Periodista israelí amenazado por informar sobre el jefe de espionaje del Mossad y la CPI
Benjamín Netanyahu con Yossi Cohen, cuyos supuestos intentos de influir en Fatou Bensouda estaban siendo investigados por el periodista de Haaretz Gur Megiddo. Foto: Gali Tibbon/AFP/Getty Images

Un periodista de investigación del principal periódico de izquierda de Israel, Haaretz, declaró que altos cargos de seguridad no identificados lo amenazaron con emprender acciones contra él si informaba sobre los intentos del exjefe del Mossad de intimidar a la exfiscal del Tribunal Penal Internacional.

En medio de la creciente preocupación por el régimen de censura en Israel, aplicado por la oficina del censor militar y por la ley mordaza emitida por los tribunales, Haaretz publicó el miércoles un artículo con palabras y frases tachadas para demostrar la magnitud de la edición.

En un artículo publicado el jueves, el periodista de investigación Gur Megiddo describe cómo hace dos años, funcionarios de seguridad bloquearon un intento del periódico de informar sobre los esfuerzos del entonces jefe del Mossad, Yossi Cohen, para amenazar a la entonces fiscal de la CPI, Fatou Bensouda. Los detalles de la operación para influir en Bensouda fueron revelados esta semana por The Guardian y los medios de comunicación israelíes +972 magazine y Local Call.

Megiddo describió cómo fue citado para reunirse con dos funcionarios y ser amenazado con graves consecuencias después de que se enteraran de que había intentado telefonear a Bensouda para hablar de los esfuerzos de Cohen por ejercer influencias sobre ella.

El periodista Megiddo había estado investigando lo que el jefe del Mossad había estado haciendo durante tres viajes que hizo a la República Democrática del Congo, en los que supuestamente consiguió la ayuda del presidente congoleño, Joseph Kabila, para ayudar en sus esfuerzos para presionar a Bensouda.

“A principios de 2022, intenté ponerme en contacto con la exfiscal a través de un tercero que la conocía”, escribió el periodista Megiddo. “Bensouda nunca respondió, pero días después del intento, cuando quise publicar la historia, mi teléfono sonó y al otro lado de la línea estaba la voz de un alto funcionario de seguridad. ¿Puede venir a verme mañana? me preguntó”.

“A la entrada del despacho del alto funcionario, me pidieron que entregara mi teléfono celular para evitar que grabara la conversación. En la sala me esperaba otro alto funcionario de otro organismo de seguridad. La conversación comenzó con las palabras: ‘tenemos entendido que sabe lo de la fiscal’”.

Según el periodista Megiddo: “me explicaron que si publicaba la historia sobre el jefe de espionaje del Mossad y la CPI sufriría las consecuencias y conocería desde dentro las salas de interrogatorio de las autoridades de seguridad israelíes”.

“Al final, me dejaron claro que incluso compartir la información sobre el jefe de espionaje del Mossad y la CPI con mis amigos (como periodista) en el extranjero, refiriéndose a medios de comunicación extranjeros, conduciría a los mismos resultados”.

El relato de Megiddo corrobora detalles clave de las acusaciones hechas públicas esta semana: que se le encargó a Cohen que intentara intimidar y amenazar a Bensouda, y que Cohen recibió apoyo de Kabila. Cohen y Kabila no han respondido a las peticiones de comentarios de The Guardian.

“Me tomé las amenazas muy en serio”, declaró Megiddo a The Guardian el jueves. “A veces los funcionarios pueden ser bastante duros, pero por regla general no hay consecuencias si te saltas estas advertencias”.

“En este caso quedó claro que aplicarían sanciones reales. Fue muy inusual”.

Por otra parte, Haaretz publicó un artículo sujeto a una orden mordaza judicial, con amplias secciones del texto tachadas, sobre la detención sin juicio de Bassem Tamimi, conocido activista palestino en Cisjordania.

La preocupación por la libertad de prensa en Israel ha ido en aumento en las últimas semanas. El 5 de mayo, las autoridades cerraron las oficinas locales de Al Jazeera, horas después de que el gobierno votara a favor de utilizar nuevas leyes para cerrar las operaciones de la cadena de noticias vía satélite en el país. La semana pasada se incautaron brevemente equipos pertenecientes a Associated Press, lo que provocó la intervención de la Casa Blanca.

Anat Saragusti, directora de libertad de prensa del Sindicato de Periodistas de Israel, declaró esta semana a la cadena canadiense CBC News:

“El gobierno de extrema derecha de Israel, desde el principio de su mandato… puso la libertad de (la) prensa como objetivo”.

Según la legislación israelí, los periodistas que trabajan en Israel o para una publicación israelí están obligados a presentar al censor militar artículos que traten “cuestiones de seguridad” para que los revise antes de su publicación, de acuerdo con la “normativa de emergencia” promulgada tras la fundación de Israel y que sigue vigente desde entonces. La normativa permite al censor redactar total o parcialmente los artículos que le presentan.

Según las cifras obtenidas gracias a una solicitud de libertad de información presentada por la revista +972 y el Movimiento por la Libertad de Información en Israel, en 2023 el censor militar prohibió la publicación de 613 artículos, una cifra anual récord desde que +972 comenzó a recopilar datos en 2011.

El censor también redactó partes de otros 2 mil 703 artículos, lo que representa la cifra más alta desde 2014. En total, los militares impidieron que se hiciera pública información un promedio de nueve veces al día.

Haggai Matar, director ejecutivo de +972, declaró: “Lo que hemos visto, incluso antes del 7 de octubre y de que comenzara la guerra en Gaza, es que este es un gobierno israelí hostil al periodismo”.

“El trasfondo es que tenemos un primer ministro (Benjamín Netanyahu) que está acusado de muchas irregularidades, varias de las cuales tienen que ver con el control de los medios de comunicación. (Tenemos un ministro de Comunicaciones, Shlomo Karhi, que considera que su papel es luchar contra la prensa libre, y políticos que intentan aprobar proyectos de ley que restrinjan el entorno de los medios de comunicación”.

“Su principal preocupación es influir en lo que ve el público israelí”.

Traducción: Ligia M. Oliver

Síguenos en

Google News
Flipboard