Una forma de abrirse al mundo: galería reaviva el arte malgache
La antigua oficina de correos de la capital, Antananarivo, se ha convertido en la primera gran sede de arte contemporáneo de Madagascar: la Fondation H. Foto: Fabio Thierry/Fondation H

En un país asolado por emergencias alimentarias y de salud, el arte es vital, afirma Hobisoa Raininoro. “Es importante aportar una nota de esperanza, mostrar la belleza, la creatividad y alimentar la mente y la imaginación”, afirma la cocuradora de la exposición inaugural de la primera gran sede de arte contemporáneo de Madagascar, la Fondation H.

Hasta el año pasado, Madagascar tenía una escena artística vibrante, pero ningún museo público de arte moderno ni escuela de arte. En abril, tras dos años de restauración, una antigua oficina de correos de la capital, Antananarivo, abrió sus puertas como nueva galería de la Fondation H. Su primera exposición, Bientôt, es una muestra de arte contemporáneo.

Su primera exposición, Bientôt je vous tisse tous (Pronto les tejeré todo), estará abierta hasta finales de febrero, y está dedicada a Zoarinivo Razakaratrimo, decana del arte malgache. Conocida como Madame Zo, su obra se ha expuesto en todo el mundo y ha sido adquirida por el Museo Nacional de Arte Africano del Smithsonian de Washington.

La exposición de la Fondation H es la primera vez que la artista textil, fallecida en 2020, se exhibe a tal escala en su país natal.

Madame Zo era famosa por su uso del tejido, una tradición ancestral que sigue floreciendo. Su obra se inspiraba en la lamba, una envoltura de seda o algodón que llevaban ambos sexos en Madagascar y que utilizaban las madres para atarse a la espalda a los recién nacidos y como mortaja funeraria.

Los visitantes de la Fondation H son recibidos por inmensas obras tejidas que cuelgan de los altos techos y llenan las cinco salas repartidas en dos plantas del gran espacio expositivo.

“El panorama artístico malgache está evolucionando hacia una dinámica prometedora. Las tendencias emergentes reflejan la riqueza cultural”. Richianny Ratovo

“Madame Zo desarrolló una técnica extremadamente compleja, liberándose de las limitaciones del material o el formato”, dice Raininoro.

“Tenía su propio lenguaje artístico: sus tejidos tienen formas y tamaños inusuales gracias a telares que ella misma fabricaba”.

“Integran varios centenares de materiales, como papel periódico, cintas magnéticas, componentes electrónicos, cobre, huesos, plantas medicinales, espuma industrial, hule, virutas de madera o alimentos perecederos”.

La Fondation H fue creada en 2017 por Hassanein Hiridjee, empresario franco-malgache y director ejecutivo del consorcio panafricano Axian. La fundación ocupó inicialmente un espacio mucho más pequeño antes de que el nuevo edificio abriera sus puertas en abril de 2023.

“Cada semana invitamos a cientos de niños de escuelas públicas a la Fondation H. Estos niños tienen muy pocas oportunidades y posibilidades en su vida”, explica Hiridjee, que añade que el programa anima a los niños “a hablar con su propia voz y a crear”.

“Con un sistema educativo muy cerrado, el acceso al arte es una forma de abrirse al mundo y a las posibilidades”, afirma Raininoro.

Madagascar, una de las islas más grandes del mundo, tiene uno de los índices de pobreza más altos del planeta. Se calcula que cerca de 1.6 millones de personas padecen inseguridad alimentaria y necesitan ayuda humanitaria. Tres cuartas partes de la población viven por debajo del umbral de pobreza.

Richianny Ratovo, una joven artista malgache que ganó el premio anual de arte de la Fondation H, el Prix Paritana, en 2021, afirma que la Fondation H ha “desempeñado un papel decisivo” en su carrera.

Ganar el premio Paritana le dio una residencia de tres meses en la Cité Internationale des Arts, un complejo de París que acoge a artistas, coreógrafos, músicos, escritores y diseñadores. Desde entonces ha realizado una exposición individual en la capital francesa y posteriormente en Madagascar.

“Esta oportunidad me permitió convertirme en artista a tiempo completo”, afirma. “La Fondation H ha tenido un profundo impacto en la escena artística de Madagascar al llenar el vacío creativo resultante de la ausencia de escuelas de arte e instituciones que promuevan el arte”.

La Fondation H ha expuesto las obras de al menos 50 artistas desde su creación y patrocinó el primer pabellón malgache en la Bienal de Venecia en 2019. Forma parte de una creciente escena artística en Antananarivo, con la llegada de una serie de salas de arte y galerías más pequeñas, como Hakanto Contemporary, un espacio sin fines de lucro para artistas; así como la Is’art Galerie y la Flow Gallery.

“El panorama artístico malgache está evolucionando hacia una dinámica prometedora”, afirma Ratovo. “Las tendencias emergentes reflejan la riqueza cultural, lo que hace que la escena sea especialmente cautivadora”.

Temandrota, otro artista malgache, afirma que practicar el arte en Madagascar “requiere valentía” y que “el principal reto es creer en el arte (cuando) la sociedad no lo hace”.

Añade que el arte de Madame Zo tiene que ver con estos tiempos cambiantes y desafiantes. Hemos visto la llegada de ropa de segunda mano del extranjero, una marca de la globalización, que contrasta con la antigua práctica del tejido”.

“Como el artista nunca está lejos de su sociedad, Madame Zo es un reflejo del mundo cambiante, de la globalización en su tejido”.

Traducción: Ligia M. Oliver

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