Israel denuncia que la demanda por genocidio de Sudáfrica ante la CIJ pretende defender a Hamás
Manifestantes proisraelíes se reúnen en La Haya el viernes mientras Sudáfrica pide a la CIJ que conceda medidas de emergencia para detener la ofensiva de Rafah. Foto: Yves Herman/Reuters

Israel arremetió el viernes contra la demanda presentada por Sudáfrica ante la Corte Internacional de Justicia por considerarla una “explotación obscena” de la convención sobre genocidio, alegando que su objetivo no era proteger a los civiles palestinos, sino defender a los militantes de Hamás.

Los representantes de Israel declararon ante el Tribunal que su país estaba librando una guerra de autodefensa que “no quería ni había empezado”. Afirmaron que Israel realizaba esfuerzos “extraordinarios” para proteger a los civiles y que había cumplido órdenes anteriores del tribunal de permitir la entrada de más ayuda en Gaza.

“Se está produciendo un conflicto trágico, pero no un genocidio”, declaró ante el tribunal el funcionario del Ministerio de Justicia israelí Gilad Noam. Pidió a los jueces que anularan la petición de Sudáfrica que solicitaba al tribunal que ordenara el cese de la ofensiva militar en Rafah e impusiera un alto al fuego en toda Gaza.

La audiencia en La Haya se celebró cuando todos los países del G7, salvo Estados Unidos, enviaron una carta conjunta instando a Israel a cumplir el derecho internacional en Gaza y a abordar la devastadora crisis humanitaria que sufre la zona, informó Reuters. Australia, Corea del Sur, Nueva Zelanda, Países Bajos, Dinamarca, Suecia y Finlandia también firmaron.

Estados Unidos advirtió de que Gaza se enfrenta a una “hambruna inminente”, y el secretario de Estado, Antony Blinken, declaró esta semana que no había visto un plan creíble para proteger a los civiles en Rafah antes del previsto ataque israelí.

La población de la ciudad al sur de Gaza había aumentado hasta cerca de 1.5 millones de personas durante siete meses de guerra, a medida que los palestinos huían de las ofensivas terrestres israelíes en otros lugares. Ahora, más de 600 mil personas han vuelto a huir hacia el norte, pero otros cientos de miles no tienen medios para marcharse o temen no encontrar comida ni cobijo.

El viernes comenzaron a llegar a Gaza camiones con ayuda desde un muelle flotante construido por Estados Unidos. Pero es caro e ineficaz, según la ONU y las organizaciones humanitarias. Incluso a su máxima capacidad, proporcionaría menos de un tercio de los 500 camiones diarios que Israel y Estados Unidos se han fijado como objetivo no oficial para aliviar el sufrimiento.

En el norte de Gaza, en los alrededores del campo de refugiados de Yabalia, los encarnizados combates pusieron de manifiesto los retos a los que se enfrentan las tropas israelíes más de medio año después del inicio de la guerra. Israel había reclamado el control de la zona meses antes, pero los guerrilleros siguen operando en ella.

Por qué el genocidio es tan difícil de probar.

Sudáfrica presentó su caso ante el tribunal el jueves, afirmando que los palestinos no tenían ningún lugar seguro al que huir porque los intensos bombardeos y las campañas terrestres habían reducido el resto de Gaza a un terreno asolado por la hambruna, sin refugio ni servicios.

Noam afirmó que el ataque a Rafah era esencial porque allí se escondían batallones de guerrilleros de Hamás. Israel ha prometido destruir al grupo tras sus ataques transfronterizos del 7 de octubre de 2023, en los que murieron unas mil 200 personas, en su mayoría civiles, y 254 fueron tomadas como rehenes. Los líderes de Hamás han dicho que quieren repetir ese ataque.

“Israel está plenamente consciente del gran número de civiles que se concentran en Rafah. También está muy consciente de los esfuerzos de Hamás por utilizar a estos civiles como escudo”, declaró. Añadió que Israel había ordenado evacuaciones para proteger a los civiles, y acusó a Sudáfrica de explotar el sufrimiento de los civiles para proteger a los militantes.

“Sudáfrica… tiene un claro motivo oculto cuando le pide que ordene a Israel que se mantenga alejado de Rafah y que retire todas sus tropas de Gaza”, dijo Noam al tribunal. “Lo hace para obtener ventajas militares para su aliado, Hamás”.

La CIJ sólo conoce de casos entre estados, por lo que no tiene jurisdicción sobre Hamás. Eso significa que cualquier orden de alto al fuego sólo vincularía a una de las partes, y privaría a Israel del derecho a la legítima defensa, dijeron sus abogados.

En enero, el tribunal dictaminó en una sentencia provisional sobre el caso que existía riesgo de violación de los derechos del pueblo palestino a la protección frente al genocidio.

Funcionaria israelí es interrumpida en el tribunal mientras Israel niega que haya ocurrido genocidio en Gaza.

Ordenó a Israel “tomar todas las medidas a su alcance” para desistir de matar palestinos en violación de la Convención sobre el genocidio, prevenir y castigar la incitación al genocidio y facilitar la prestación de “servicios básicos urgentes”, pero no llegó a imponer un alto al fuego.

En marzo, un grupo de jueces ordenó a Israel que permitiera el acceso sin trabas a la ayuda alimentaria en Gaza, una decisión unánime en la que se advertía de que “la hambruna se está instalando”.

Kaplan Tourgeman, miembro del equipo jurídico israelí, afirmó que Israel había cumplido esas órdenes. Detalló las medidas para proteger a los civiles, incluido el lanzamiento de volantes ordenando evacuaciones, y enumeró los pasos para ampliar la ayuda, incluidos nuevos puntos de entrada en el norte de Gaza.

Sin embargo, estos pasos no se han abierto a las agencias de la ONU, que proporcionan la mayor parte de la ayuda alimentaria en Gaza. Sus suministros deben pasar por Rafah, cerrado desde hace más de una semana, y Kerem Shalom, donde los suministros se han reducido al mínimo.

Entre el 6 y el 15 de mayo, sólo 33 camiones entraron en la franja a través de Kerem Shalom, según datos de la ONU. Tourgeman dijo al tribunal que 330 camiones habían entrado al cruce el jueves, pero la ONU dijo que esa cifra no reflejaba la ayuda disponible para los palestinos.

“Todavía no tenemos los datos completos de los camiones que entraron ayer a Gaza, pero puedo decirles que ciertamente no son 330”, dijo Juliette Touma, directora de comunicaciones de UNRWA, la agencia de la ONU para los refugiados palestinos. “Añadiría que algo que entra a Kerem Shalom no equivale a entrar en Gaza”.

Tourgeman también se refirió a las entregas por aire y mar, pero éstas son más caras y menos eficaces, y suelen utilizarse cuando las dificultades geográficas o el control del área por los guerrilleros hacen imposible la entrega por carretera, no para evitar las restricciones impuestas por un aliado.

Al final de la audiencia, el juez Georg Nolte pidió a Israel que proporcionara más información sobre las condiciones en las zonas de evacuación designadas, la provisión de alimentos y refugio, y cómo garantizaría el paso seguro de los evacuados.

Traducción: Ligia M. Oliver

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