Tribunal español impone orden de alejamiento a Luis Rubiales tras acusaciones de beso
Luis Rubiales tras comparecer este viernes ante los juzgados de Madrid. Foto: Thomas Coex/AFP/Getty Images

Un tribunal español impuso una orden de restricción a Luis Rubiales, expresidente de la federación de fútbol del país, prohibiéndole comunicarse o acercarse a 200 metros de la jugadora a la que besó polémicamente tras la victoria de España en la Copa Mundial el mes pasado.

Luis Rubiales, cuya decisión de besar a Jenni Hermoso provocó un debate nacional e internacional sobre sexismo y finalmente lo llevó a dimitir hace cinco días, recibió la orden el viernes por un juez de la audiencia nacional, el tribunal penal más alto de España.

Rubiales insiste en que el beso que le plantó en los labios a Hermoso fue consentido. Pero Hermoso ha negado haberle dado permiso y ha dicho que el incidente la dejó sintiéndose “vulnerable y víctima de agresión”. La mediocampista presentó una denuncia penal contra Rubiales y la fiscalía estatal lo acusó de agresión sexual y coerción por supuestamente presionarla para que hablara en su defensa después de que sus acciones provocaron una polémica mundial.

Rubiales, de 46 años, no hizo comentarios ante el numeroso grupo de prensa cuando llegó al tribunal el viernes por la mañana. Había sido citado a declarar por el juez Francisco de Jorge, quien investiga las acusaciones y determinará si se debe realizar un juicio.

Luego de escuchar el testimonio de Luis Rubiales, en el que negó haber agredido o coaccionado a Hermoso, De Jorge aceptó la solicitud de la orden de alejamiento del fiscal.

Los fiscales habían solicitado originalmente una orden de restricción que estipulaba que Rubiales tendría que mantenerse a 500 metros de distancia de Hermoso. Pero el juez redujo la distancia a 200 metros y denegó la solicitud para que Rubiales tuviera que presentarse ante un tribunal cada dos semanas para asegurarse de que no huyera del país.

El juez ordenó previamente a los grupos de medios de comunicación, incluida la emisora estatal RTVE, que facilitaran imágenes del incidente de Luis Rubiales y sus consecuencias desde todos los ángulos.

Según la nueva legislación sobre delitos sexuales introducida el año pasado, el expresidente de la federación podría enfrentarse a una multa o una pena de prisión de hasta cuatro años si es declarado culpable de agresión sexual.

La abogada de Hermoso, experta en violencia de género, dijo que también había pedido al juez que considerara medidas cautelares en interés de su cliente.

“Como pueden imaginar, Jenni está profundamente afectada por estos hechos, por la humillante acción que sufrió en el estadio, que ha manchado un hito deportivo”, dijo Carla Vall. “Ante eso, pedimos que se tomen las medidas necesarias para ayudarla a superar emocionalmente este proceso”.

Después de la audiencia, Vall dijo que el equipo legal de Hermoso estaba satisfecho con cómo había ido. “Podemos seguir afirmando que el beso no fue consentido, que es lo que hemos dicho desde el principio”, afirmó. “Gracias a las (imágenes del beso), el mundo entero, el país entero, ha podido observar que no hubo ningún tipo de consentimiento. Y lo vamos a demostrar en los tribunales”.

Luis Rubiales inicialmente había intentado restar importancia al escándalo provocado por el beso tras la victoria del equipo por 1-0 sobre Inglaterra en Sídney. Pero la presión aumentó, lo que llevó a su suspensión provisional por parte de la FIFA y a que su madre iniciara una huelga de hambre en protesta por lo que denominó la persecución “inhumana y sanguinaria” de su hijo.

El domingo por la noche, Rubiales emitió un desafiante comunicado anunciando que había decidido dimitir como presidente de la Real Federación Española de Fútbol y como vicepresidente de la UEFA.

“Después de la rápida suspensión de la FIFA y del resto del proceso en mi contra, está claro que no puedo volver a mi puesto”, dijo.

Rubiales dijo que “los poderes fácticos se interpondrían en mi regreso” y añadió: “No quiero que el fútbol español se vea perjudicado por una campaña tan desproporcionada como ésta”.

También dijo que lucharía para limpiar su nombre. “Creo en la verdad y haré todo lo que esté en mi poder para asegurarme de que prevalezca”.

La declaración fue precedida por un fragmento de una entrevista televisiva con Piers Morgan, en la que Luis Rubiales anunció que renunciaría.

Le dijo a Morgan: “No puedo continuar con mi trabajo. He hablado con mi padre y mis hijas. Saben que no se trata de mí”.

La noticia de la renuncia de Rubiales fue aclamada como una victoria tardía del feminismo.

La ministra de Igualdad en funciones de España, Irene Montero, recibió el anuncio con dos palabras “Se acabó”, una referencia al hashtag #SeAcabó que se compartió después del beso y se utilizó como grito de guerra durante el momento #MeToo de España.

“La transformación y mejora de nuestras vidas es inevitable”, escribió en las redes sociales la ministra de Trabajo en funciones y vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz. “Estamos contigo, Jenni, y con todas las mujeres”.

Los jugadores españoles ganadores de la Copa del Mundo, que buscan importantes cambios en la federación y en su dirección, mantienen su negativa a jugar en la selección nacional hasta que se cumplan sus exigencias.

El viernes, poco antes de que la nueva seleccionadora de España, Montse Tomé, anunciara su primer equipo, la federación confirmó que las jugadoras continuaban con su boicot.

Traducción: Ligia M. Oliver

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