Caravana contra la mutilación genital femenina: campaña de 12 mil kilómetros para acabar con la práctica en África
Mujeres protestan en Madrid con motivo del Día Internacional de Tolerancia Cero con la Mutilación Genital Femenina, el 6 de febrero. Foto: Richard Zubelzu/Zuma Press Wire/Rex/Shutterstock

Supervivientes africanas de la mutilación genital femenina encabezarán a miles de activistas en una “campaña en caravana” de dos años por todo el continente para pedir el fin de esta práctica.

Organizada por #FrontlineEndingFGM, un grupo de activistas y organizaciones de base de África recorrerán unos 12 mil km a través de 20 países, entre ellos Nigeria, Sudán y Camerún en campaña contra la mutilación genital femenina.

Activistas, profesionales médicos y líderes religiosos de zonas de alta incidencia de estos países celebrarán una serie de actos y emisiones de radio adaptados a los retos locales para erradicar la MGF. En la frontera de cada país, los convoyes entregarán a la siguiente caravana una pancarta contra la MGF y el libro de compromisos “Querida hija”, en el que las familias se comprometen a proteger a sus hijas de la ablación.

“Estamos transfiriendo el poder”, afirmó Ayo Bello-Awodoyin, que dirige la Campaña Mundial de Medios de Comunicación para acabar con la mutilación genital femenina en Nigeria. “Los activistas de base que han estado haciendo el trabajo, pero no han tenido realmente el respaldo para hacerlo a este nivel, tendrán ahora la oportunidad de salir en masa a través de diferentes países y liderar estos esfuerzos”.

La campaña, inspirada en los movimientos “autobús rosa” contra la MGF que comenzaron hace casi una década en Gambia, comenzará en Mauritania en junio y se prolongará hasta mediados de 2026, cuando finalice en Yibuti.

La MGF en África ha disminuido en las últimas tres décadas, en algunos lugares más rápido que en otros. En países como Kenia, Burkina Faso, Togo y Liberia se ha producido un rápido descenso, mientras que en Gambia, Somalia, Malí y Guinea aún existe un alto grado de arraigo. En Sierra Leona, sigue siendo legal a pesar de las continuas peticiones de prohibición, que se reavivaron después de que tres niñas murieran durante un ritual de mutilación genital femenina en enero. Aunque muchos países africanos tienen leyes contra la MGF, los activistas afirman que su escasa aplicación permite que la práctica persista.

“El principal problema es la eficacia de las leyes: si decimos que la MGF es un delito punible pero no hay enjuiciamiento, se convierte en un gran desafío”, afirmó Bello-Awodoyin.

Los activistas contra la mutilación genital femenina afirman que, para erradicar esta práctica, a menudo arraigada en creencias culturales y religiosas, la defensa debe adaptarse a cada región en la que esté extendida. En Somalia, por ejemplo, donde el 98% de las mujeres han sufrido MGF, la idea de que la ablación es un requisito religioso impide su erradicación, según los grupos de derechos.

“Para la comunidad tendrá un gran impacto oír a un líder religioso decir que no es una práctica religiosa, sino cultural”, afirmó Ifrah Ahmed, superviviente de la MGF y fundadora de la fundación Ifrah, que aboga por el fin de la ablación.

Los activistas utilizarán la caravana para movilizarse a las comunidades de zonas de difícil acceso, incluidos los campos de desplazados internos, donde proyectarán documentales sobre las repercusiones de la mutilación genital femenina en la salud, incluidas las complicaciones del parto y los problemas menstruales, sexuales y psicológicos.

“Cuando vean estos documentales por sí mismos, les llegará de otra manera. Una cosa es decirles que las niñas mueren a causa de la MGF y otra que lo vean”, afirma Ahmed.

Los activistas afirman que las campañas radiofónicas periódicas son una forma eficaz de llegar a las comunidades. Un proyecto de radiodifusión de tres años organizado por líderes religiosos en la región del río Tana, en el sur de Kenia, dio como resultado un descenso del 84% en la peor forma de mutilación genital femenina, según la Global Media Campaign. La organización espera que la caravana dé un nuevo impulso a la lucha contra la MGF en todo el continente, ya que las amenazas, incluido el cambio hacia la MGF medicalizada en el Cuerno de África y las prácticas clandestinas, amenazan con deshacer los avances.

“Espero que la gente aprenda lo perjudicial que es la mutilación genital femenina… y que las supervivientes y los líderes de las organizaciones de base no dejen de luchar”, declaró Bello-Awodoyin.

Traducción: Ligia M. Oliver

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