Una pintura de París de Vincent van Gogh se presentará por primera vez en público
Un detalle de Scène de rue à Montmartre, que se espera que alcance entre 5 y 8 millones de euros cuando salga a la venta en marzo. Fotografía: WestImage - Art Digital Studio / Sotheby's

Un importante trabajo de Vincent Van Gogh que pertenece a la colección privada de la misma familia francesa desde hace más de un siglo se presentará por primera vez al público desde que se pintó en la primavera de 1887.

La Escena del Camino a Montmartre es parte de una serie muy rara que presenta el famoso Moulin de la Galette, en la cima de una colina que domina la vista de la capital y que se pintó durante los dos años que el artista holandés compartió un departamento con su hermano Theo en la calle Lepic.

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Un coleccionista francés la compró en 1920 y ha permanecido en la misma familia y nunca se ha presentado al público a pesar de que se encuentra en la lista de siete catálogos. Se exhibirá en Londres, Amsterdam y París antes de venderse en Sotheby’s en marzo. Se espera que su venta se haga por un precio de entre 5 y 8 millones de euros.

“Muy pocas pinturas de Van Gogh del periodo de Montmartre permanecen en manos privadas, la mayoría están en colecciones prestigiosas de todo el mundo”, dice Aurélie Vandevoorde del subastadora del departamento de arte impresionista y moderno de Francia. “La aparición en el mercado de una pintura de este calibre, de una serie tan icónica, es sin duda un evento de gran importancia”.

Claudia Mercier de la casa de subastas Mirabaud Mercier, que está asociada con la venta, dice que el trabajo es “cautivador”.

La pintura muestra el Moulin Dubray o Moulin à Poivre, un molino de viento de Montmartre destruído en 1911, junto con la entrada de Moulin de la Galette que está adornada con guirnaldas decorativas, y un carrusel detrás de la reja de madera.

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Montmartre, conocido también como La Butte, se transformó rápidamente en ese tiempo de pueblo rural a un distrito de diversiones de gran desparpajo. Era popular con los parisinos por sus cafés y  también con una generación de artistas, intelectuales y escritores por su atmósfera bohemia.

Los dos años de Van Gogh en París de 1886 a febrero de 1888, antes de partir a Arles, son considerados fundamentales para el desarrollo de su estilo único ya que estuvo expuesto a la influencia de impresionistas como Monet y Pissarro pero también a una generación de artistas más jóvenes incluyendo a Paul Signac, Émile Bernard y Henri de Toulouse-Lautrec.

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