Boy Scouts venderán obras de Rockwell para indemnizar a víctimas de abuso sexual
The Campfire Story, (1936) será uno de los que se subastarán (Foto https://store.nrm.org/)

AFP.- Cientos de obras de arte, incluidas 59 del famoso pintor estadounidense Norman Rockwell, serán vendidas por los Boy Scouts de Estados Unidos para pagar indemnizaciones a miles de personas que declararon haber sido víctimas de abuso sexual en el seno de la organización. 

Según documentos registrados esta semana frente al tribunal de quiebras de Delaware, la organización, que enfrenta cerca de 100,000 demandas por abuso sexual, tiene la intención de vender 59 obras del célebre ilustrador y pintor neoyorquino (1894-1978), realizadas entre 1916 y 1976.

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Las obras reflejan la larga colaboración entre el famoso cronista de la sociedad estadounidense y el movimiento scout. Algunos de sus cuadros llevan nombres estrechamente ligados a las tradiciones del movimiento juvenil, como “The scoutmaster” (“El jefe scout”) o “The Campfire story” (“Historia en torno a la fogata”).

Los documentos presentados ante el tribunal -cerca de 380 páginas- no precisan el valor estimado de las obras.

Según el museo Norman Rockwell, situado en Stockbridge, en Massachusetts, el pueblo donde vivió y murió el artista, Rockwell comenzó a trabajar con los Boy Scouts muy joven, en 1912, antes de ser nombrado como responsable artístico de su revista “Boys’ Life” unos años más tarde. 

Incluso tras unirse al prestigioso diario Saturday Evening Post como ilustrador, siguió trabajando con ellos, según el museo, que organizó una exposición dedicada a esas obras en 2010, para el 100º aniversario de la organización.

Los Boy Scouts fueron el centro estos últimos años de un gran escándalo de abusos sexuales que estalló en 2012.

A fines de febrero de 2020, fecha límite para beneficiarse de un fondo de indemnización, cerca de 100,000 personas se habían declarado víctimas de abusos sexuales en el seno de la organización. Ocho veces más que las demandas presentadas contra la Iglesia católica estadounidense, según abogados que representan a las víctimas de estos abusos.

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Golpeados por estas acusaciones que dieron lugar ya a juicios costosos, la BSA se declaró en quiebra en febrero de 2020, a fin de congelar todas las demandas por daños y perjuicios ante la justicia y redirigirlas hacia el fondo de indemnización, que busca recaudar al menos 300 millones de dólares, según la prensa local.

La organización, fundada en 1910 y que cuenta con dos millones de socios, asegura que ahora se ha dotado de “una política rigurosa para proteger a la juventud”. Páginas enteras de su sitio internet son consagradas a sus esfuerzos para indemnizar a las víctimas. 

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