Cierra Salt Bae Burger, nombrado en su momento el peor restaurante de Nueva York

Tres años después de que fuera declarado “El peor restaurante de Nueva York en este momento“, cerró el restaurante de hamburguesas Salt Bae de Manhattan.

Salt Bae, por supuesto, es la etiqueta en las redes sociales del famoso chef y carnicero de Nueva York, Nusret Gökçe, que se volvió famoso por arrojar granos de sal de su antebrazo a casi cualquier producto comestible, provocando en los clientes diversos grados de impacto salino.

Abrió el restaurante Salt Bae Burger en una ciudad que está obsesionada con encontrar la mejor hamburguesa posible, y el local ubicado en Park Avenue atravesó un camino lleno de baches desde ese momento. Abrió a finales de febrero de 2020 –justo antes de que comenzaran los confinamientos de la ciudad por Covid-19– en medio de acusaciones de sexismo por haber ofrecido una “hamburguesa para mujeres” vegetariana, gratis y del tamaño de un aperitivo, con panes rosas, exclusivamente para mujeres.

“Queríamos halagar a las damas”, comentó el director general del restaurante, Al Avci, a la revista Eater, quien explicó que la táctica funcionó muy bien en Dubai. “No pensábamos que fuera sexismo”.

Sin embargo, Salt Bae Burger también causó consternación por ser el hogar de la malteada con chispas de oro, de 99 dólares, y de la hamburguesa de oro, de 100 dólares (unos mil pesos), que estaba cubierta con una lámina de oro. Mientras tanto, en términos de ambiente, el crítico de la revista Eater, Robert Sietsema, escribió: “tenía todo el encanto de un hangar de aviones“.

Scott Lynch, crítico del medio Gothamist, comentó: “tuve la desafortunada oportunidad hace unas semanas de comer varias raciones lamentables de comida de hospital, y todo lo que comí en Salt Bae fue peor“. El menú, escribió, estaba enmarcado en metal como si fuera una lápida “aparentemente marcando la muerte de todo lo placentero de comer”.

La económica Wet Burger, añadió, “en realidad no era más que un delgado círculo de carne dentro de un pan mojado y desagradablemente dulce. También es diminuta, pero de cualquier forma no puedes comer más de un bocado”. Lynch calificó a Salt Bae Burger como el peor restaurante de la ciudad.

Gökçe, que cocinaba usando lentes de sol de aviador y playeras blancas ajustadas, conoció el éxito antes. El empresario restaurantero de origen turco se hizo famoso tres años antes, en 2017, cuando –mediante su técnica de “granos de sal que caen del brazo doblado en forma de cisne”– consiguió más de 52 millones de seguidores en Instagram a través de una cadena de restaurantes especializados en carnes llamados Nusr-Et que tiene más de 20 sucursales en todo el mundo.

Sin embargo, la técnica de echar sal también atrajo una atención no deseada. Cuando Gökçe se ponía guantes para echar sal a la comida, algunos se preguntaban si se debía a que la técnica podría infringir las normas sanitarias.

Asimismo, antes de que abriera Salt Bae Burger, la empresa responsable de los restaurantes Nusr-Et fue objeto de demandas legales que abarcaban desde el acoso sexual hasta el robo de sueldos. Gökçe causó asombro después de presumir sobre el hecho de haber servido comida al presidente venezolano Nicolás Maduro, al favorito de los conservadores estadounidenses Donald Trump Jr. y a Leonardo DiCaprio, conocido tanto por su vida amorosa como por sus papeles en películas aclamadas por la crítica.

Y las críticas tampoco fueron buenas.

El New York Post lo calificó como la “estafa pública número 1”, que costó 521.45 dólares (unos 8 mil pesos) por una cena para dos personas y que dejó a los comensales “con ganas de un aperitivo”. Una ensalada de 25 dólares (unos 400 pesos) contenía “lechuga romana de hace días y verduras misteriosas con queso de cabra insípido y unas pocas nueces, pasas y granos de granada”.

El crítico del New York Times Pete Wells comentó que experimentó algo más que la forma teatral en la que echaron sal a su comida. “Tenía unos pantalones que Salt Bae sazonó como si fueran un bistec”, escribió.

Y añadió: “El Sr. Gokce tiene un solo movimiento, pero lo realiza con total confianza, y como sabe todo aquel que haya estado alguna vez en una pista de baile, con eso basta”.

Aun así, la fama de Gökçe ha sido bastante real.

“Los estadounidenses y los neoyorquinos me quieren mucho”, comentó al periódico New York Times. Describió la forma en que servía la mayoría de los cortes de carne a los clientes, diciendo: “Después de cortarla, hago el movimiento”.

“Voy a la misma mesa, a veces tres veces. No me considero un carnicero ni solo el dueño de un restaurante. Considero que mi trabajo es un arte porque hago arte con la carne y el movimiento es como un toque final en este arte. Surgió de mi interior”.

No obstante, Salt Bae Burger cerró el mes pasado, y queda abierto el título de la mejor –y peor– hamburguesa de Nueva York.