La marioneta Little Amal publica el sufrimiento de los migrantes en la frontera EU-México
La marioneta Little Amal en la Plaza de la Mexicanidad de Ciudad Juárez, México, el 26 de octubre. Foto: José Luis González/Reuters

La marioneta que representa a una niña siria migrante ha dado la vuelta al mundo y ahora se encuentra en la frontera reconfortando a refugiados y solicitantes de asilo.

Tras dos años recorriendo medio mundo en busca de su madre y de un nuevo hogar, una niña siria de 10 años logró llegar a la frontera entre México y Estados Unidos.

Llegó a la puerta 36 del puerto de entrada del muro fronterizo, por donde multitud de solicitantes de asilo y refugiados han cruzado a Estados Unidos.

De pie en suelo mexicano, saludó a un grupo de venezolanos sentados entre basura y ropa en la orilla norte del Río Bravo. Dos niños junto al río le devolvieron el saludo, asombrados por su estatura de 3.5 metros y sus facciones más grandes que la vida.

Al igual que ella, estaban a pocos metros de llegar a Texas y parecían confundidos ante el alambre de púas y una frontera fuertemente vigilada. A diferencia de ella, no tenían autorización de las autoridades para cruzar.

El nombre de la “niña” es Little Amal y es una marioneta, alta pero infantil, la figura central de un proyecto internacional de artes teatrales llamado The Walk, diseñado para proyectar esperanza, ánimo y solidaridad a quienes huyen de la guerra, la violencia, la pobreza y la persecución.

Los creadores de la marioneta empezaron a impulsarla en una sinuosa odisea que comenzó en la frontera siria con Turquía en 2021. Representando a un refugiado no acompañado en busca de familia y comunidad, visitó más de 90 ciudades, con una acogida desigual, en un viaje hasta el Reino Unido.

En septiembre inició un nuevo viaje de 10 mil kilómetros por 35 ciudades estadounidenses.

Los viajes de la marioneta Little Amal pretenden suscitar empatía y compasión por la lucha de los desplazados. En las ciudades gemelas de El Paso (Texas) y Juárez (México), atravesadas por la frontera, también celebraba y rendía homenaje a las comunidades locales, según el productor del proyecto, David Lan.

“Es asombrosa la relación entre El Paso y Juárez. Es poética, pero también trágica”, afirmó.

La marioneta Little Amal publica el sufrimiento de los migrantes en la frontera EU-México - La-marioneta-Little-Amal-publica-el-sufrimiento-de-los-migrantes-en-la-frontera-EU-Mexico-1
La marioneta Little Amal camina por la orilla del Río Bravo, frente al muro fronterizo de Estados Unidos, en el estado mexicano de Chihuahua, el 26 de octubre. Foto: Hérika Martínez/AFP/Getty Images

Estas ciudades interdependientes comparten el río y su historia, cultura e idioma.

También se han enfrentado a los mismos retos a la hora de hacer frente a las decenas de miles de personas procedentes de otras partes de México, Centroamérica y Sudamérica y de docenas de otros países que llegan y necesitan ayuda de camino a un puerto seguro en Estados Unidos.

La población local ha sido testigo de escenas de penuria humanitaria e incluso de muerte, que han afectado a los migrantes, pero también a los residentes.

Antes de cruzar a México la semana pasada, la marioneta Little Amal visitó el lugar del tiroteo masivo por motivos raciales en el Walmart de El Paso en 2019. Entre las 23 personas que murieron en ese ataque había mexicanos y estadounidenses de ambos lados de la frontera, en una tragedia que tensó, pero no rompió la resiliencia y los lazos binacionales de las comunidades.

En el memorial nacional Healing Garden para recordar a los fallecidos, la pequeña Amal rindió homenaje a las víctimas, en un acto organizado por Creative Kids, una organización que atiende a niños y familias directamente afectados por el tiroteo.

Olivia Izquierdo, de siete años, no pudo evitar gritar un exuberante “¡Bienvenidos a El Paso!” durante un minuto de silencio.

A continuación, la niña alzó la mano para entregar un enorme ramo de flores de papel a la marioneta Little Amal. Los cuatro titiriteros, manejando 35 kilos de caña y fibra de carbono, manipularon la marioneta para que colocara el ramo bajo el monumento iluminado.

La marioneta Amal no pronunció ningún discurso: no habla sino que se sirve de su expresivo rostro y de los delicados gestos de sus manos para comunicar sentimientos de empatía, ternura, alegría o tristeza, a menudo trascendiendo claramente los límites de las palabras habladas y el lenguaje.

“Amal es un faro de esperanza, resistencia y perdón”, afirma Andrea Gates, cofundadora de Creative Kids. “Y eso es lo que representa esta comunidad”.

