Comienzan detenciones en Japón por ola de ‘vandalismo del sushi’
La policía japonesa detuvo a varias personas sospechosas de participar en el 'terrorismo del sushi'. Foto: robertharding/Alamy

La policía japonesa realizó varias detenciones después de que la multimillonaria industria de los restaurantes giratorios de sushi del país se vio afectada por una ola de “vandalismo del sushi”, que incluyó un caso en el que un cliente salpicó con saliva la comida que estaba destinada a otros comensales.

La agencia de noticias Kyodo informó el jueves que tres personas –todas del mismo grupo de comensales– fueron detenidas bajo sospecha de obstrucción forzosa de la actividad comercial.

Se cree que estas detenciones son las primeras que involucran a clientes sospechosos de “comportamiento antihigiénico y hostigador”, informó Kyodo, y ocurren en medio de reportes sobre un creciente número de delitos relacionados con la comida en el sector de los restaurantes económicos de Japón.

Entre los detenidos se encuentra un joven de 21 años que presuntamente bebió de una botella de salsa de soya de uso compartido en un restaurante de kaitenzushi (sushi giratorio) gestionado por Kura Sushi en la ciudad central de Nagoya a principios del mes pasado.

Otros dos clientes, un hombre de 19 años y una joven de 15 años, también fueron detenidos por presuntamente ayudar a compartir un video de 10 segundos en el que el joven aparecía metiéndose en la boca una botella de salsa de soya.

Kura Sushi indicó que agradecía la “rápida respuesta” de la policía, según informó el portal web SoraNews 24. La empresa señaló en un comunicado: “Una acción tan desconsiderada (…) socava los cimientos de la relación de confianza que hemos construido con nuestros clientes, y sinceramente esperamos que el conocimiento generalizado de que tales acciones constituyen un delito evitará que otras personas incurran en comportamientos semejantes”.

La serie de incidentes relacionados con la higiene –entre ellos, el de un adolescente que lamió el borde de una taza de té antes de colocarla de nuevo en un estante, y que después echó saliva a un plato de sushi en la cinta transportadora– salió a la luz por primera vez a principios de este año, obligando a las cadenas de restaurantes a tomar medidas drásticas para atraer de nuevo a sus puertas a clientes nerviosos.

Esta semana, Choshimaru, que gestiona establecimientos en el área metropolitana de Tokio, anunció que suspendería el uso de sus cintas transportadoras, semanas después de que Sushiro, líder del mercado, señalara que la entrega de su sushi se realizaría únicamente a través de un “carril exprés” para los clientes que realizaran sus órdenes mediante dispositivos de pantalla táctil, lo cual dificultaría que otros clientes manipularan los alimentos.

Kura Sushi anunció que pronto comenzaría a utilizar cámaras equipadas con inteligencia artificial para vigilar las mesas de los clientes, a pesar de las quejas de que en realidad estaba sometiendo a su clientela a la vigilancia.

El kaitenzushi, que ha crecido hasta convertirse en una industria de 740 millones de yenes desde que se abrió el primer restaurante en Osaka en 1958, se encuentra en pleno proceso de introducción de tecnología de vanguardia para acelerar la entrega de comida a los comensales y hacer frente a la escasez crónica de personal.

Los recientes cambios, no obstante, parecen devolver el sushi a sus raíces analógicas, ya que los comensales de cientos de restaurantes se ven obligados a esperar a que sus órdenes sean entregadas en persona.

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