¿Tendré relaciones sexuales alguna vez? Cuando lo intenté no conseguí tener una erección y la chica se lo contó a todas sus amigas
Tengo 22 años, soy virgen y tengo miedo. ¿Cómo puedo recuperar la confianza?
Tengo 22 años, soy virgen y tengo miedo. ¿Cómo puedo recuperar la confianza?
Tengo 22 años y aún soy virgen. He tenido tres encuentros sexuales fallidos en los que estuve con una chica que me gustaba mucho, pero no conseguía tener una erección debido al estrés y la ansiedad. En uno de los casos, la chica les contó a todas sus amigas que yo no conseguía tener una erección. En aquella época trabajaba con muchas de ellas y me miraban de forma diferente después de que ella se los contara. Me destrozó la confianza en mí mismo y todavía me atormenta. A menudo evito coquetear con mujeres para no volver a verme en una situación similar. Estoy sano, mido 1.80 m, peso 84 kg y trabajo en la construcción, por lo que no creo que sea un problema físico. Creo que todo está en mi cabeza. Cada vez que me encuentro en una situación en la que siento que podría tener relaciones sexuales, empiezo a sudar y me pongo muy ansioso. ¿Qué puedo hacer para evitar que estos pensamientos destructores arruinen mi vida sexual?
Se supone que el sexo debe ser placentero y divertido. La ansiedad, el miedo y cualquier tipo de preocupación sobre el rendimiento o el cuerpo pueden reducir significativamente la capacidad de una persona para disfrutar de la intimidad y participar plenamente en las relaciones sexuales. Es realmente lamentable que te haya traicionado alguien cuya indiscreción ha disminuido aún más tu confianza, e incluso te ha hecho evitar el sexo por completo.
¿Sueles sufrir ansiedad? Sería conveniente que practicaras técnicas como la relajación física, la visualización, la meditación y otras técnicas de respiración que te ayuden a reducir la ansiedad en cualquier situación. Averigua qué te funciona. La terapia cognitivo-conductual puede ayudar a eliminar los pensamientos destructivos. Sobre todo, es importante reconocer que siempre es un error embarcarse en una misión sexual con alguien a menos que te sientas relajado, seguro y confiado, y tu única intención sea disfrutar de la intimidad. Presionarte a ti mismo simplemente porque crees que debes perder la virginidad es muy imprudente.
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