Poblaciones de peces migratorios de agua dulce han descendido más de 80% desde 1970
Un salmón nada río arriba para desovar en el río Tyne, en Northumberland. Hay 1 millón 200 mil barreras, como presas y diques, que bloquean la migración de los peces en Europa. Foto: O Humphreys/PA

La catastrófica disminución mundial de peces migratorios de agua dulce se debe a presas, minería, desvío de aguas y contaminación, lo que, según un estudio, es una amenaza tanto para los seres humanos como para los ecosistemas.

Las poblaciones de peces migratorios de agua dulce se han reducido en más de un 80% desde 1970, según revelan nuevos datos.

Las poblaciones están disminuyendo en todas las regiones del mundo, pero es en Sudamérica y el Caribe donde más rápido se está produciendo este descenso, ya que la abundancia de estas especies se ha reducido en un 91% en los últimos 50 años.

En esta región se producen las mayores migraciones de agua dulce del mundo, pero presas, minería y seres humanos que desvían el agua están destruyendo los ecosistemas fluviales. En Europa, las poblaciones de peces migratorios de agua dulce han disminuido un 75%, según la última actualización del Índice Planeta Vivo.

Los peces migratorios de agua dulce dependen parcial o exclusivamente de los sistemas de agua dulce: algunos nacen en el mar y migran de nuevo al agua dulce, o viceversa. En algunos casos pueden nadar a lo ancho de continentes enteros y luego regresar a la corriente en la que nacieron.

Constituyen la base de la alimentación y el sustento de millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, muchos ríos ya no fluyen libremente debido a la construcción de presas y otras barreras, que bloquean las migraciones de las especies. Se calcula que hay 1millón 200 mil barreras en los ríos europeos.

Otras causas del declive son la contaminación de las aguas residuales urbanas e industriales, el desagüe de carreteras y la agricultura. El cambio climático también está modificando los hábitats y la disponibilidad de agua dulce. La pesca irresponsable es otra amenaza.

Herman Wanningen, creador de la Fundación Mundial para la Migración de los Peces, una de las organizaciones que han participado en el estudio, afirma: “El catastrófico declive de las poblaciones de peces migratorios es una ensordecedora llamada de atención para el mundo. Debemos actuar ya para salvar estas especies clave y sus ríos”.

“Los peces migratorios son fundamentales para las culturas de muchos pueblos indígenas, alimentan a millones de personas en todo el mundo y sostienen una vasta red de especies y ecosistemas. No podemos seguir dejando que desaparezcan silenciosamente”.

Una cuarta parte de las especies de peces de agua dulce están en peligro de extinción, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), y los peces migratorios están desproporcionadamente amenazados.

El informe examina las tendencias poblacionales de 284 especies de peces de agua dulce. Los investigadores también señalaron que podría haber habido descensos sustanciales antes de 1970, pero no había datos al respecto.

Tampoco había datos suficientes para calcular los cambios poblacionales en África, pero los investigadores escribieron que muchas especies de esa región se enfrentaban a múltiples factores de estrés.

Investigaciones anteriores habían constatado “catastróficos” descensos similares. Los autores del último informe reclaman un mejor seguimiento a largo plazo, la restauración y protección de los ríos y la eliminación de las barreras a la migración.

Los investigadores quieren encontrar alternativas de energía renovable a las miles de nuevas presas hidroeléctricas que se proyectan en todo el mundo. El año pasado se eliminó la cifra récord de 487 barreras en 15 países europeos.

Michele Thieme, directora adjunta de Agua Dulce de WWF-Estados Unidos, declaró: “Tenemos las herramientas, la ambición y el compromiso para invertir el colapso de las poblaciones de peces de agua dulce… Dar prioridad a la protección, restauración y conectividad de los ríos es clave para salvaguardar estas especies”.

El Dr. David Jacoby, profesor de zoología de la Universidad de Lancaster, afirmó que, aunque el informe confirma la preocupación generalizada por las masas de agua dulce, “la magnitud del declive, tanto a nivel regional como mundial, sigue siendo escandalosa”.

“Las amenazas que suponen las barreras a la migración, la contaminación, la extracción de agua y el cambio climático son acumulativas”, dijo, añadiendo que el “enorme” impacto en las especies migratorias y el impacto en las pesquerías que sostienen requieren un mayor seguimiento para ayudar a reconectar los ecosistemas de agua dulce y marinos.

El Dr. Anthony Acou, del Instituto Nacional de Investigación para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente (INRAE) de Francia, señaló que, dado que muchas especies que migran entre agua dulce y salada pasan la mayor parte de su vida en el mar, también es importante tener en cuenta “presiones como la modificación de las corrientes oceánicas, la disminución de la productividad, los parques eólicos marinos, el cambio climático (y) las capturas accidentales”.

“Para preservar o conservar la especie, es fundamental comprender mejor el impacto de las presiones tanto en los hábitats marinos como en los de agua dulce, a fin de mejorar nuestra comprensión y orientar medidas de gestión eficaces”.

  • Más información sobre la era de la extinción aquí, y sigue a los reporteros de biodiversidad Phoebe Weston y Patrick Greenfield en X para conocer las últimas noticias y reportajes.

Traducción: Ligia M. Oliver

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