciones físicas y psicológicas que surgen del determinismo biológico. Ella lo explica: ‘Nuestros cuerpos son contenedores que albergan nuestra anatomía, junto con los recuerdos almacenados de quiénes somos y de dónde venimos. La forma en que la genética se transmite de una generación a otra tiene un impacto físico y psicológico en nuestra forma de interactuar con el mundo. Estas características biológicas permanecen fuera de nuestro control”.

I didn’t put myself down for sainthood (Yo no me propuse para la santidad), 2018, por Rosy Martin

Rosy Martin utiliza la fototerapia de recreación para explorar los sentimientos que con demasiada frecuencia permanecen escondidos y tácitos. Esta serie analiza la ambivalencia que sintió al cuidar a su madre durante su larga enfermedad de demencia vascular. El título hace referencia a algo que Martin le dijo a una de las cuidadoras de su madre. Jugando con la iconografía religiosa, las virtuosas santas azules de Martin sugieren una visión social positiva del cuidado, mientras que los ángeles blancos sugieren sus propias emociones contradictorias.

Sin título, 2022, de la serie Beauty Contest, por Vicky Hodgson

Las imágenes de esta serie están inspiradas en una foto de los años 50 del álbum familiar de Hodgson: tomada por un fotógrafo desconocido para el concurso Beautiful Child del periódico Sunday Dispatch, muestra a Hodgson sentada obedientemente con su vestido de terciopelo con cuello de encaje y posando perfectamente para la cámara como la personificación de la feminidad. En estos autorretratos apropiados, su representación trastoca la idea de la niña bonita y del concurso de belleza. Con ello pretende alterar el estereotipo sexista de ‘una niña bonita’.

Pretty Ogre (Ogro bonito), 2011, por Trish Morrissey

‘Esta serie la realicé con mi hija cuando ella tenía entre cuatro y cinco años. Pintarnos la cara es una actividad de los días lluviosos que nos gusta a las dos. Al poco tiempo, quiso pintarme a mí en lugar de que la pintaran a ella. En lugar de los temas habituales de la mariposa o la flor, ella pintaba algo de su experiencia inmediata: una película que acababa de ver, un derecho de paso o un sueño vívido. Más allá de la inocencia de la intención infantil, estas pinturas en forma de máscara evocan temas más siniestros, como los payasos, los carnavales y lo grotesco”.

Sin título, 1997, por Maxine Walker

En esta serie trascendental, Walker centra nuestra atención en los rasgos de su rostro en autorretratos en blanco y negro muy próximos. Aparentemente desprende capas de la superficie de su piel, evocando una narrativa que resulta más siniestra que lúdica, dando a entender que su negrura no puede –ni debe– ser despojada. Al magnificar la delicadeza de su piel, nos invita a reflexionar sobre las complejas concepciones de la belleza, la farsa y la vulnerabilidad.

Self Portraits (Autorretratos), 1997-2010, por Joy Gregory

En 1997 Gregory pasó seis meses trabajando por todo el Caribe. Más de 10 años después, se encontró con un par de sus ‘fotos caribeñas’ que la hicieron volver a ver los más de 2 mil negativos que tomó durante esos viajes. Muchas veces tomadas en su habitación de hostal o en sus alrededores, estas fotos fueron tomadas como una forma de pasar el tiempo. Son un recordatorio de lo que significa viajar sola y conocer constantemente a gente nueva, en lugares nuevos, casi todos los días. Como explica Gregory: ‘Estas fotos son una ventana a otro tiempo al que nunca podremos regresar’