¿Tu protector solar está matando al mar?
Hasta 14 mil toneladas de protector solar terminan en las zonas de arrecifes de coral cada año. Los científicos se encuentran divididos sobre cómo podemos proteger de mejor manera nuestra piel sin dañar el medio ambiente.
Hasta 14 mil toneladas de protector solar terminan en las zonas de arrecifes de coral cada año. Los científicos se encuentran divididos sobre cómo podemos proteger de mejor manera nuestra piel sin dañar el medio ambiente.
Autumn Blum estaba a 5 metros bajo el agua, buceando frente a la isla Palau en el Pacífico, cuando miró hacia la superficie y vio un arcoíris.
“Pensé que tal vez había estado lloviendo”, dice. “A medida que me acercaba, me di cuenta que no era un arcoíris: en realidad era un brillo aceitoso que provenía de un grupo de buceadores“.
Se dio cuenta de que la mancha iridiscente debió haber provenido del protector solar de los buceadores.
“Cuando regresé al bote, agarré la botella de protector solar más cercana y comencé a leer los ingredientes”, dice. Además de ser una buceadora experimentada, Blum es una cosmetóloga que ha creado marcas de productos naturales. Aquellos eran ingredientes que ella nunca usaría en sus propios productos, “y sin embargo aquí estábamos usando estos ingredientes en el medio marino más sensible del mundo“.
El protector solar es esencial para proteger la piel contra el cáncer y, con el comienzo del levantamiento de muchas restricciones de viaje relacionadas con la pandemia en todo el mundo, se estima que las ventas se dispararán. En los últimos años, sin embargo, también ha sido objeto de escrutinio por ser potencialmente tóxico para el medio ambiente, especialmente para los océanos donde nadan los turistas con protector solar.
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Las estimaciones varían sobre la cantidad de protector solar que llega a nuestros océanos cada año. Cinzia Corinaldesi, profesora asociada de ecología en la Universidad Politécnica de Marche en Ancona, Italia, estima que 20 mil toneladas son arrastradas por turistas cada año solo en el norte del Mediterráneo, mientras que Craig Downs, otro investigador destacado y jefe de la organización científica sin fines de lucro Haereticus Environmental Laboratory, cree que se liberan anualmente entre 6 mil y 14 mil toneladas en las zonas de arrecifes de coral cada año.
La atención se ha centrado en dos productos químicos, los filtros ultravioleta oxibenzona y octinoxato, aunque también se usan otros ingredientes preocupantes. A partir de enero de este año, Hawái prohibió esos filtros UV, y en 2018, Palau anunció restricciones más amplias sobre los protectores solares que contienen una serie de productos químicos. Otras regiones tienen prohibiciones similares.
Pero con los consumidores en ‘modo búsqueda’ de marcas “amigables con los arrecifes” que, en ausencia de una definición estricta, pueden o no ser amigables con los arrecifes, y que algunos expertos marinos argumentan que se han exagerado o que no existen los efectos negativos del protector solar, se crea un gran margen para la confusión.
Corinaldesi es una de las científicas convencidas de la toxicidad de muchos protectores solares. Ha estado estudiando el impacto que tiene el protector solar en los ambientes marinos desde principios de la década de 2000.
“Nos inspiró el hecho de que en México, en los cenotes estaba prohibido usar productos de protección solar antes de sumergirse en el agua“, dice. “Los mexicanos se habían dado cuenta que (afectaba) las delicadas formas de vida de estos frágiles ecosistemas“. Corinaldesi y sus colegas biólogos marinos comenzaron a realizar investigaciones en las áreas de arrecifes de coral de todo el mundo, para observar los efectos de las sustancias químicas en los protectores solares.
“Demostramos, por primera vez”, cuenta, que algunos filtros y conservantes “causaban el blanqueamiento completo de los corales incluso en concentraciones muy bajas. Desde entonces, hemos seguido probando diferentes (protectores solares), incluyendo algunos productos ‘ecológicos’, en diferentes organismos marinos y hemos encontrado que algunos productos solares causan anomalías en embriones y larvas”.
Esto incluyó “daños irreversibles” en el desarrollo del erizo de mar. La investigación publicada por Downs en 2015 descubrió que la oxibenzona era letal para las larvas de coral.
Si bien podemos pensar que el poco protector solar que usamos en la playa (y que los dermatólogos mencionan que usamos en pocas cantidades de forma rutinaria) no puede tener mucho impacto en comparación con la inmensidad del océano, el estudio de Downs sugirió que la oxibenzona tuvo un impacto perjudicial en 62 partes por billón: el equivalente a una gota en seis albercas y media de tamaño olímpico.
“Cualquier zona costera, especialmente en el verano, cuando las playas están abarrotadas, está en riesgo, particularmente en aguas poco profundas donde las concentraciones de protector solar pueden alcanzar niveles relativamente altos”, menciona Corinaldesi.
Aunque se ha prestado mayor atención al impacto en los arrecifes de coral, otras especies marinas pueden verse afectadas, incluyendo “el fitoplancton, los pequeños crustáceos, los moluscos y los peces, los cuales sustentan las cadenas alimentarias, y otros organismos como los erizos de mar, que son ingenieros de ecosistemas y esenciales para la creación de hábitats marinos”.
