Es una pesadilla: familias de los rehenes de Hamás en agonizante espera de noticias
Familiares de los rehenes temen por sus seres queridos tras la amenaza de Hamás de matar a un rehén por cada ataque aéreo israelí contra objetivos civiles. Foto: Ahmad Hasaballah/Getty Images

Las familias de las 150 personas que se cree fueron secuestradas por militantes de Hamás durante el fin de semana y llevadas a Gaza para mantenerlas como rehenes están soportando una agonizante espera para tener noticias de sus seres queridos, mientras los ataques israelíes con misiles en represalia siguen golpeando el enclave.

Cuatro días después de las atrocidades del sábado, la suerte de los rehenes, tanto israelíes como extranjeros, sigue sin estar clara. Los temores de sus familiares se ven exacerbados por las amenazas de Hamás de matar a un rehén por cada nuevo ataque aéreo israelí contra objetivos civiles sin previo aviso, y por la perspectiva de una posible ofensiva terrestre.

Hamás ha afirmado que busca la liberación de todos los prisioneros palestinos en cárceles israelíes, aproximadamente 4 mil 500 detenidos, según el grupo israelí de derechos humanos B’Tselem, a cambio de los rehenes israelíes. El lunes, el grupo afirmó que los ataques aéreos habían matado a cuatro rehenes y a sus captores. Según el Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, los ataques israelíes han matado hasta ahora a mil 100 palestinos y herido a 5 mil 339.

El miércoles, tanto el secretario general de la ONU, António Guterres, como el Papa Francisco instaron a la liberación inmediata de todos los rehenes retenidos en Gaza. Mientras tanto, las familias de los hombres, mujeres y niños secuestrados siguen esperando y buscando información.

Ahal Besorai seguía esperando noticias de su hermana y su familia, que se encontraban en su casa en el kibutz de Be’eri, a pocos kilómetros de la frontera con Gaza, cuando Hamás atacó.

“¿Debo llorar porque ya están muertos? ¿Debo alegrarme porque tal vez los hayan capturado, pero sigan vivos?”, dijo Besorai, entrenadora de vida y propietaria de un centro turístico que creció en el kibutz, pero vive en Filipinas. “Rezo a Dios todos los días para que la encuentren viva con su familia y podamos reunirnos todos”.

Eli Elbag se despertó el sábado con los mensajes de su hija Liri, de 18 años, que acababa de empezar su entrenamiento militar en la frontera de Gaza. Le dijo a su padre que los militantes le estaban disparando. Luego cesaron los mensajes. El sábado por la noche circulaba un video de Hamás en el que se veía a Liri y a otras personas amontonadas en un camión militar israelí robado.

“Vemos la televisión buscando constantemente una señal de ella”, dijo Elbag. “Pensamos en ella todo el tiempo. Todo el tiempo preguntándonos si la están cuidando, si la están alimentando, cómo se encuentra y qué siente”.

Yosi Shnaider, agente inmobiliario de la ciudad israelí de Holon, estaba desesperado por recibir noticias tras ver un video de su prima y sus dos hijos pequeños.

“Es como una increíblemente mala película, como una pesadilla”, dijo Shnaider el lunes. “Solo necesito saber si están vivos”.

El ministro de Asuntos Exteriores de Israel, Eli Cohen, ha dicho que el país está comprometido a traer a los rehenes a casa y ha lanzado una advertencia a Hamás, que controla Gaza.

“Exigimos a Hamás que no haga daño a ninguno de los rehenes”, declaró. “Este crimen de guerra no será perdonado”.

Localizar y llegar hasta los rehenes en Gaza resultará difícil. Aunque la franja es diminuta, está sometida a una vigilancia aérea constante y rodeada por fuerzas terrestres y navales israelíes, el territorio situado a poco más de una hora de Tel Aviv sigue siendo algo oscuro para las agencias de inteligencia israelíes.

Algunas de las familias de los desaparecidos también están preocupadas por las declaraciones realizadas el fin de semana por el influyente ministro de Finanzas israelí de extrema derecha, el líder de los colonizadores Bezalel Smotrich. En una reunión del gabinete celebrada a última hora del sábado, Smotrich instó al ejército israelí a “golpear brutalmente a Hamás y no tener muy en cuenta el asunto de los cautivos”.

“Toda la casa tembló”, el lanzamiento de cohetes desde Gaza sigue golpeando las ciudades costeras israelíes.

Yotam Kipnis, que busca a 10 miembros de su familia desaparecidos, entre ellos su madre y su padre, dijo que Smotrich no hablaba en nombre de todos los israelíes.

“El ministro de Finanzas dijo que en realidad no le importaban los rehenes en lo que respecta a los esfuerzos de guerra”, dijo. “Pero quiero que el público israelí y el público internacional sepan que sí nos importan los rehenes. Son familias y amigos nuestros. Son seres humanos y tenemos que hacer lo que podamos para que sean liberados y cese el derramamiento de sangre lo antes posible”.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó el martes que había estadounidenses entre los rehenes retenidos por Hamás y dijo que las autoridades estadounidenses habían recibido instrucciones de “compartir información y desplegar expertos adicionales de todo el gobierno de Estados Unidos para consultar y asesorar a sus homólogos israelíes en los esfuerzos de recuperación de rehenes”.

Al final de su audiencia general semanal ante miles de personas en la Plaza de San Pedro, el Papa Francisco pidió la liberación de todos los rehenes.

“Continúo siguiendo, con dolor y aprehensión, lo que sucede en Israel y Palestina”, dijo. “Tantas personas muertas y otras heridas. Rezo por esas familias que han visto cómo un día de fiesta se convertía en un día de luto, y pido que los rehenes sean liberados inmediatamente”.

El pontífice añadió que, aunque “es derecho de quien es atacado defenderse”, estaba “muy preocupado por el asedio total en el que viven los palestinos en Gaza, donde también ha habido muchas víctimas inocentes”.

La Associated Press y Reuters contribuyeron a este reportaje.

Traducción: Ligia M. Oliver

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