‘Cuando me subieron a la cajuela, mi familia estaba viva’, el relato de una sobreviviente a la matanza en Reynosa
Foto: Facebook / Guardia Nacional

Cuando Verónica fue obligada por sujetos armados a subirse a la cajuela de un carro en la colonia Bienestar en Reynosa, Tamaulipas, imaginó que su vida estaba por terminar. “Lo primero que van a hacer es violarnos, si no es que se adelantan y nos matan”, pensó la joven de 27 años, quien fue encerrada en el vehículo junto con su hermana.

Era el mediodía del sábado 19 de junio. La familia de Verónica estaba fuera de su domicilio, pensando en los preparativos para celebrar el Día del Padre al otro día, cuando cuatro hombres aparecieron en dos automóviles y se estrellaron a propósito en la camioneta de Alfredo, quien se estaba estacionando.

“¿Por qué nos chocaste? ¡Dame tus cosas!, ¡tu teléfono!, ¡tu dinero!, ¡dame las llaves de la camioneta!”, gritaron los hombres de manera agresiva a Alfredo, al mismo tiempo que sacaban sus armas largas para apuntarle y acostarlo en el suelo. Verónica corrió para intentar ayudar a su hermano, pero fue recibida con un puñetazo en el labio y después los sospechosos la tomaron del cuello para subirla a una cajuela.

Te podría interesar: Las cifras de violencia que están detrás de la masacre en Reynosa

La hermana de Verónica corrió la misma suerte. Los delincuentes la subieron a la cajuela mientras Gerónimo, su padre, intentaba calmarlas al decirles que quizá más adelante podrían ser liberadas.

“En eso cierran la cajuela, se meten al carro, le dan tantito, se vuelven a bajar y empiezan a disparar”, recuerda Verónica. La joven no escuchó ningún grito de sus familiares, pero los tiros fueron certeros. Su padre Gerónimo quedó tendido en el suelo. Su mamá, Alicia, murió abrazada de su hijo Alfredo, a quien intentó proteger sin éxito hasta el último momento.

'Cuando me subieron a la cajuela, mi familia estaba viva', el relato de una sobreviviente a la matanza en Reynosa - Reynosa
Alicia y Gerónimo fueron dos de las víctimas en la matanza de Reynosa. Foto: Especial

El 19 de junio este grupo armado generó terror en al menos cuatro colonias de la periferia de Reynosa. Los criminales asesinaron a los tres familiares de Verónica y otras dos personas en la colonia Bienestar. Más adelante, en las colonias Almaguer, Lampacitos y Unidad Obrera, mataron a nueve personas más.

Luego de escuchar las detonaciones fuera de su hogar, Verónica sintió cómo el vehículo donde iba encajuelada avanzó casi una hora. Según su relato, en el trayecto los delincuentes se bajaron en negocios para saquearlos, disparaban de forma constante y amenazaban a cualquier persona que se cruzaba en el camino.

“Yo pensé que iban disparando al aire para espantar, nunca me imaginé que iban matando”, relata Verónica. “Cuando a mí me subieron a la cajuela, mis papás y mi hermano estaban vivos, no pensaba que los iban a matar así”.

El lunes después de los hechos, el presidente Andrés Manuel López Obrador condenó lo sucedido el fin de semana e informó que las 14 personas asesinadas ese día fueron elegidas al azar por el grupo criminal, es decir, no tenían vínculos con los delincuentes. Por otra parte, la Fiscalía General de la República (FGR) anunció el lunes por la tarde que atrajo la investigación del caso cuando ya se contaban 19 personas muertas.

Te podría interesar: Matanza en Reynosa | Mi hijo quería ser enfermero y lo mataron, atiendan este ‘infierno’

Verónica no duda en señalar que lo acontecido en su ciudad fue producto de un grupo criminal ajeno a Reynosa, que las autoridades locales han identificado como células del Cártel del Golfo, y forma parte de una estrategia que consiste en “calentar la plaza”, con el objetivo de que las Fuerzas Armadas se desplieguen en la zona y los grupos delictivos locales no puedan operar.

