Investigan muerte de adolescente hondureño bajo custodia de migración en EU
Las personas esperan junto al muro fronterizo para entregarse a los agentes de la patrulla fronteriza de Estados Unidos en El Paso, Texas, el 11 de mayo. Foto: Patrick T Fallon/AFP/Getty Images

Un migrante de 17 años, originario de Honduras, murió el miércoles en un albergue en Florida, según indicaron las autoridades.

El viernes, los investigadores seguían intentando determinar la causa de la muerte del adolescente, que ocurrió en el momento en que Estados Unidos levantó las restricciones migratorias impuestas a raíz de la pandemia de Covid-19.

Las autoridades hondureñas identificaron al menor fallecido como Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza. El comunicado indicó que el gobierno estadounidense informó a Honduras sobre el fallecimiento de Maradiaga el jueves.

Espinoza fue admitido en el albergue Gulf Coast Jewish Family and Community Services en Safe Harbor, Florida, el 5 de mayo sin estar acompañado por un padre o tutor. Cinco días después, fue trasladado a un hospital cercano después de que lo encontraran inconsciente y lo declararon muerto tras una hora de intentos de reanimación cardiopulmonar.

Las autoridades hondureñas informaron de que se realizará una autopsia para determinar la causa de la muerte. El secretario de Relaciones Exteriores de Honduras, Enrique Reina, indicó en la noche del jueves en Twitter que el gobierno está en contacto con la familia de Espinoza, junto con la Oficina de Reasentamiento de Refugiados de Estados Unidos (ORR, por sus siglas en inglés) así como con el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por sus siglas en inglés), que son las agencias del gobierno estadounidense que supervisan la reubicación de los migrantes en albergues.

“El gobierno de Honduras, a través de la embajada en Washington, está en contacto con la familia en cuestión y solicitó a la ORR y al HHS que realicen una investigación exhaustiva del caso para esclarecer este hecho y, de existir alguna responsabilidad, aplicar todo el peso de la ley”, indicó Reina.

El HHS envió el viernes una notificación del congreso a los legisladores en la que les alertó sobre el fallecimiento. En un comunicado, el HHS indicó que “está profundamente entristecido por esta trágica pérdida y nuestro corazón se une a la familia, con la que estamos en contacto”.

El departamento señaló que la división de salud para menores no acompañados de la ORR “está revisando todos los detalles clínicos de este caso, entre ellos todos los registros de atención médica de los pacientes hospitalizados”.

“Se está llevando a cabo una investigación médica forense. Debido a razones de privacidad y seguridad, la ORR no puede compartir más información sobre casos individuales de menores que han estado bajo nuestro cuidado”, indica el comunicado.

En una conferencia de prensa ofrecida en la tarde del viernes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, señaló que “nuestro corazón está con la familia” y remitió otras preguntas al HHS.

La noticia de la muerte de Espinoza se dio a conocer un día después de que Estados Unidos pusiera fin a lo que se ha llegado a conocer como restricciones del Título 42. Estas restricciones bloqueaban el derecho de muchos migrantes a solicitar asilo en la frontera entre Estados Unidos y México, alegando motivos de salud relacionados con el Covid-19.

El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, sustituyó las restricciones del Título 42 por nuevas medidas cuyo objetivo es prevenir y disuadir la entrada ilegal de personas en la frontera. La Casa Blanca envió 24 mil agentes de la patrulla fronteriza a la frontera para aplicar las nuevas restricciones.

En las horas previas a la entrada en vigor de las nuevas normas, los migrantes se aglomeraron en las zonas fronterizas, cruzando ríos y escalando muros, en un intento de cruzar la frontera antes de la medianoche del jueves.

Los grupos de defensa, representados por la Unión Americana de Libertades Civiles, interpusieron una demanda contra el gobierno de Biden en relación con la nueva normativa, criticando a la vez la estrategia de la Casa Blanca por considerarla sustancialmente similar a la política de inmigración del gobierno de Donald Trump.

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