La Barcelona de Picasso: tras las huellas del artista en su juventud
El teatro y la ópera del Liceu, donde los Ballets Rusos, incluida Olga Khokhlova, que pronto sería esposa de Picasso, actuaron en 1917. Foto: Stefano Politi Markovina/Alamy

Cincuenta años después de su muerte, Barcelona, la ciudad en la que Picasso pasó su adolescencia ofrece una visión imprescindible de su vida y obra.

Pablo Ruiz Picasso nació en Málaga y pasó la mayor parte de su vida en Francia, pero fue posiblemente en Barcelona donde comenzó su evolución como el artista más célebre del siglo XX.

La familia se trasladó a Barcelona en 1895, cuando Picasso tenía 13 años, y allí vivió y estudió durante nueve años antes de marcharse a París en 1904.

La primera casa de Picasso en la ciudad fue en los Porxos d’en Xifré, un gran edificio cerca del puerto que también alberga el restaurante 7 Portes. El edificio está enfrente de La Llotja, el antiguo edificio de la Bolsa que fue sede de la Escuela de Bellas Artes, a la que el artista asistió desde los 13 años.

Gran parte de la Barcelona actual estaba aún en construcción y Picasso pasó la mayor parte de su vida en Ciutat Vella, el casco antiguo.

Hay varias obras tempranas que representan lugares a tiro de piedra de La Llotja, entre ellos el Moll dels Pescadors, la basílica de Santa María del Mar, la playa de la Barceloneta y la casa de la Carrer de la Mercè, donde la familia se trasladó en 1896.

El primer estudio de Picasso es ahora un restaurante y hotel en la Carrer de la Plata, y la Sala Parés, en la estrecha Carrer de Petritxol, donde Picasso expuso en 1901, sigue en activo. Entonces, como ahora, la calle era famosa por el chocolate y la repostería: Picasso y otros artistas solían pasar por allí para hacer sus compras. Petritxol Xocoa es un buen lugar para probarlos. Muy cerca se encuentra la Carrer de Avinyó, donde hubo un burdel (en el número 44), que puede ser la inspiración de la obra cubista de Picasso Les Demoiselles d’Avignon. El biógrafo del artista, Josep Palau i Fabre, es de los que afirman que el título se refiere a la calle barcelonesa y no a la ciudad francesa. Picasso rechazó la teoría, y luego alimentó la ambigüedad diciendo: “No hay que creer siempre lo que digo”.

Estos lugares pueden explorarse gracias a un nuevo libro, Picasso-Barcelona: Una Cartografía (Editorial Tenov SL), a partir del cual los aficionados pueden seguir los pasos del artista por la ciudad y visitar sus lugares favoritos.

“Els Quatre Gats pretendía trasladar el espíritu bohemio de París a Barcelona.”

Escrito por Claustre Rafart i Planas, antiguo conservador del Museu Picasso de Barcelona, el libro, bellamente ilustrado, ofrece una visión de la Barcelona de entonces.

Cada uno de sus ocho capítulos contiene un mapa con los lugares mencionados en el texto, con una clave que indica si aún existen o están abiertos a los visitantes.

Quizás el lugar de reunión más famoso de Picasso fue Els Quatre Gats, el elegante bar diseñado por el arquitecto modernista catalán Josep Puig i Cadafalch y encargado por los artistas Ramon Casas y Santiago Rusiñol. Se inspiró en el bar parisino Le Chat Noir y pretendía trasladar a Barcelona el espíritu bohemio de la capital francesa. La expresión catalana quatre gats (cuatro gatos) significa “casi nadie”.

En La Rambla hay muchos lugares asociados a Picasso, entre ellos la fuente de Canaletes, que dibujó de memoria en 1968, y el teatro y la ópera del Liceu, donde actuó el ballet ruso en 1917. Las bailarinas se alojaban en el Hotel Ranzini de La Rambla, que Picasso visitaba a menudo porque estaba encaprichado con Olga Khokhlova, la bailarina con la que más tarde se casó, a pesar de que la madre de Picasso se lo advirtió diciéndole: “No creo que ninguna mujer sea feliz con mi hijo”.

Fuera del casco antiguo, Picasso también frecuentaba los teatros de la avenida Paral-lel y las plazas de toros de Las Arenas y La Monumental. Las corridas de toros están prohibidas en Cataluña, y Las Arenas es ahora un centro comercial, mientras que La Monumental, donde actuaron los Rolling Stones en 1976, ha caído en desuso.

En 1970, Picasso donó a la ciudad cientos de sus obras, entre ellas 236 óleos que forman la base de la colección del Museu Picasso.

Picasso-Barcelona: Una Cartografía es una publicación conjunta del Ayuntamiento de Barcelona y el Museu Picasso que coincide con el 50 aniversario de la muerte de Picasso. La exposición Miró-Picasso se presenta en la Fundació Miró y en el Museu Picasso de Barcelona hasta el 25 de febrero.

Traducción: Ligia M. Oliver

No te pierdas: Una forma de abrirse al mundo: galería reaviva el arte malgache

Síguenos en

Google News
Flipboard