Con premura y poca claridad, la SEP inicia el rediseño de libros para la Nueva Escuela Mexicana

La fecha está cerca. Los planes y programas de estudio de la Nueva Escuela Mexicana, propuesta por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, deberán estar listos para el inicio del ciclo escolar 2021-2022, que arranca en agosto próximo. Apenas cinco meses antes, la Secretaría de Educación Pública (SEP) lanzó una convocatoria para el rediseño de los Libros de Texto Gratuitos.

La autoridad educativa federal llamó a profesores, diseñadores, directivos y miembros del consejo técnico, entre otros, a participar en el proceso de actualización de los libros. Aceptaron a 1,882 participantes de los 2,650 que se inscribieron. El objetivo final es generar 234 materiales didácticos y 16 libros de texto.

Para Silvia Amador Hernández, experta en pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la labor de actualización se realiza con demasiada premura: por lo que representa, se requieren al menos dos años de trabajo. Según la especialista, la modificación de estos instrumentos educativos es un proceso bastante delicado que tiene que ser congruente con los programas y planes de estudio. “Si estamos pensando que para el próximo ciclo se tendrá esta estructura, es bastante irreal o lejano”.

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La pandemia de Covid-19 detuvo los planes de reestructura educativa en México, pero para los expertos no queda clara la necesidad de hacer estos cambios a la velocidad que tomó la SEP. “Tenemos dudas de quiénes fueron esas personas convocadas, esos expertos que menciona Max Arriaga (director general de Materiales Educativos de la SEP), tenemos dudas de la convocatoria, de la velocidad con la que está avanzando y terminado”, dice el experto en educación por el Tecnológico de Monterrey, Juan Carlos Olmedo.

En contra de esta actualización no solo está el tiempo, también la falta de claridad de las reformas y los planes de estudio. Todavía hay temas por resolver, por ejemplo, incluir la formación en tecnología y el desarrollo de la autonomía de los alumnos, así como las habilidades de lectura y compresión. “Se da la propuesta de la Nueva Escuela Mexicana que viene matizando algunos puntos del modelo educativo, pero no está bien establecido”.

Cada gobierno tiene un plan diferente para la educación en México. La falta de continuidad y la reinvención de las estrategias cada seis años afecta a los alumnos y maestros. “Transformar la educación de este país no se puede hacer en un sexenio –considera Olmedo–. No se puede hacer con libros de texto, se tiene que hacer un una visión pura de educación. No podemos reinventarnos cada seis años”.

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¿Y los contenidos?

La Cuarta Transformación del presidente Andrés Manuel López Obrador también se llevará en los libros. “Se van a modificar los contenidos, ¿cómo vamos a impartir clases con libros de periodo neoliberal?”, expresó el mandatario federal la semana pasada.

Olmedo acepta que, a lo largo de la historia, la edición de los libros de textos va acorde al contexto político en curso. En esta ocasión no es la excepción. El académico prevé que en la actualización se hará énfasis en tres hechos históricos: la Independencia, la Reforma y la Revolución. Esto iría acorde a la narrativa presidencial.

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Un libro de texto es un arma poderosa cuando se usa con fines propagandísticos, pero en este contexto no tendría la habilidad de traspasar conciencias de manera masiva, adelanta el experto. “Lo veo como un libro, un elemento más en este tiempo que tenemos tanta información, y tantas visiones contrapuestas. Hay una visión muy clara del gobierno actual, pero hay un espacio para visiones disidentes de esta gestión”.