Kenergía imparable: ¿cómo Ryan Gosling se robó la película de <em>Barbie</em>?
I'm Just Ken es una de las canciones nominadas para los Premios Oscar 2024. Foto: Cortesía de Warner Bros. Pictures/AP

Ahora que, por lo visto, todo el mundo fue a ver Barbie, parece que por fin se reveló el secreto. Margot Robbie no es la estrella de Barbie. Sí, ella interpreta el papel principal. Sí, la produjo. Sí, puede pasar mucho tiempo paseando con bonitos vestidos. ¿Pero la estrella? Dios mío, no. Si ya viste Barbie, entonces sabrás perfectamente que la estrella de la película en realidad es Ryan Gosling.

Gosling interpreta a Ken, el superfluo amante de Barbie. Sin embargo, aunque Barbie ha sido la fuerza principal de la agresiva campaña de mercadotecnia de la película, resulta que la película en secreto es un medio para Ken. Ken se lleva el desarrollo de personaje más suculento. Se lleva todos los chistes buenos. Tiene un número musical. Tiene más de un número musical. Es consciente de sí mismo, se refiere a sí mismo y es complicado. Podría calificarse como el mejor papel de la vida de Ryan Gosling.

Es, en efecto, un papel inesperadamente sustancioso. Aunque Ken podría haber sido simplemente un personaje cómico, los guionistas Greta Gerwig y Noah Baumbach lo enriquecieron con una compleja confusión interior. El Ken de la película desea tanto ser reconocido por Barbie que su necesidad se deforma en una fea caricatura de la masculinidad que se propaga a los otros Kens, hasta que infectan Barbieland con el tipo de patriarcado caricaturesco que los lleva a pronunciar sermones sinceros sobre la obra de Steven Malkmus.

Su reflexión también resulta sorprendentemente profunda. El clímax de la película técnicamente ocurre cuando Barbie decide que quiere ser una chica de verdad, sin embargo, todo el peso emocional llega 10 minutos antes, cuando Ken lidia con el concepto de validación interna, dándose cuenta de que nunca podrá ser realmente feliz hasta que sepa quién es fuera de su relación con Barbie. Gosling interpreta gran parte de esta escena de manera cómica, pero también hay una crudeza palpable en ella. Los críticos comparan la escena con el desgarrador trabajo que hizo en Triste San Valentín por una razón.

Además, no obstante, es evidente para todos que Gosling se la está pasando en grande. Ofrece una interpretación como la de una estrella de cine a la antigua, algo que no solemos ver mucho hoy en día. Él es Ken, y está decidido a ser Ken. Pero al mismo tiempo, es Ryan Gosling, guiñando un ojo y sonriendo al público como si no pudiera creer que se está saliendo con la suya. Es como ver a Jack Nicholson justo en el punto exacto entre ser un actor joven e intenso y disfrutar su propia imagen. Es como ver a Bruce Willis, antes de que aprendiera a utilizar su sonrisa para protegerse de los malos materiales.

Más que nada, esto es una señal de que Gosling debería hacer más comedia. Esta no es, en absoluto, su primera comedia, por supuesto. Estuvo estupendo, aunque desaprovechado, en Loco y estúpido amor. Marcó todos los ritmos cómicos correctos en La La Land. Su trabajo en Dos tipos peligrosos sigue siendo criminalmente infravalorado. Sin embargo, hay algo en Ken que le queda como anillo al dedo. Si puede encontrar más papeles que jueguen con sus puntos fuertes de forma tan efectiva, no habrá quien lo detenga.

Y uno tiene la impresión de que Gosling también lo sabe, dado el vertiginoso entusiasmo con el que se lanzó a promocionar Barbie antes de la huelga del SAG-AFTRA. Mucho antes de que se estrenara la película, Gosling pareció aferrarse a la capacidad de convertirse en meme de Ken, hablando grandiosamente sobre todos los rasgos que hacen que un Ken sea un Ken. Hizo un video para GQ Essentials en el que entró y salió del personaje con tanta fluidez que ahora es imposible identificar dónde termina Ryan y dónde empieza Ken. Se dice que consiguió playeras para el reparto en las que se podía leer “Cuando actúas como Ken, puedes hacerlo”. Ha mencionado que después del rodaje le ha costado desprenderse de su Ken interior, insinuando que este ha persistido en su interior como el acento de Elvis de Austin Butler. Es, con diferencia, la promoción cinematográfica más seria que hemos visto desde que todos los miembros del MCU fingieron que eran mejores amigos. Si esta no es su forma de decirle tácitamente a Hollywood hasta qué punto llegaría por otro buen papel cómico, no sé qué puede serlo.

No obstante, quizás no tenga que esperar demasiado. La película de Barbie ha sido un éxito comercial abrumador, y todo el mundo sabe que el éxito engendra secuelas. Pero (alerta de spoiler) Barbie no deja mucho espacio para algo más, dado que termina cuando a Barbie se le concede una muerte espiritual que le permite ascender al mundo real. Entonces, ¿saben qué significa eso? Significa que nosotros –y Ryan Gosling– deberíamos prepararnos para la perspectiva de La película de Ken en 2025.

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