Líderes de Italia intentaron proteger la imagen del país al inicio de la pandemia
Un trabajador rocía desinfectante afuera de la catedral de Milán en marzo de 2020. Foto: Luca Bruno/AP

Los mensajes de WhatsApp que los políticos y altos funcionarios de salud italianos intercambiaron al comienzo de la pandemia de coronavirus revelan la forma en que los dirigentes intentaron proteger la imagen del país cuando se convirtió en la primera nación afectada en Europa, al tiempo que parecían bromear sobre el papel de Italia en la propagación del virus.

Los mensajes forman parte de una investigación que motivó que los fiscales pusieran bajo investigación al exprimer ministro Giuseppe Conte, al exministro de Salud Roberto Speranza y a otros 17 funcionarios bajo sospecha de “epidemia culposa agravada” y homicidio culposo en relación con la respuesta del gobierno al principio de la pandemia.

Italia fue el primer país europeo en verse envuelto por un gran brote del virus, tras la confirmación del primer caso de transmisión local en la localidad de Codogno, en el sur de Lombardía, el 21 de febrero de 2020.

Posteriormente, otros países europeos reportaron sus primeros casos de coronavirus, todos con aparentes vínculos con el creciente brote registrado en Italia.

Sin embargo, en un mensaje de WhatsApp escrito el 5 de marzo de 2020 y visto por The Guardian, Speranza le dice a un colega que “debemos explotar” un informe que afirma que el primer caso de coronavirus de Europa se detectó en Alemania a fin de proteger la imagen de Italia.

Al día siguiente, Giuseppe Ruocco, que en aquel momento era secretario general del Ministerio de Salud y que figura entre las personas investigadas, pareció burlarse de los casos detectados en Europa entre viajeros que regresaban de Italia. “Hoy delatamos 2 casos de covid en Austria, 1 en Francia y 1 en España… y puede que 1 en Alemania”, escribió.

La investigación, iniciada por la fiscalía de la ciudad de Bérgamo, la provincia de la región de Lombardía más afectada durante la primera ola de la pandemia, y promovida por los familiares de las víctimas del Covid-19, se centra en la supuesta omisión de las autoridades de aplicar las medidas adecuadas para evitar la propagación del virus poniendo en cuarentena las localidades de Alzano Lombardo y Nembro cuando surgieron brotes en ellas dos días después de que se confirmara el caso de Codogno.

A diferencia de Codogno, que fue inmediatamente declarada en cuarentena junto con otras nueve ciudades de Lombardía y una del Véneto, se reabrió el hospital de Alzano Lombardo horas después del brote, mientras que la provincia de Bérgamo solo fue declarada en confinamiento junto con toda la región de Lombardía dos semanas después.

Bérgamo registró un exceso de 6 mil muertes durante la primera ola del virus, y los fiscales señalan que se podrían haber evitado 4 mil si la provincia hubiera sido declarada inmediatamente en cuarentena.

Entre tanto, mientras el Covid-19 se propagaba rápidamente y las autoridades regionales y nacionales discutían sobre la conveniencia de declarar en cuarentena la región de Lombardía, un intercambio de mensajes de WhatsApp entre los responsables regionales de salud Aida Andreassi y Marco Salmoiraghi revela el intento de los dirigentes de ocultar la verdad sobre la gravedad de la situación. “¿Sabes qué dijo el presidente (de Lombardía)?”. escribió Andreassi. “No se puede decir la verdad. Le dije: ‘Bueno, entonces es como si estuviéramos en China’. Me contestó que estamos peor que en China, al menos allí hay una dictadura”.

Fontana, que recientemente fue reelegido como gobernador de Lombardía, también figura entre las personas investigadas.

Un mensaje de Ruocco del 29 de febrero de 2020 –casi dos semanas antes de que el país entrara en confinamiento– describe la caótica gestión de la pandemia. “Están pasando muchas cosas: el comité científico en desacuerdo con Conte y Speranza, urgen reconsideraciones… Es una guerra mundial”.

Otro elemento crucial de la investigación radica en la supuesta ausencia de un plan nacional contra pandemias actualizado. El de Italia data de 2006.

Las personas que están bajo investigación ahora tienen tiempo para presentar su defensa ante un juez, que posteriormente decidirá si las enviará o no a juicio.

Speranza, que siguió siendo ministro de Salud hasta la caída del gobierno de Mario Draghi el verano pasado, comentó la semana pasada que se sentía “muy tranquilo y seguro” de que siempre actuó “con disciplina y honor en beneficio exclusivo del país”. Una fuente cercana a él indicó que no realizaría más comentarios.

Andreassi, que no está bajo investigación, señaló que no es posible conceder entrevistas, dado que “el trabajo de los jueces sigue en curso”. Ruocco no respondió las múltiples solicitudes de comentarios.

Jacopo Pensa, abogado de Fontana, indicó que su cliente había sido notificado oficialmente sobre la investigación y que necesitaría tiempo para “analizar detenidamente” el documento legal antes de realizar comentarios. “Tenemos que ser prudentes”, dijo.

Conte, que ahora lidera el Movimiento 5 Estrellas, el partido que en el momento en que se produjo el brote de Covid-19 dirigía el gobierno en coalición con el Partido Democrático, de centro-izquierda, comentó la semana pasada que estaba dispuesto a colaborar de forma inmediata con la magistratura y que “se sentía tranquilo para afrontar al país y a los ciudadanos italianos”.

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