La población civil de Gaza huye de los ataques israelíes

Palestinos de toda la asediada Franja de Gaza han descrito su terror y confusión, mientras miles huían de una oleada de ataques aéreos israelíes tras la incursión transfronteriza sin precedentes de Hamás.

“Cuando empezamos a preguntar por la situación dentro de los hospitales con los que trabajamos, una persona la describió como un matadero”, dijo Mahmoud Shalabi, de Medical Aid for Palestinians, que supervisa el apoyo a los hospitales de toda la Franja de Gaza.

“Había cuerpos tirados por el suelo, no había espacio suficiente en el servicio de urgencias y tenían dificultades para hacer frente a la afluencia de pacientes”

“La situación es realmente terrible en estos momentos, nos hemos enfrentado a una de las escaladas más duras como palestinos en Gaza”.

Israel bombardeó Gaza, una delgada franja de tierra en la que viven unos 2 millones de personas, golpeándola desde el mar y el aire durante la noche y hasta el día siguiente.

“Por su seguridad, evacúen inmediatamente las zonas donde viven”, ordenó Avichay Adraee, portavoz militar, a los civiles de Gaza en X, la plataforma antes conocida como Twitter. Muchos habitantes de Gaza temían que no hubiera ningún lugar donde esconderse, en una zona de 140 kilómetros cuadrados considerada desde hace tiempo una de las más densamente pobladas de la Tierra.

Shalabi dijo que los grupos de ayuda que trabajan dentro de Gaza calculaban que al menos 20 mil personas se habían desplazado en la primera noche de ataques aéreos israelíes. Miles de personas huyeron a la ciudad de Gaza, ya de por sí la zona más densamente poblada de la Franja, que fue testigo de ataques aéreos contra bloques de edificios y otras infraestructuras.

Las fuerzas israelíes afirman que habían seleccionado objetivos vinculados a Hamás, mientras que los palestinos afincados en Gaza acusan al ejército israelí de atacar infraestructuras civiles y residenciales con tenues conexiones con el grupo militante, que gobierna Gaza desde las elecciones de 2006.

“Ha sido muy preocupante como puedes imaginar; hubo un bombardeo cada 15 a 30 minutos durante toda la noche”, dijo Mohammed Ghalayini, un científico de la calidad del aire que vive en Manchester y que había regresado a Gaza para para visitar a su familia.

“Mucha gente ha abandonado sus hogares en busca de lugares aparentemente más seguros. Un amigo del este de Gaza tiene 80 familiares y vecinos alojados en su edificio. Mi tío de Khan Yonis tiene amigos que se alojan con él en busca de refugio, abandonaron sus propias casas, que están en la frontera oriental (de Gaza)”.

Los ataques aéreos, los ataques con aviones no tripulados y el fuego de artillería desde buques en el Mediterráneo se produjeron después de que el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, declarara que su país estaba “en guerra”.

Prometió imponer un “precio inmenso al enemigo”, después de que militantes de Hamás protagonizaran una incursión sin precedentes en el sur de territorio israelí, capturando al menos a 100 israelíes y dejando al menos 700 muertos. El Ministerio de Salud palestino declaró que al menos 400 personas, incluidos niños, habían muerto por ataques aéreos israelíes, y que casi 2 mil habían resultado heridas.

Ghalayini dijo que los palestinos estaban asombrados por el alcance sin precedentes de la incursión de Hamás en territorio israelí.

Pero, añadió, no fue sin temor generalizado. “La gente también tiene mucho miedo de lo que está por venir. Pero los palestinos, especialmente en Gaza, han sufrido tanto en los últimos 15 años de bloqueo y ataque tras ataque de Israel, que sienten que ya no tienen nada que perder”, afirmó.

La promesa de Netanyahu de infligir dolor a Gaza y atacar a los militantes de Hamás asentados en la franja se produce tras más de una década de repetidos enfrentamientos entre militantes palestinos asentados en la franja y el ejército israelí, que han dejado miles de civiles muertos, así como tras 16 años de bloqueo israelí de la franja de Gaza.

El bloqueo impide salir a los palestinos salvo en circunstancias excepcionales, y restringe y controla el flujo de mercancías a la zona, sobre todo materiales de construcción, suministros médicos e incluso alimentos.

Tras una reunión con el gabinete de seguridad israelí, la oficina de Netanyahu declaró que habían cortado el suministro de gas y electricidad a Gaza, y bloqueado las mercancías que pasaban por un paso fronterizo en el norte de la franja. El ministro de Energía israelí, Israel Katz, ordenó interrumpir el suministro eléctrico israelí, lo que redujo en un 80% el de Gaza.

“Internet es muy débil y no hay electricidad. Incluso los generadores de reserva, que ahora son una red secundaria para quienes pueden pagarlos, están racionados”, afirmó Ghalayini.

Shalabi describió una situación de emergencia sin precedentes para el personal médico de toda la franja, agravada por la falta de electricidad, así como por años de ataques israelíes que han dejado doblegada a la infraestructura médica de Gaza.

“Esta mañana he hablado con otro médico, cirujano general, que trabaja en la zona central de Gaza. Me dijo que carecen en gran medida de suministros médicos, medicamentos, material desechable, todo lo necesario en una situación de emergencia”.

“Pero lo más importante es que no hay suficientes médicos para atender los casos y la afluencia de heridos. Una persona acababa de empezar su formación en cirugía general, pero lleva casi dos días dirigiendo sola el departamento de cirugía general, mientras otros más experimentados se ocupan de casos más graves en el piso de arriba”.

Dijo que su organización liberó inmediatamente todas sus existencias de recursos médicos, incluidos los suministros de sangre, en una medida inusual que supera sus opciones durante anteriores ataques aéreos y ataques israelíes contra Gaza.

“Estamos liberando todo en este momento porque la situación se va a poner realmente sombría, realmente terrible”, dijo.

Traducción: Ligia M. Oliver

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