Una ola de ‘terrorismo del sushi’ se apodera del mundo de los restaurantes en Japón
En los últimos días han aparecido en Twitter y otras redes sociales varios actos de lo que se ha denominado 'terrorismo del sushi' en Japón. Foto: Philip Fong/AFP/Getty Images

Existen las violaciones de etiqueta –empapar el arroz en salsa de soja, por ejemplo– y luego están los atroces actos de “terrorismo del sushi”.

El platillo emblemático de Japón se encuentra en el centro de una investigación policial después de que los clientes de los restaurantes giratorios de sushi publicaran videos de sí mismos manipulando la comida y haciendo bromas a otros clientes.
Los incidentes provocaron la caída estrepitosa de las acciones de una de las principales cadenas de kaitenzushi (restaurantes giratorios de sushi) y obligaron a los operadores a reconsiderar la forma en que sirven sus platillos.

En los últimos días han aparecido en Twitter y otras redes sociales varios actos de lo que se ha denominado “terrorismo del sushi”, aunque al parecer algunos de ellos datan de hace varias semanas, e incluso años.

Un video del delito culinario más atroz, que ha sido reproducido casi 40 millones de veces en Twitter, muestra a lo que parece ser un adolescente lamiendo la parte superior abierta de una botella de salsa de soja de uso colectivo y todo el borde de una taza de té, que después vuelve a colocar en la plataforma.

Por si fuera poco, el video de 48 segundos muestra cómo el joven lame su dedo y lo utiliza para tocar dos piezas de sushi, presumiblemente ordenadas por otro cliente, mientras pasan por la cinta transportadora.

El video, filmado en una sucursal de la cadena Sushiro en la ciudad central de Gifu, provocó que las acciones de la empresa matriz del restaurante cayeran casi un 5% el martes.

Otros videos muestran a clientes de otras cadenas poniendo wasabi en los trozos de sushi que pasan y lamiendo la cuchara de un recipiente de té verde en polvo que utilizan varios comensales.

Aunque el reducido número de incidentes difícilmente apunta a una ola de delitos relacionados con el sushi, los videos provocaron indignación en Japón, donde se calcula que la industria del sushi tiene un valor de 740 mil millones de yenes (unos 100 mil millones de pesos).

La mayor parte de la indignación está reservada para aquellos que desprecian las estrictas normas de higiene del país.
“Esto es enfermizo”, escribió un usuario de Twitter, mientras otro añadió: “Ya no puedo ir a restaurantes de sushi con cinta transportadora”.

Sushiro, el líder del mercado, indicó esta semana que el hombre que grabó el video viral se había disculpado, junto con sus padres, pero añadió que interpuso demandas penales y civiles.

Los videos motivaron a Sushiro a sustituir todas las botellas de salsa de soja del restaurante y a volver a lavar sus tazas de té.

También dejó de colocar condimentos y utensilios en cada mesa del restaurante en cuestión y de otros restaurantes cercanos, y ahora pide a los comensales que los recojan en un punto de servicio, informan los medios de comunicación japoneses.

Otras dos cadenas, Hama Sushi y Kura Sushi, también indicaron que tienen previsto emprender acciones legales, y esta última planea instalar cámaras encima de las cintas transportadoras para monitorear a los clientes, informó la agencia de prensa Jiji.

Mientras que algunos usuarios de las redes sociales expresaron sus náuseas tras ver los videos, otros se solidarizaron con los operadores de kaitenzushi.

“Siempre he querido ir a Sushiro, pero no he podido porque siempre está atestado”, tuiteó el cantante Yuya Tegoshi. “Pero la situación ahora es absolutamente la peor para ellos, así que definitivamente voy a visitarlo”.

El presidente de la empresa, Kohei Nii, señaló que se sintió abrumado por las muestras de apoyo, publicando en Twitter: “Estoy tan agradecido que podría llorar”.

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