Menos carne y más sobras: 21 propósitos de sostenibilidad alimentaria para 2024
La carne de res tiene un impacto climático mucho mayor que cualquier otro alimento de consumo habitual. Ilustración: Olivia Heller/The Guardian

¿Qué opinas de rebusca sobras en la basura? Puede que vuelvas a casa con cientos de dólares en alimentos perfectamente comestibles que están a punto de caducar, pero no han pasado su fecha de caducidad.

1 Comer menos carne de res

Nadie quiere que le digan lo que tiene que comer cuando la comida nos conecta con la cultura, el patrimonio, la familia y la identidad. Pero las cifras son difíciles de ignorar: la carne de res tiene un impacto climático mucho mayor que cualquier otro alimento de consumo habitual. Si no estás preparado para renunciar por completo a las hamburguesas o a las costillas, empieza por cambiar una ración de res a la semana por una de pollo: ahorrarás 0.71 toneladas de CO2 al año por persona.

2 Vota, sobre todo en las elecciones locales

Los cambios individuales en el consumo no van a ser suficientes para arreglar nuestro maltrecho sistema alimentario. Si lo que más te preocupa es el desperdicio de alimentos, los subsidios a las grandes empresas agrícolas o la protección de los trabajadores del campo, querrás representantes que luchen por tus intereses cuando llegue el momento de diseñar políticas.

3 Cambia tu estufa de gas por una eléctrica

Las estufas de gas son perjudiciales para la salud y emiten gases que calientan el planeta incluso cuando no se utilizan. Cambiarlas no es posible para todo el mundo y puede ser especialmente complicado para las personas que rentan su vivienda, pero independientemente de tu situación, vale la pena usar la calculadora IRA de Rewiring America para ver qué tipo de descuentos pueden estar disponibles para ayudarte a hacer el cambio.

4 Organiza un intercambio de utensilios de cocina

¿Compraste una batidora de inmersión en oferta hace tres años sólo para darte cuenta de que no te gusta comer sopa? ¿A tu amiga le regalaron en su boda un exprimidor de lujo que nunca ha tocado? Organiza un intercambio para que tú y tus amigos puedan dar una nueva vida a los aparatos que acumulan polvo en sus cocinas sin gastar un centavo.

5 Almacena bien los alimentos para que no se desperdicien

Alrededor del 40% de los alimentos que se desperdician en Estados Unidos ocurre en casa. Combátelo almacenando los alimentos de la forma adecuada para que duren más. Empieza por poner las hierbas frescas con el tallo hacia abajo en una taza de agua y separa las manzanas del resto de la fruta para que el etileno que liberan no haga que otros productos se echen a perder y luego consulta savethefood.com para ver otros consejos.

6 Comprométete cívicamente

Aunque no sea época de elecciones, puedes influir en las decisiones sobre sostenibilidad a nivel sistémico. Únete al consejo local de residuos sólidos para opinar sobre cómo gestiona tu ciudad los residuos alimentarios. Testifica ante el ayuntamiento sobre cómo perjudica a los residentes el hecho de que los edificios de departamentos dependan de estufas de gas. Si no sabes por dónde empezar, busca organizaciones locales que ya estén actuando y pregunta cómo puedes participar.

7 A la basura

Sigue el ejemplo de Anna Sacks y rebusca en la basura de tu Starbucks o supermercado. Puede que vuelvas a casa con cientos de dólares en alimentos perfectamente comestibles que están a punto de caducar, pero no han pasado su fecha de caducidad. (Obtén más información sobre la legalidad y la seguridad de buscar alimentos en la basura aquí). Mejor aún, pide a la empresa en cuestión que deje de tirar comida y empiece a donarla a un banco de alimentos local.

8 Lleva contigo productos reutilizables

Las tasas de reciclaje en Estados Unidos son terriblemente bajas, pero la mayoría de nuestras vidas no están preparadas para evitar comprar comida rápida nunca más. Las botellas reutilizables y las tazas de café isotérmicas son cada vez más habituales, pero ¿por qué no guardas utensilios portátiles y recipientes de comida en tu bolsa, el coche o el escritorio de la oficina para cuando los necesites?

9 Date tiempo para experimentar con ingredientes y recetas sostenibles

Está muy bien hablar de cómo ingredientes como el alga kelp, el amaranto o los chapulines en polvo en pueden ayudar a que nuestra dieta sea menos intensiva en carbono. Pero es poco probable que adoptemos voluntariamente alimentos más resistentes al cambio climático si no disfrutamos comiéndolos, lo que significa que tenemos que aprender a cocinar con ellos. Dedica tiempo a experimentar e identificar recetas que te ayuden a disfrutar de una alimentación más respetuosa con el planeta.

10 No desperdicies las sobras

Pide siempre para llevar los restos de las comidas fuera y llévate esas sobras a casa (mejor aún, llévate tu propio recipiente vacío). Siempre puedes transformar las sobras en algo nuevo: ese curry del día anterior puede convertirse en el relleno de los rollitos de huevo frito de mañana, por ejemplo. Y si te hartas de comer siempre lo mismo, prueba congelar una porción de lo que prepares en casa para poder sacarla y recalentarla para una comida rápida dentro de unas semanas.

