Indígenas canadienses obtienen el derecho a usar sus nombres originales tras la simulación forzada
Los indígenas canadienses ganan el derecho de usar sus nombres originales tras la simulación forzada El gobierno busca compensar abusos históricos después de la nueva política que surge tras el descubrimiento de cientos de tumbas no marcadas
Los indígenas canadienses ganan el derecho de usar sus nombres originales tras la simulación forzada El gobierno busca compensar abusos históricos después de la nueva política que surge tras el descubrimiento de cientos de tumbas no marcadas
Los indígenas canadienses que se vieron obligados a utilizar nombres europeos en documentos oficiales pueden solicitar el restablecimiento de sus nombres originales, debido a una nueva política del gobierno del país que intenta compensar los abusos históricos.
“Durante mucho tiempo, el legado colonial de Canadá alteró las prácticas de los indígenas de utilizar nombres originales y que se reconocieran sus conexiones familiares”, señaló Marc MIller, ministro de servicios indígenas, en una declaración. Además agrega que la nueva política permitirá a los residentes rescatar “la dignidad de sus nombres indígenas”.
El anuncio se da en momentos en que el país lidia con el descubrimiento de cientos de tumbas no marcadas en el sitio de una residencia escolar que regresó la atención al oscuro pasado colonial del país.
Comenzando en los 1800, más de 150 niños indígenas fueron retirados de sus casas y colocados en escuelas famosas operadas por instituciones religiosas y el gobierno federal para forzar una asimilación cultural.
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Los niños tenían que usar uniformes y aprender inglés, a los varones les cortaban las trenzas y les daban nombres cristianos.
En 2010, Peter Nakokgge le dijo a la comisión de la Verdad y la Reconciliación de Canadá que lo azotaron por usar su nombre tradicional.
“La madre se enojó muchísimo conmigo porque estaba escribiendo en cree. Y entonces supe que mi nombre era Ministik”, confesó. “Desde la primera vez que escuché mi nombre, mi nombre fue Ministik. Y me azotaron nuevamente porque yo no sabía que mi nombre era Nakogee”.
En 2015, la comisión anunció 94 “llamados a la acción” para ayudar a reconciliar a los pueblos indígenas y a los canadienses, pero la mayoría no han sido escuchados.
La reciente decisión del gobierno federal de permitir el cambio de nombres en documentos oficiales, seis años después del reporte de la comisión, refleja la décima séptima llamada a actuar.
“Los nombres tradicionales que les dieron a los niños indígenas tienen un gran significado cultural. Sin embargo, para muchos Pueblos Originarios, los pueblos Inuit y Métis, el colonialismo les robó estos nombres sagrados”, dijo el ministro de la ciudadanía canadiense, Marco Mendicino. “Hay momentos en los que los esfuerzos para usar nombres tradicionales se han topado con situaciones que van del rechazo cortés hasta el racismo”.
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La política aplica a todos los individuos de los Pueblos Originales, con orígenes Inuit y Metis, no solo para los supervivientes de las residencias escolares, y también para los que han dudado si usar sus nombres tradicionales en los documentos oficiales.
En septiembre, Ka’nhehsí:io Deer, periodista de CBC, escribió sobre su decisión de recuperar el uso de su nombre tradicional después de haber usado su nombre en inglés: “Jessica” en su profesión.
“Siempre han surgido problemas en el proceso de usar mi nombre escrito correctamente con todos los signos diacríticos en las identificaciones personales. Por ejemplo, los los puntos no se pueden utilizar en los pasaportes canadienses, ni en las direcciones de email, ni en las redes sociales”, escribió.
“Pero no usar mi nombre Kanien’kéha me hacía sentir un gran peso sobre mis hombros. Me encanta mi nombre, y estoy orgullosa de él”.