Fantasmas del pasado: temor a un revés al aborto tras la victoria de Milei en Argentina

Tres años después de que Argentina hiciera historia como el primer país latinoamericano en legalizar el aborto, los defensores de los derechos de la mujer se preparan para volver a la batalla tras la elección de Javier Milei como presidente.

“El panorama es muy desolador”, afirma Soledad Deza, de la Fundación Mujeres x Mujeres. “Este es un gobierno que nos está prometiendo mayor desigualdad y, desde el primer minuto, que la autonomía, soberanía e independencia de nuestros cuerpos no va a ser apoyada por el Estado”.

Milei, un volátil libertario de extrema derecha, ha adoptado sistemáticamente una postura de línea dura en cuestiones relacionadas con la mujer: ha prometido convocar un plebiscito para decidir si se deroga la legalización del aborto que marcó un hito en 2020, ha calificado la justicia social como una “aberración” y ha prometido cerrar el Ministerio de la Mujer, el Género y la Diversidad del país.

Ha negado la existencia de una brecha salarial de género, a pesar de que las estadísticas indican que las mujeres del país ganan un 27% menos que los hombres, y ha sido acusado de ignorar la existencia de la violencia de género y la discriminación en un país donde una mujer fue asesinada cada 35 horas en promedio el año pasado.

“Sin duda, los resultados son un golpe al corazón”, dijo Deza. “Para quienes trabajamos en estos temas, creo que tenemos mucha lucha y organización por delante”.

El discurso desatado por Milei hace eco al de Donald Trump en Estados Unidos o Jair Bolsonaro en Brasil, insinuando lo que puede venir para Argentina, dijo Giselle Carino, de Fòs Feminista, una alianza internacional de organizaciones por los derechos de las mujeres centrada en la justicia reproductiva. “El resultado de las elecciones, aunque esperado, es devastador para todos los que trabajamos en estos temas”.

Aunque los analistas han sugerido que el congreso del país, muy fragmentado, puede obligar a Milei a moderar algunas de sus propuestas más radicales, Carino dijo que era demasiado pronto para saberlo. “Lo que hemos aprendido, por desgracia, es que cuando la gente hace declaraciones sobre nuestros temas como él hizo, tenemos que tomárnoslo en serio”.

En las elecciones se produjo un cambio de tono que podría tener efectos de largo alcance, dijo Claudia Laudano, investigadora y profesora de estudios feministas en la Universidad de La Plata. “Se está poniendo en duda la legitimidad de todo el trabajo que venimos realizando desde hace tanto tiempo, y eso es muy preocupante”, dijo.

Puso como ejemplo los esfuerzos de Milei por restar importancia a la violencia contra las mujeres. “Reconocer públicamente cómo afecta la violencia a las mujeres en particular es algo en lo que hemos trabajado durante mucho tiempo y Milei está diciendo que todas las violencias son iguales. Esto alimenta un discurso que es muy peligroso”.

Los miembros de la comunidad LGBTQ+ dijeron que también se preparaban para un retroceso de sus derechos tras las elecciones. “Mi primera sensación fue miedo, fantasmas del pasado”, dijo Mariana Gisela Tissone, de 50 años, una mujer trans y activista que dijo que pudo hacer la transición gracias a una ley implementada durante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

“Nunca pensé que la extrema derecha iba a ganar aquí, especialmente con esos mensajes de apoyo a la dictadura”, añadió. “No sé qué hará Milei mañana, nadie lo sabe, pero me preocupa un retroceso en materia de derechos humanos, los que hemos conquistado. Me siento igual que hace 20 años”.

Durante la campaña, Milei y su partido La Libertad Avanza trataron de marginar repetidamente a las personas LGBTQ+, dijo la periodista Adriana Carrasco, citando como ejemplo los comentarios de un portavoz de Milei que comparaba el matrimonio entre personas del mismo sexo con elegir no bañarse, contraer piojos y quejarse después de que a la gente no le gustan los piojosos.

Para muchos miembros de la comunidad, la discriminación de los políticos se ha traducido en un aluvión de insultos y abusos personales, dijo. “Durante todo este tiempo hemos sufrido muchos ataques de sus seguidores, sobre todo en las redes sociales”.

Según ella, parte del resultado de las elecciones podría interpretarse como un contragolpe a los avances logrados en los últimos años. “Hay un núcleo duro de votantes de La Libertad Avanza que son hombres jóvenes, algunos de ellos con bastantes dificultades económicas y otros que no, que se resisten a los avances de las mujeres y de la comunidad LGBT”.

Argentina es desde hace tiempo un líder regional en materia de políticas progresistas sobre igualdad de género y derechos de la comunidad LGBTQ+, con la promulgación de la primera ley de cuotas de participación por sexo de América Latina en 1991 y la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo en 2010. En 2021 se promulgó una ley que permitía a las personas no binarias marcar su género con una X.

Pero Carrasco cree que el grueso de quienes votaron por Milei lo hicieron movidos por su bolsillo, con la esperanza de sacudir una economía que ha dejado al 40% de los 45 millones de ciudadanos del país luchando contra la pobreza en medio de tasas de inflación que han trepado a más del 140%.

Aun así, está segura de que Milei intentará aprovechar su victoria para introducir reformas sociales junto a sus políticas económicas. “Van a aprovechar para hacer todo lo que quieran”, afirma Carrasco.

Carino, de Fòs Feminista, opina que cualquier intento en este sentido provocaría un duro enfrentamiento con los vibrantes movimientos sociales argentinos. “Vamos a seguir luchando”, afirmó. “Estas leyes no se aprobaron en el Congreso. Estas leyes se aprobaron porque la gente luchó en las calles. Y seguiremos luchando”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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