Es hora de irnos: pueblo pesquero mexicano tragado por el mar

Más de 60 casas de El Bosque han desaparecido en el océano a medida que la crisis climática trae clima severo a la península.

Antonio Merlín observaba desde la ventana de su sala cómo el océano se acercaba cada vez más a su casa.

Cuando este pescador de 55 años construyó la casa de hormigón con pisos de baldosas de mosaico para su mujer y sus cuatro hijos en el pueblo de El Bosque en 2002, la costa del Golfo de México estaba a casi un kilómetro de distancia, a 15 minutos a pie de su puerta trasera.

Pero desde 2019, los residentes de El Bosque dicen que una serie de frentes meteorológicos severos, que traen fuertes lluvias y vientos poderosos, han estado erosionando la costa. A medida que el océano ha avanzado, más de 60 casas en el pueblo han sido destruidas por las olas. Entre ellas, la de Merlín, que fue alcanzada por el mar en 2021.

“La idea de que el mar llegaría algún día a nuestra puerta era impensable”, dijo Merlín, que vive en el pueblo desde 1987. “Una vez que el mar entró en nuestras casas, empezó a derribarlas una tras otra”.

En El Bosque, el océano ha arrasado más de la mitad de las casas del pueblo, así como la escuela primaria, la guardería y una carretera principal. Aunque México se encuentra inmerso en múltiples emergencias climáticas, desde graves sequías y escasez de agua en algunas zonas hasta inundaciones e incendios forestales en otras, El Bosque, con una población de 400 personas, es el primer caso registrado de un pueblo superado por la subida del nivel del mar.

Una mayor erosión de la costa y la destrucción del pueblo son inevitables en los próximos meses, según expertos en clima de organizaciones como Greenpeace y Conexiones Climáticas. El Bosque, situado en una delgada península que limita al este con el Golfo de México y al oeste con el río Grijalva, ha sido históricamente susceptible a los huracanes, aunque han sido los feroces frentes de los últimos años los que han devastado el pueblo.

Mapa de México que muestra El Bosque bordeado por el Golfo de México y el río Grijalva

Según los expertos, en un año todo el pueblo podría estar bajo el agua.

“No hay forma de que los miembros de la comunidad puedan quedarse donde están ahora”, dijo Pablo Montaño, coordinador general del grupo mexicano de activismo medioambiental Conexiones Climáticas. “Solo en el último año hemos visto desaparecer 30 metros de costa y el océano se ha llevado por delante una manzana y media de casas y la escuela”.

A lo largo del lado oriental de El Bosque, la destrucción del pueblo es evidente a medida que la espumosa marea del Golfo de México se estrella contra los restos de las diezmadas casas de hormigón y los muros fracturados de la escuela abandonada. La única pared de la escuela que sigue en pie muestra las letras del alfabeto y una pizarra con las tablas de multiplicar escritas en ella.

Después de que la marea alcanzara la escuela el pasado diciembre, las clases se trasladaron al otro lado de la calle, a una destartalada choza de zinc con suelo de tierra, donde las clases de los alumnos se han reducido de tiempo completo a dos lecciones de una hora a la semana.

“Es imposible que nuestros hijos sigan aprendiendo en estas condiciones”, afirma Guadalupe Cobos mientras observa los pupitres cubiertos de arena de la choza.

Cobos, de 46 años, que vive en el pueblo desde 1986, dice que sus hijos ahora van a la escuela en el pueblo de Frontera, a 15 minutos en coche de El Bosque. “No todos los niños de El Bosque tienen esta opción”, dice. “Muchos ya no van a la escuela”.

Después de que el océano se tragara la casa de Merlín, él y su familia se refugiaron en la iglesia del pueblo, donde viven desde 2021. La familia y los cientos de otros residentes que perdieron sus hogares, se encuentran entre un número creciente de mexicanos desplazados por la crisis climática.

“Ahora somos migrantes en nuestro propio país”, dijo Cobos. “El gobierno dice que nos ayudará con la reubicación, pero llevamos años oyendo eso”.

En febrero y de nuevo en mayo, se le preguntó al presidente de México, Andrés Manuel López Obrador en su conferencia de prensa matutina diaria sobre los planes del gobierno para proporcionar viviendas a los residentes de El Bosque. López Obrador, originario de Tabasco, estado donde se encuentra el poblado El Bosque, dijo que la emergencia del pueblo “está siendo atendida” por el Gobierno.

Sin embargo, los habitantes de El Bosque están perdiendo la fe en que llegue la ayuda. Dicen que las agencias gubernamentales les han dicho en múltiples ocasiones que serán reubicados, pero esas garantías siguen sin cumplirse.

El gobierno mexicano está “buscando ofrecer una alternativa de vivienda adecuada para las familias afectadas por el cambio climático” en El Bosque, dijo la Comisión Nacional de Vivienda, conocida como Conavi, a The Guardian por correo electrónico.

“Se necesitan terrenos para reubicar a las familias”, escribió Conavi. “En este momento, no se ha definido una ubicación definitiva y se están explorando varias opciones”.

Conavi dijo que el gobierno federal, estatal y municipal “atenderán las necesidades de la comunidad”, y agregó que “el proceso de reubicación no es un proceso lineal o mecánico donde cada uno de los pasos esté definido”.

Mientras tanto, los habitantes de El Bosque viven con el temor de que el próximo huracán o frente importante de lluvia y viento se lleve las pocas viviendas que quedan en pie.

“Puede que seamos la primera comunidad afectada por la subida del nivel del mar en México, pero no seremos la última”, afirma Cobos. “El cambio climático está en nuestras casas, nuestras calles y nuestras escuelas. Está aquí para quedarse, y es hora de que nos vayamos”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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