Accidente aéreo en Colombia: la madre dijo a sus hijos que la dejaran para que pudieran sobrevivir

La madre de los cuatro hermanos colombianos que lograron sobrevivir durante casi seis semanas en la selva del Amazonas se aferró a la vida durante cuatro días después del accidente aéreo en Colombia y antes de decirles a sus hijos que la dejaran con la esperanza de mejorar sus posibilidades de ser rescatados.

Los detalles de los últimos días de la mujer se dieron a conocer a medida que surgía más información sobre la extraordinaria hazaña de resistencia de los niños.

El padre de dos de los niños, Manuel Ranoque, comentó a la prensa el domingo que su esposa, Magdalena Mucutuy, sobrevivió al accidente aéreo en Colombia, pero murió cuatro días después.

“Mi hija me dijo que su madre estuvo viva cuatro días“, explicó Ranoque.

“Antes de morir, ella les dijo: ‘Tal vez deberían irse. Ustedes verán la clase de hombre que es su padre, y él les mostrará el mismo tipo de gran amor que yo les he mostrado‘”.

Los niños –de 13, nueve, cuatro y 11 meses– viajaban con su madre desde la aldea amazónica de Araracuara hacia el municipio de San José del Guaviare cuando su avión Cessna se estrelló después de que el piloto informara sobre un fallo en el motor en la madrugada del 1 de mayo.

Un perro de búsqueda militar encontró a los hermanos, que son miembros de la comunidad indígena huitoto, el viernes después de que hubieran pasado más de un mes en una zona donde abundan las serpientes, los mosquitos y otros animales.

El tío abuelo de los niños, Fidencio Valencia, comentó que los hermanos sobrevivieron comiendo sémola, o harina de yuca, y haciendo uso de sus conocimientos sobre los frutos de la selva.

“Cuando el avión se estrelló, tomaron sémola (de los restos), y con eso sobrevivieron“, explicó a los periodistas afuera del hospital, donde se espera que permanezcan un mínimo de dos semanas.

“Cuando se les acabó la sémola, empezaron a comer semillas”, añadió Valencia. Al parecer, los niños le deben la vida a su hermana mayor, Lesly, que los mantuvo a salvo y alimentados gracias a los conocimientos de la selva tropical que le había transmitido su madre.

El momento en el que ocurrió el accidente aéreo en Colombia favoreció a los niños. Astrid Cáceres, directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, señaló que los pequeños pudieron comer fruta porque “la selva estaba en temporada de cosecha”.

“Ellos contarán sus historias y ustedes las escucharán”, comentó Ranoque, después de visitar a los niños en el hospital militar de Bogotá.

Valencia, que también visitó a los niños en el hospital de Bogotá donde se están recuperando, señaló que estaban “destrozados, pero en buenas manos y es estupendo que estén vivos”.

Y añadió: “Estábamos en la oscuridad, pero ahora ya amaneció y he visto la luz“.

Damaris Mucutuy, tía de los niños, explicó a una estación de radio que “los niños están bien” a pesar de que estaban deshidratados y tenían picaduras de insectos. Señaló que también les habían ofrecido apoyo de salud mental.

Un equipo de búsqueda encontró el avión el 16 de mayo en una espesa zona de la selva tropical y recuperó los cadáveres de los tres adultos que viajaban a bordo, pero los niños no aparecieron en ninguna parte.

Intuyendo que podían estar vivos, el ejército de Colombia intensificó la búsqueda y envió 150 soldados con perros a la zona, donde la neblina y el espeso follaje limitaban considerablemente la visibilidad. Decenas de voluntarios indígenas también se unieron a la búsqueda.

Soldados a bordo de helicópteros lanzaron cajas de comida a la selva, con la esperanza de que sirvieran de sustento para los niños. Los aviones que sobrevolaban la zona lanzaron bengalas para ayudar a los equipos de búsqueda en tierra durante la noche, y los equipos de rescate utilizaron altavoces que emitieron un mensaje que había grabado la abuela de los niños en el que les decía que se quedaran en un lugar.

A medida que progresaba la búsqueda, los soldados encontraron pequeñas pistas que les hicieron creer que los niños seguían vivos, como huellas de pisadas, un biberón, pañales y trozos de fruta que parecían haber sido mordidos por humanos.

El general Pedro Sánchez, que estuvo a cargo de las labores de rescate, explicó que los niños fueron encontrados a 5 km del lugar del accidente, en un pequeño claro del bosque. Señaló que los equipos de rescate pasaron en un par de ocasiones a una distancia de entre 20 y 50 metros del lugar donde se halló a los niños, pero que no los habían visto.

“Los niños más pequeños ya estaban muy débiles“, señaló Sánchez. “Solo tenían fuerzas suficientes para respirar o alcanzar una pequeña fruta para alimentarse o beber una gota de agua en la selva“, explicó.

Todavía existe cierta confusión sobre los motivos por los que no se encontró antes a los niños, dado que los equipos de búsqueda pasaron muy cerca de ellos. Su tío abuelo señaló que probablemente el miedo los hizo esconderse de los equipos de rescate.

“Tenían miedo ahí fuera, con los perros ladrando”, explicó Valencia. “Se escondieron entre los árboles… huyeron“.

Es posible que a los niños les asustara el grupo de búsqueda uniformado debido a que su padre fue amenazado anteriormente por miembros de una unidad disidente del grupo rebelde colombiano desmovilizado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Según Alicia Méndez, periodista del periódico El Tiempo, los niños también se asustaron cuando escucharon la voz de su abuela retumbando por los altavoces.

“Escucharon el mensaje y se asustaron, se escondieron en la maleza para que no los encontraran”, comentó Méndez. “Cada vez que (el equipo de búsqueda) estaba cerca, se escondían. No sabemos qué pasaba por sus cabecitas“.

También se descubrió que un perro de rescate militar llamado Wilson desempeñó un papel clave en el hallazgo de los niños. Los hermanos explicaron a las autoridades que pasaron cierto tiempo con Wilson, un pastor belga, pero que el perro desapareció posteriormente.

Además de descubrir el biberón del bebé, se cree que Wilson dejó huellas que condujeron al equipo de búsqueda hasta los niños.

Cáceres confirmó que Lesly relató que los acompañó “un perro que estaba perdido, que no sabía a dónde ir y que nos acompañó durante un rato”. Se cree, aunque no está confirmado, que el perro era Wilson.

El ejército colombiano indicó que era posible que el perro, que recibió un año de entrenamiento en rescate, se hubiera desorientado a causa de las fuertes lluvias y la escasa visibilidad, y que su comportamiento se hubiera visto afectado por el contacto con animales salvajes como jaguares y anacondas.

Los soldados estuvieron a punto de rescatar a Wilson en dos ocasiones, pero el perro escapó. La cuenta oficial del ejército en Twitter confirmó que la búsqueda continúa: “Estamos unidos para recuperar a nuestro comando canino Wilson de la selva. ¡La operación no termina hasta que lo encontremos!“.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, que anunció con alegría el hallazgo de los niños el viernes, se reunió con ellos en el hospital el sábado.

“La selva los salvó“, señaló Petro. “Son hijos de la selva, y ahora también son hijos de Colombia“.

La cantante colombiana Shakira también celebró el rescate de los niños, escribiendo en Twitter: “El sufrimiento de Lesly, Soleiny, Tien y Cristin y el milagro de sus vidas nos han conmovido a todos y nos han dado el mayor ejemplo de unidad y resiliencia”.