Leyes anti-LGBTQ+ impiden la eliminación del SIDA, dice la ONU
En los países que penalizan las relaciones homosexuales, las tasas de infección por VIH son más elevadas y se niega el acceso a medicamentos y servicios que salvan vidas, lo que impide la eliminación del SIDA.
En los países que penalizan las relaciones homosexuales, las tasas de infección por VIH son más elevadas y se niega el acceso a medicamentos y servicios que salvan vidas, lo que impide la eliminación del SIDA.
Las leyes contra la homosexualidad impiden que las personas accedan a los servicios de salud que salvarían sus vidas y obstaculizan gravemente el progreso hacia la eliminación del SIDA, declaró un alto funcionario de las Naciones Unidas.
Sesenta y siete países tienen leyes que penalizan las relaciones homosexuales, y casi la mitad están en África, el continente más afectado por el VIH. En esos países, las tasas de infección son unas cinco veces mayores entre los hombres homosexuales que en los países donde las relaciones entre personas del mismo sexo no están penalizadas, según cifras de ONUSIDA.
“Cuando se estigmatiza y criminaliza a las personas LGBTQ+ y a otras comunidades marginadas, se obstaculiza su acceso a servicios de salud vitales y se debilita la respuesta al VIH”, afirmó Winnie Byanyima, directora ejecutiva de ONUSIDA.
A principios de este año, Uganda aprobó una de las leyes más duras del mundo contra la comunidad LGBTQ+, que castiga las relaciones homosexuales con cadena perpetua y la “homosexualidad agravada”, que incluye la transmisión del VIH, con la pena de muerte. También penaliza a cualquier persona que no denuncie a la policía los actos sexuales entre personas del mismo sexo.
La ley ya ha generado un aumento de las violaciones de los derechos humanos y ha reducido los servicios de prevención y tratamiento del VIH para las personas LGBTQ+.
Lois Chingandu, directora de relaciones exteriores de la organización benéfica Frontline AIDS, declaró: “Es importante que los países hagan más a la hora de invertir en métodos de prevención del VIH, pero también que muestren un liderazgo más firme a la hora de contrarrestar las narrativas contrarias a los derechos dentro de sus países”. Añadió que hay movimientos bien financiados y muy organizados que promueven opiniones contrarias al género y a la comunidad LGBTQ+.
En vísperas del Día Mundial del SIDA, que se celebra el 1 de diciembre, la ONU declaró que cada minuto se pierde una vida a causa de esta enfermedad. El año pasado, 1.3 millones de personas se infectaron con el VIH. Alrededor de 9.2 millones de personas que viven con la enfermedad no tienen acceso a tratamiento. Los homosexuales, transexuales, profesionales del sexo y consumidores de drogas inyectables se encuentran entre los grupos más afectados.
Las adolescentes y las mujeres jóvenes del África subsahariana corren un alto riesgo de infección, con 3 mil 100 niñas y mujeres de entre 15 y 24 años que contraen el VIH cada semana, lo que representa tres cuartas partes (77%) de las nuevas infecciones entre los jóvenes en todo el mundo.
Según Byanyima, las niñas y las jóvenes son más vulnerables por el riesgo de sufrir violencia de género, pero también por la reacción contra la educación sexual en las escuelas.
De los 120 países que declararon tener un plan nacional para la educación en el uso del preservativo, solo 39 aprobaron la fomentación del uso del preservativo en las escuelas secundarias y solo 21 permitieron su distribución, según el informe.
“Cuando se niega a los jóvenes el acceso a la educación sexual, se les hace mucho más vulnerables al VIH”, afirmó Byanyima. “La ola mundial contra los derechos no solo amenaza la democracia y la libertad personal, sino la salud de todos”.
Sin embargo, Byanyima afirmó en la presentación del informe el miércoles que ha habido éxitos en la lucha para acabar con el VIH y el SIDA. Aunque no hay cura ni vacuna para el virus, 30 millones de personas en todo el mundo reciben tratamiento, lo que puede detener su progresión hacia el SIDA. Las nuevas infecciones se han reducido en un 60% desde su punto álgido en 1995; las muertes han disminuido en un 70% desde 2004.
El año pasado, cinco países, Botsuana, Eswatini, Ruanda, Tanzania y Zimbabue, alcanzaron los objetivos mundiales para 2025 de garantizar que el 95% de las personas que viven con el VIH conozcan su estado serológico, que el 95% reciban tratamiento antirretroviral y que el 95% en tratamiento tengan supresión viral.
El jueves, el Consejo de Población anunció que un anillo vaginal para ayudar a las mujeres a reducir el riesgo de infección por el VIH ha obtenido la aprobación reglamentaria para su uso en 11 países de África.
El anillo está hecho de silicona flexible y libera lentamente el fármaco antirretroviral dapivirina en la vagina a lo largo de un mes.
“Las mujeres se llevan la peor parte de la epidemia de VIH/SIDA”, declaró Jim Sailer, copresidente interino del Consejo. “El virus es una de las mayores amenazas para la salud y el bienestar de las mujeres (…) No podremos alcanzar el objetivo de desarrollo sostenible de acabar con el VIH para 2030 a menos que pongamos freno a esta epidemia en las mujeres. Las mujeres merecen múltiples opciones para protegerse contra esta enfermedad que dura toda la vida.”
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