La 4T podría sacar ventaja en ‘Guerra Fría’ EU-China sí cede con Biden: Saruhkan

Para Arturo Saruhkan, exembajador de México en Estados Unidos, el arranque de la administración de Joe Biden, sembró una “oportunidad histórica” para el gobierno de su homólogo mexicano, el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como su Secretario de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, sólo sí ambos saben leer y sacar partido del enfrentamiento geopolítico y económico que el demócrata prolongará con China.

“Existe una oportunidad que sólo llegan una vez cada generación sólo si México sabe aprovechar la oportunidad”, advirtió Saruhkan en el foro Biden y América Latina – ¿Cambio de escenario?, organizado por la Embajada de Cataluña. “También si el gobierno federal se deshace las dicotomías tontas, de que el país debe cuadrar las relaciones exteriores y ser amigos de todo el mundo”.

“Nos estamos acercando a una relación con Estados Unidos, donde México, si quiere continuar abrevando las enormes fuentes de prosperidad que ha dado la vinculación económica, va a tener que tomar partido de qué lado de la ecuación está”, añadió.

Saruhkan, hoy académico que hace tres décadas participó en las negociaciones del extinto Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TCLAN), asegura que el acercamiento de Biden y sus principales socios comerciales México y Canadá –que iniciaron el pasado 23 de febrero y se prolongarán hasta 26–, buscarán “impulsar” y “blindar” a la región ante el avance comercial chino.

 “Lo que cambiará en la relación entre Estados Unidos y China, será la narrativa. Porque hay un golpe de timón, ya sea con demócratas o republicanos. Existe un consenso bipartidista que además se viene cocinando desde hace cinco o seis años, de que el estatus quo en la relación de Estados Unidos con China a partir de su ingreso a la OMC, es insostenible. Se va a manifestar en dos vertientes: la comercial, la tecnológica y de propiedad intelectual, y la segunda la geoestratégica”.

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Un avance que en América Latina, hoy mantiene a través de la exportación de vacunas para enfrentar el Covid-19, y el estrechamiento comercial con algunos países de la región.

En el área geoestratégica  Biden buscará  “reconstruir” su liderazgo a nivel regional, comenzando por México y Canadá, severamente golpeados en la administración de Donald Trump. Por otra parte, a través de una “revisión” en los organismos multilaterales, como la ONU, debido a la “balcanización” que existe entre los diferentes gobiernos de América Latina y la imposibilidad de sacar acuerdos comunes, afirma el académico.

Pero aunque antes, tendrá que sortear varios inconvenientes y el clima de desconfianza sembrado por Donald Trump.

Carambola a tres bandas

El pasado 25 de febrero, el gobierno mexicano dio a conocer la reunión “virtual” que Blinken sostendrá con el canciller Marcelo Ebrard Casaubón, secretario de Relaciones Exteriores, así como Tatiana Clouthier, secretaria de Economía.

Dicha reunión tratará sobre la agenda de cooperación bilateral, “particularmente” con respecto a los “mecanismos para atender las causas estructurales de la migración en el norte de Centroamérica”. Además, los secretarios abordarán los “efectos de la pandemia y las áreas de oportunidad que brinda el T-MEC para recuperar un crecimiento económico más equitativo, fortalecer la competitividad regional y crear empleos desde ambos lados de la frontera”, informó la SRE en un comunicado de prensa.

Sobre este escenario, Biden buscará aumentar su influencia hacia el país, y que hoy se posiciona como su principal socio comercial de México, así como su aliado en temas de seguridad y de combate al narcotráfico.

“En ese sentido –puntualizó Saruhkan–, México está particularmente posicionado como quizá lo están otros países de la región. Primero porque el país, a diferencia de los países sudamericanos no es un commodity exporter; es decir, no está exportando con los volúmenes y la dependencia que las economías sudamericanas lo hacen con China. Los flancos de vulnerabilidad y presión, son mucho menores en el caso de México de lo que son para otras economías y naciones de la región”.

“Segundo: que a raíz de la dislocación que puso la pandemia, sobre todo en el momento más complicado, durante la primavera del año pasado, y que impactó en las cadenas de suministro y proveduría, sobre todo en América del Norte y que abrió nuevas vulnerabilidades para los tres países del norte. Aquí hay una oportunidad de que México, Estados Unidos y Canadá amparo del T-MEC renegociado, y en función de este realineamiento geoestratégico de Estados Unidos con China, profundicen esas cadenas de suministro”, añadió.

Las reuniones serán antecedidas por la visita del presidente argentino, Alberto Fernández, quien buscó estrechar lazos ideológicos y políticos con el gobierno de López Obrador. Primero, con motivo de reactivar el suministro de vacunas contra el Covid-19, y sea mediante la exportación rusa o china. Y después, estrechando las confluencias ideológicas donde Fernández busca afianzar un nuevo eje progresista, o antineoliberal, en la región a través de Grupo Puebla.

Así como la supuesta liberación del narcotraficante Héctor El Güero Palma, confirmado primero por Octavio Solís, Fiscal de Jalisco, y luego desmentida por el propio gobierno mexicano y por el Consejo de la Judicatura Federal (CJF). Sin menospreciar el distanciamiento de López Obrador por la detención del general Salvador Cienfuegos, junto con el sonado amago de expulsión de agentes de la DEA en nuestro país.

Escepticismo

El pasado 13 de febrero, el presidente Biden sostuvo su primera videoconferencia oficial con el primer ministro canadiense Justin Trudeau, y la charla fue marcada por el coronavirus (COVID-19) y el cambio climático, estrechando los lazos que se perdieron con Trump. La agenda resulta disruptiva con la política con la agenda interna que mantiene el presidente López Obrador.

Saruhkan sostiene que en la conversación entre Blinken y Ebrard es posible que se produzcan enfrentamientos o salgan a relucir conflictos del pasado. Particularmente la exoneración del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional (Sedena) –y al que la DEA imputó supuestos nexos con el narcotráfico–, así como las diferencias radicales que mantienen en materia energética.

Un camino labrado de dificultades:

 “Es un tema bien complicado, tomando en cuenta el paradigma en materia de política energética del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. Ahora sí como dice el dicho de los cangrejos, mientras el mundo va hacia arriba nosotros vamos hacia atrás. Aquí hay oportunidades que si México sabe aprovechar, realmente puede dar un golpe de timón no sólo en la arquitectura de esta política norteamericana, sino para los propios objetivos que seguramente estará persiguiendo la administración Biden en este recalibramiento de la relación con China”, finalizó.