11 Continúa aprendiendo

Es difícil hacerlo mejor si no sabes cómo, así que comprométete a mantenerte informado. Lee un libro o ve un documental este año que te enseñe más sobre sistemas alimentarios, residuos o cambio climático. (¿Por dónde empezar? Farming While Black, de Leah Penniman, y The One-Straw Revolution, de Masanobu Fukuoka, están en mi lista para 2024, y la película Gather es una de mis favoritas de años anteriores).

12 Ponte en contacto con tus representantes sobre la ley agrícola

La ley agrícola ha sido descrita como “la ley climática más importante que aprobará este Congreso”, ya que afecta a todo, desde el uso de la tierra hasta las emisiones de metano y la contaminación del aire y el agua. Lee esta información y ponte en contacto con tus representantes para hacerles saber qué disposiciones te gustaría que se incluyeran en la ley.

13 Come más plantas (y hongos) y menos productos animales

Aunque la carne de res es el peor enemigo del clima (véase el punto 1), otros productos animales, como el queso, también afectan al clima. Las necesidades nutricionales de cada persona son diferentes, y no tienes que volverte vegano de la noche a la mañana para tener un impacto positivo, pero puedes empezar a incorporar más platos a base de plantas y setas, independientemente de dónde te encuentres en tu viaje climático.

14 Sé voluntario

Busca un banco de alimentos local, una granja urbana o una organización centrada en la soberanía alimentaria y dona parte de tu tiempo para alimentar a los hambrientos, cuidar un huerto u ofrecer asistencia administrativa. Los cambios políticos son necesarios para lograr un cambio sistémico a largo plazo, pero mientras tanto, hay personas que caen por las grietas de nuestro sistema actual y necesitan ayuda de inmediato.

15 Empieza a compostar

Sólo el 5% de los 66.2 millones de toneladas de residuos de alimentos que generamos cada año en Estados Unidos se convierte en composta, a pesar de que las compostas nos permiten evitar las emisiones de metano que se producen al enviar los alimentos a los basureros (además, la composta crea un suelo sano). Si dispones de espacio y tiempo, crea tu propio sistema de compostaje en casa o infórmate sobre los puntos de recogida para composta más cercanos. Si no hay nada disponible, busca una organización ciudadana o sin fines de lucro que abogue por aumentar las opciones de compostaje en tu zona.

16 Elige vidrio o aluminio en lugar de plástico

En Estados Unidos sólo se recicla el 5% del plástico; el 95% restante se deposita en basureros o se incinera. Las tasas de reciclado del aluminio y el vidrio, aunque todavía podrían mejorar, son mucho más altas en Estados Unidos, así que si tienes que elegir, elige una bebida o un alimento en aluminio o vidrio en lugar de plástico, y asegúrate de depositarlo en el contenedor de reciclado adecuado cuando termines.

17 Utiliza los restos de comida para hacer tintas naturales

¿Sabías que puedes utilizar las sobras y cáscaras que tienes por la cocina para proyectos personales con tintas naturales? Dale una nueva vida a tu ropa vieja o de segunda mano utilizando huesos de aguacate, pieles de cebolla y cáscaras de granada para teñir tus prendas con una gama de rosas, amarillos y cafés intensos.

18 Averigua si tu supermercado utiliza refrigeradores amigables con el medio ambiente

Los hidrofluorocarbonos (o HFC) que suelen utilizarse como refrigerantes en los refrigeradores son “supercontaminantes”, con un potencial de calentamiento global miles de veces superior al del dióxido de carbono, aunque existen alternativas sin HFC. Averigua qué utiliza tu supermercado local y haz que las tiendas de comestibles se responsabilicen por ofrecer opciones más respetuosas con el medio ambiente utilizando las herramientas en línea de climatefriendlysupermarkets.org.

19 Haz una lista de compras y cíñete a ella

Las tiendas de comestibles están diseñadas para que compres más de lo que tenías pensado, y cuando lo haces, ese exceso puede convertirse fácilmente en desperdicio de alimentos. Para minimizar las compras excesivas, haz un plan de comidas y una lista de compras en casa y cíñete a ella una vez que estés en la tienda. Y no vayas a comprar con el estómago vacío: el hambre puede empujarte a comprar más.

20 Crea un hábitat para los polinizadores

Según el USDA, el 35% de los cultivos alimentarios del mundo dependen de los animales polinizadores, pero estas criaturas están amenazadas. Muéstrales un poco de amor limitando el uso de pesticidas en tu jardín, plantando una diversidad de plantas endémicas o instalando una caja para murciélagos (lo creas o no, los murciélagos también son polinizadores esenciales, aunque incomprendidos).

21 En caso de duda, piensa en colectivo, no individualmente

Incluso si pudieras eliminar toda tu huella personal mañana, el sistema alimentario actual mantendría a todos los que te rodean atrapados en un status quo ecológicamente destructivo, lo que significa que es más impactante cambiar los sistemas que nos mantienen atrapados en ciclos insostenibles que lograr la pureza moral personal. Así que, si tienes poco tiempo o energía para dedicar a la sostenibilidad, prioriza las acciones que produzcan un cambio colectivo en lugar de individual siempre que sea posible.

Traducción: Ligia M. Oliver

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