Una pitón se traga a una mujer en una plantación en Indonesia
Encuentran el cuerpo de una trabajadora de 54 años en el estómago de una serpiente de 7 metros en la isla de Sumatra.
Encuentran el cuerpo de una trabajadora de 54 años en el estómago de una serpiente de 7 metros en la isla de Sumatra.
Una mujer fue encontrada muerta en el estómago de una pitón de 7 metros en una plantación de hule donde trabajaba en Indonesia, según los informes locales.
La mujer, identificada como Jahrah, de 54 años, fue a trabajar a la plantación ubicada en la provincia de Jambi, en la isla de Sumatra, en la mañana del domingo y su esposo denunció su desaparición cuando no regresó a casa esa noche.
Al buscarla en la noche del domingo, su esposo descubrió sus sandalias, su pañuelo para la cabeza, su chamarra y las herramientas que usaba en el trabajo, y pidió ayuda a otras personas, informó la policía a los medios locales. A la mañana siguiente, se avistó una pitón en las inmediaciones.
“Cuando el equipo de seguridad y los residentes realizaron una búsqueda en los alrededores de la plantación de hule, encontramos una pitón de 7 metros de largo. Es esta serpiente la que se sospecha que depredó a la víctima. Después de atraparla, encontramos el cuerpo de la víctima en el estómago de la serpiente”, explicó el jefe de la policía local, AKP S Harefa, a la página web de noticias Detik.
Las pitones, que matan por constricción, suelen comer animales más pequeños, tragándose su comida entera. Los casos de humanos que son tragados por ellas son poco frecuentes.
En 2018, se descubrió que una mujer fue tragada por una pitón gigante en la isla de Muna, frente a Sulawesi. La mujer desapareció en su jardín, que se encontraba en la base de un acantilado rocoso, zona en la que se sabe que las serpientes viven en cuevas.
Un año antes, un agricultor fue asesinado y tragado por una pitón gigante en el pueblo de Salubiro, en la isla de Sulawesi.
Las mordeduras de serpiente afectan a un número mucho mayor de personas. Cada año se registran alrededor de 5.4 millones de casos de mordeduras de serpiente, de los cuales entre 1.8 y 2.7 millones conducen al envenenamiento, según indica la Organización Mundial de la Salud. Los niños y los trabajadores agrícolas de las comunidades rurales más pobres son los que corren mayor riesgo.