“Con el cambio climático, el uso del protector solar únicamente incrementará, y la gente será mucho más consciente del daño solar y el cáncer de piel”.
Dra. Francesca Bevan, Sociedad de Conservación Marina
Lo filtros UV no son los únicos elementos de preocupación. La Dra. Francesca Bevan, directora de políticas y promoción de productos químicos de la Sociedad de Conservación Marina (MCS, por sus siglas en inglés), dice que las sustancias químicas PFAS (perfluoroalquilo y polifluoroalquilo), conocidas como “químicos eternos” porque tardan demasiado en degradarse, todavía se encuentran en algunos cosméticos y productos, incluido el protector solar, a pesar de la prohibición de la Unión Europea de uso no esencial. Estos químicos no solo se lavan en el mar, también pueden filtrarse en los cursos de agua cuando los retiras mientras te bañas. Las sustancias químicas PFAS “se pueden esparcir tanto en el medio ambiente que se han encontrado en el Ártico, y en lugares que están tan absurdamente lejos de cualquier actividad humana. Esto demuestra que pueden moverse por todo el mundo“, detalla Bevan.
El MCS ha comenzado a investigar los efectos del protector solar, adelanta Bevan, y agrega: “Con el cambio climático, el uso del protector solar únicamente incrementará, y la gente será mucho más consciente del daño solar y el cáncer de piel”.
En lugar de untarlo desde la cabeza hasta los dedos de los pies, sugiere buscar sombra y cubrirse con ropa, usando el protector solar únicamente sobre las áreas expuestas más pequeñas de la piel, y añade: “Limitar el uso de cualquier producto químico dañino sería algo bueno”.
Muchos protectores solares se venden como “seguros para los arrecifes”. Los protectores solares minerales, que a menudo utilizan óxido de zinc como escudo físico UV, han sido promocionados como una alternativa que la propia Corinaldesi ha defendido. Pero ella menciona que están surgiendo nuevas evidencias que sugieren que estos también pueden causar cierto daño.
“Otros estudios que llevamos a cabo indican que los filtros minerales, como las nanopartículas de óxido de zinc, causan un rápido blanqueamiento de los corales y también dañan las algas que viven en ellos, de igual manera dañan las etapas de desarrollo de muchas especies marinas”, menciona.
Corinaldesi ahora aconseja a las personas que eviten los productos que contienen ciertos ingredientes, incluidos la oxibenzona, octinoxato y octocrileno. También recomienda evitar el óxido de zinc en tamaño de nanopartículas en los protectores solares minerales, y recomienda buscar marcas probadas de forma independiente.
No es fácil para los consumidores descifrar todo esto, y también existen otros problemas, además de ser costosos: muchos protectores solares minerales dejan un tono blanco, que puede ser más notable en las pieles más oscuras. (El uso de las nanopartículas es el que reduce la blancura).
De todos modos, todo puede ser en vano, o al menos una distracción de los verdaderos problemas.
“Los turistas podrían ayudar mucho más a los arrecifes viajando menos en avión y votando por políticos que tomarán medidas urgentes para reducir las emisiones”.
Terry Hughes
“Las tres principales amenazas para los arrecifes de coral son el calentamiento global, la pesca excesiva y la contaminación de aguas costeras“, describe el profesor Terry Hughes, exdirector del Centro de Excelencia para Estudios de Arrecifes de Coral del Consejo Australiano de Investigación en la Universidad James Cook en Queensland, y uno de los principales expertos en arrecifes de coral del mundo. “El aumento de las temperaturas, principalmente provocado por la quema de combustibles fósiles, causa el blanqueamiento de los corales. Ya hemos presenciado tres eventos de blanqueamiento de corales a nivel mundial causados por las olas de calor sin precedentes, en 1998, 2010 y 2015-2016, las cuales afectaron al 50-70% de los arrecifes tropicales. Incluso los arrecifes más remotos, lejos del turismo masivo o de los protectores solares, se ven afectados por el calentamiento global. No hay evidencia científica de que los protectores solares que utilizan las personas tengan un efecto dañino en los arrecifes de coral”.
Los estudios que demuestran un vínculo entre el protector solar y el daño a los corales se han realizado mayoritariamente en “experimentos de laboratorio poco realistas”, comenta Hughes. Las personas pueden sentir que están aportando de forma suficiente al elegir un protector solar “seguro para los arrecifes”, “siendo realistas, los turistas podrían ayudar mucho más a los arrecifes viajando menos en avión, y especialmente votando por políticos que tomarán medidas urgentes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. La lucha contra el cambio climático es la clave para reducir la amenaza global del blanqueamiento de los corales“.
Corinaldesi reconoce que “el impacto del cambio climático global en los arrecifes de coral es el principal problema, (así como) la contaminación, la pesca excesiva y la propagación de enfermedades virales y bacterianas”. Pero ella cree que las sustancias químicas que usamos en productos como los protectores solares pueden empeorar sus efectos.
Después de su viaje de buceo a Palau, Blum trabajó en diferentes productos nuevos, incluido el protector solar, que tienen un menor impacto en el medio ambiente. “No voy a decir que el protector solar sea el contribuyente número uno a la disminución de los corales”, advierte, “pero es uno que podemos eliminar con mayor facilidad“.