Israel ataca Yenín en su mayor incursión en Cisjordania en 20 años
Al menos ocho palestinos murieron y decenas resultaron heridos en una importante ofensiva israelí dirigida contra la ciudad de Yenín.
Al menos ocho palestinos murieron y decenas resultaron heridos en una importante ofensiva israelí dirigida contra la ciudad de Yenín.
Israel lanzó una gran ofensiva aérea y terrestre en la ciudad cisjordana de Yenín, su operación militar más grande en el territorio palestino en años, en lo que describió como un “amplio esfuerzo antiterrorista”.
Al menos ocho palestinos murieron y 50 resultaron heridos, 10 de ellos de gravedad, en el ataque que comenzó aproximadamente a la 1 de la madrugada del lunes, y es probable que aumente el número de víctimas mortales, según indicó el Ministerio de Salud palestino.
Después de lanzar al menos 10 ataques con drones contra edificios, una brigada de tropas de Israel –se cree que entre mil y 2 mil soldados– con el apoyo de excavadoras blindadas y francotiradores en los techos de los edificios entró a la ciudad y a su campamento de refugiados, enfrentándose al fuego de los palestinos, después de que Israel informara a la Casa Blanca sobre sus planes.
Un vocero del presidente palestino, Mahmoud Abbas, calificó la operación como “un nuevo crimen de guerra contra nuestro pueblo indefenso”, mientras que el grupo militante Hamás, radicado en Gaza, llamó a los jóvenes de Cisjordania a unirse a la lucha.
Lynn Hastings, coordinadora humanitaria residente de la ONU, describió la “alarma” suscitada por la “magnitud de la operación de las fuerzas israelíes en Yenín”, añadiendo en Twitter: “Se utilizaron ataques aéreos en el campamento de refugiados densamente poblado. Varios muertos y heridos graves. Se debe garantizar el acceso a todos los heridos”.
En un comunicado conjunto, las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) y el servicio de inteligencia nacional, Shin Bet, indicaron que habían atacado un centro de comando ubicado en el campamento de refugiados de Yenín que utilizaba un grupo militante local.
Las imágenes tomadas desde el interior de Yenín mostraban a combatientes palestinos armados y enmascarados en las calles mientras continuaban los tiroteos y las explosiones durante la mañana del lunes.
En un retén ubicado en las afueras de la ciudad, se podía escuchar, a medida que avanzaba el día, el ruido de tiroteos cada vez más intensos y de aviones sobrevolando la ciudad.
En lo que supuso una escalada de la violencia, Israel lanzó un ataque aéreo cerca de una mezquita de la ciudad que, según indicó, la estaban utilizando hombres armados palestinos para atacar a las fuerzas israelíes. “Se está registrando un fuego cruzado con hombres armados junto a una mezquita en el campamento de refugiados de Yenín”, informaron las FDI. “Un avión de las FDI atacó para eliminar la amenaza”.
La incursión en Yenín supone la primera desde la batalla de Yenín de 2002, librada durante la segunda intifada, en la que murieron más de 50 palestinos y 23 soldados israelíes a lo largo de más de una semana de enfrentamientos, incluidos 13 soldados israelíes en un solo incidente.
Los sucesos del lunes elevan a 133 el número de víctimas mortales palestinas que han muerto este año en Cisjordania, en un contexto de más de un año de aumento de la violencia que ha provocado algunas de las peores matanzas en dicha zona en casi dos décadas.
Al amanecer, un espeso humo negro procedente de las llantas que los residentes incendiaron flotaba por las calles, y media docena de drones israelíes sobrevolaban la ciudad. Mientras retumbaban las explosiones, los llamados a apoyar a los combatientes sonaban desde los altavoces de las mezquitas y todas las entradas al campamento estaban rodeadas de soldados israelíes.
“Hay bombardeos aéreos y una invasión terrestre”, señaló Mahmoud al-Saadi, director de la Media Luna Roja Palestina en Yenín. “Varias casas y lugares fueron bombardeados… sale humo de todas partes”.
Un conductor de ambulancia palestino, Khaled Alahmad, comentó: “Lo que está ocurriendo en el campamento de refugiados es una auténtica guerra. Hubo ataques aéreos. Cada vez que vamos en unas cinco o siete ambulancias regresamos con los coches llenos de heridos”.