La joven basa su argumento en una conversación que escuchó gracias a que el automóvil donde estaba encerrada no tenía bien acomodado el asiento trasero. “Ya hicimos nuestro desmadre, ya vámonos para Rango Base —supuestamente este es un nombre clave para referirse a Río Bravo—”, decían los delincuentes.

Luego de este diálogo, pasaron pocos minutos para que Verónica escuchara las sirenas de las patrullas y a su parecer eso pudo descontrolar a los delincuentes, quienes aceleraron y terminaron por estrellarse en una barda. De esta manera la joven rechaza que la policía de Tamaulipas haya confrontado a los criminales en un operativo de seguridad, sino que un error de conducción hizo que las autoridades lograran detener a un presunto culpable y a ellas las liberaran. El resto de los criminales se dio a la fuga. 

'Cuando me subieron a la cajuela, mi familia estaba viva', el relato de una sobreviviente a la matanza en Reynosa - Tamaulipas-576x1024
Alfredo tenía 30 años y fue asesinado en Reynosa, Tamaulipas. Foto: Especial

Los asesinados eran inocentes

Verónica se enteró de que su familia había sido asesinada cuando estaba rindiendo su declaración en las oficinas de la Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas. Su esposo, Alan, fue quien le explicó por teléfono todo lo que había sucedido en Reynosa.

Para Alan es importante resaltar que las víctimas no formaban parte del crimen organizado. Gerónimo, el padre de Verónica, era un señor de 63 años que toda su vida había trabajado como conductor de un tráiler. La señora Alicia de 60 años era conocida en su colonia por vender productos por catálogo. Alfredo, de 30 años, se dedicaba a hacer tatuajes. Un joven enfermero, un taxista, albañiles y trabajadores de empresas maquiladoras asentadas en Reynosa son las otras personas que se vieron afectadas hace cuatro días. 

“Si a esto no le llamamos terrorismo, no sé cómo le podemos llamar”, señala Alan. “Lo que pasó se parece a las personas que truenan bombas en los supermercados de Estados Unidos”.

Te podría interesar: Matanza en Reynosa: La FGR toma la indagatoria y sube a 19 las víctimas

Según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), con corte a marzo del 2021, en la ciudad de Reynosa el 65% de la población mayor de 18 años ha presenciado ataques armados. Además, el 47% de este sector no tiene muchas expectativas de que la situación de seguridad mejore en el futuro.

A pesar de estas cifras, Verónica y Alan aseguran que nunca habían conocido un caso como el del 19 de junio, cuando los delincuentes dispararon a quemarropa a personas civiles que no tuvieron cómo defenderse. El ataque se dio a escasos metros de la Octava Zona Militar, pero el apoyo del Ejército no se hizo visible aquella tarde.

'Cuando me subieron a la cajuela, mi familia estaba viva', el relato de una sobreviviente a la matanza en Reynosa - Matanza-en-Reynosa-1024x768
Los familiares de Verónica fueron enterrados hasta dos días después de los hechos. Foto: Especial

“Somos una ciudadanía huérfana, estamos abandonados en Reynosa”, lamenta Alan, quien también asegura que desde hace cuatro días, los familiares de las víctimas no han recibido ningún tipo de atención por parte de las autoridades.

Verónica coincide al señalar que luego de enterrar a sus familiares hace dos días, ella misma tuvo que acercarse al ministerio público para que no haya un carpetazo en la investigación

“Nosotros nos estamos acercando porque ese día (el sábado) declaré y después de eso no se acercaron, yo fui a buscarlos porque esto no se va a quedar así, le deben dar seguimiento al caso”, insiste Verónica.

Los apellidos de todas las personas mencionadas en esta historia fueron reservados por su seguridad

Síguenos en

Google News
Flipboard