Durante su visita transfronteriza de dos días, fue recibida calurosamente en actos públicos gratuitos y festivales. Un grupo de mariachis ofreció una serenata a la marioneta Amal en el centro de El Paso, en un festival para poner de relieve la difícil situación de los desplazados, donde bailó y paseó con niños inmigrantes que habían hecho versiones de cartón de colibríes, que migran entre Sudamérica y Norteamérica.

La marioneta Little Amal publica el sufrimiento de los migrantes en la frontera EU-México - 2-La-marioneta-Little-Amal-publica-el-sufrimiento-de-los-migrantes-en-la-frontera
La marioneta Little Amal juega con niños migrantes en un parque durante su viaje por la frontera entre México y Estados Unidos en El Paso, Texas, el 25 de octubre. Foto: José Luis González/Reuters

La marioneta Little Amal jugó con los niños en los columpios y en un tobogán del parque, antes de celebrar su “cumpleaños” con una fiesta tradicional mexicana en la que rompió una piñata.

Luego, mientras caminaba, representantes de organizaciones comunitarias y religiosas le dieron comida y agua, emulando la forma en que los voluntarios ayudan a los migrantes hambrientos y sedientos en sus viajes.

Francielis Montoya se vio a sí misma en la marioneta Amal. Dijo que El Paso es donde se había sentido más acogida y ayudada entre todas las ciudades de Argentina, Colombia y Bolivia donde ha vivido desde que huyó de la pobreza extrema en su Venezuela natal en 2014.

“Me sentí como ella, aceptada”, dijo Montoya, de 23 años, que estaba con su hijo de un año y sus gemelas de cuatro en el parque.

Se alojaba en Casa Carmelita, un albergue local, tras cruzar la frontera y mientras hacía planes para viajar a Virginia.

La marioneta Little Amal viajó al día siguiente a Juárez, su primera vez en México y el primer país latinoamericano e hispanohablante de su largo viaje.

Se unió a cientos de niños en una celebración de tipo carnavalesco en la Plaza de la Mexicanidad, justo al otro lado mexicano de la frontera. Interactuó con niños y adultos, la mayoría de los cuales se tomaron selfies y quisieron tener la oportunidad de tocar la marioneta, y también bailó con cuatro bailarines folclóricos mexicanos.

“México es tu casa y Juárez tu hogar”, dijo Rubí Enríquez, jefa de los servicios municipales para la familia y la infancia y esposa del alcalde de la ciudad.

Monserrat Meléndez, que trabaja para Caena, organización de Juárez que ayuda a los niños inmigrantes a encontrar escuela asistió a la evocadora escena.

Durante años, la ciudad ha sido un refugio para niños desplazados que, como la pequeña Amal, huían de la violencia, no solo en otros países, sino también dentro de México, dijo Meléndez.

Actualmente imparte clases de primer grado a niños mexicanos que, con sus familias, han abandonado sus lugares de origen en los estados mexicanos de Michoacán, Guerrero y Chiapas a causa de la violencia de las bandas relacionadas con el narcotráfico, explicó.

“Es desgarrador por lo que pasan estos niños, pero ver esta marioneta e interactuar con ella es una distracción positiva para ellos”, afirma.

Aunque es difícil pasar desapercibida, incluso desde lejos, la marioneta Little Amal pareció de repente diminuta al contemplar la enorme escultura roja estilizada en forma de X, La Equis, de Enrique Carbajal González, alias Sebastián, que representa la intersección histórica en México de los pueblos indígenas y los españoles. Domina la frontera y la pequeña Amal corrió hacia el norte para asomarse desde Juárez a El Paso, y luego pareció amedrentada por el muro fronterizo que bloqueaba su camino.

Más tarde recorrió una carretera de Juárez paralela al muro, saludando a los sorprendidos conductores, y esa misma noche cruzó de nuevo a Estados Unidos por un puerto de entrada internacional.

La última parada de Amal antes de partir hacia California y otras siete ciudades mexicanas fue el refugio de la iglesia católica del Sagrado Corazón de El Paso, por donde han pasado miles de migrantes.

Uno de los residentes, Esaú Colindres, de 21 años, admitió estar asustado por el incierto camino que le esperaba desde que cruzó la frontera sin autorización cinco días antes. Pero dijo que lo que había sufrido en su Honduras natal era mucho peor, donde fue intimidado y amenazado por vivir con su pareja del mismo sexo.

“Amal me hizo sentir feliz y en paz de nuevo. Por un momento, olvidé todas mis penurias”, dijo Colindres. “Ella me dio esperanza”.

Traducción: Ligia M. Oliver

No te pierdas: Matthew Perry me llevó a Alcohólicos Anónimos: salvar a la gente le importaba más que Friends

Síguenos en

Google News
Flipboard