La incursión se llevó a cabo en un momento de creciente presión dentro de Israel para que se responda con dureza a la serie de ataques perpetrados contra colonos, entre ellos un tiroteo ocurrido la semana pasada en el que murieron cuatro personas.
En algunas zonas de Yenín se interrumpió el suministro eléctrico y las excavadoras militares recorrieron calles estrechas, otro recordatorio de las incursiones israelíes efectuadas durante la última revuelta. Palestina y la vecina Jordania condenaron la violencia.
La operación provocó protestas durante la noche en toda Cisjordania, incluso en un retén ubicado cerca de la ciudad de Ramala, en el que un hombre palestino murió después de que el ejército le disparara en la cabeza. Se alertó a los sistemas de defensa antiaérea de Israel ante la posibilidad de que se lanzaran cohetes de represalia desde la bloqueada Franja de Gaza.
Un vocero de las FDI, el contralmirante Daniel Hagari, indicó que la operación era una incursión selectiva, del tamaño de una brigada, que se esperaba durara entre uno y tres días, y que Israel no tenía intención de retener el terreno.
Un oficial israelí señaló que la incursión tenía como objetivo “acabar con la mentalidad de refugio seguro que existe en el campamento, que se ha convertido en la boca del lobo”. Se desconocía si la operación provocaría una respuesta más amplia por parte de las facciones palestinas, implicando a grupos militantes de la Franja de Gaza, el enclave costero controlado por el grupo militante islamista Hamás.
Un alto cargo de Hamás hizo un llamado a los jóvenes de Cisjordania para que se unieran a la lucha. Saleh al-Arouri, jefe adjunto de la oficina política de la organización, manifestó: “A nuestros héroes de Cisjordania, tanto del sur como del norte: este es su día, jóvenes. Luchen con todas las armas, con todo su enojo y con todos los medios posibles para defender nuestro honor en Yenín”.
En un comunicado del grupo Yihad Islámica de Gaza, respaldado por Irán, se indicaba: “La resistencia se enfrentará al enemigo y defenderá al pueblo palestino y están disponibles todas las opciones para golpear al enemigo y contestar su agresión contra Yenín”.
Mientras la operación continuaba el lunes, se informó al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, sobre los avances y la actividad de las fuerzas sobre el terreno, y se debatieron los futuros planes de operaciones.
El ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, señaló que sus fuerzas estaban “monitoreando atentamente la conducta de nuestros enemigos. Las fuerzas de defensa están preparadas para todos los escenarios”.
El campamento, situado en las afueras de la ciudad del norte de Cisjordania, fue creado en la década de 1950 y la zona, semejante a un gueto y en la que viven alrededor de 11 mil personas, ha sido considerada desde hace tiempo como un hervidero de lo que los palestinos consideran como resistencia armada y los israelíes como terrorismo.
Cientos de combatientes armados de grupos militantes como Hamás, la Yihad Islámica y Fatah tienen ahí su base, y la Autoridad Palestina, semiautónoma, prácticamente no tiene presencia en el lugar.
A las Brigadas de Yenín, una unidad compuesta por hombres armados de distintas facciones, se les han atribuido varios ataques terroristas perpetrados contra ciudadanos israelíes mientras la situación de seguridad en Israel y Cisjordania se ha deteriorado en los últimos 18 meses.
Yenín y la cercana Nablús han sido los principales objetivos de la operación Breakwater de Israel, que ya tiene más de un año y que ha implicado incursiones prácticamente nocturnas y algunos de los combates más encarnizados en Cisjordania desde que la segunda intifada llegó a su fin en 2005. Los ataques justicieros que los colonos israelíes asentados en Cisjordania llevan a cabo contra aldeas palestinas también están aumentando en escala y alcance.
Pocos días antes del ataque con drones del mes pasado en Yenín, el ejército utilizó, por primera vez desde la segunda Intifada, helicópteros de combate para ayudar a extraer tropas y vehículos de una incursión efectuada en la ciudad, después de que unos combatientes utilizaran explosivos contra un contingente enviado para detener a dos militantes sospechosos.
Después de la última gran incursión en Yenín, en junio, hombres armados palestinos mataron a cuatro israelíes cerca de un asentamiento judío en Cisjordania, en un ataque que provocó una ofensiva por parte de los colonos en pueblos y ciudades palestinos.