Bill Clinton: ‘Siempre quise ser escritor pero dudaba de mi capacidad para serlo’

El libro que estoy leyendo

The End of Everything de Kaie Mack. La física teórica explica los cinco probables finales de nuestro universo en expansión, afortunadamente falta una cantidad de tiempo inimaginable. Es ingenioso, claro y optimista. Es una buena compañía para Until the End of Time de Brian Greene. También estoy leyendo Minds Wide Shut de Gary Saul Morson y Morton O Schapiro, un estudio arrasador sobre el surgimiento de la certidumbre rígida en la política, la economía y la literatura, y la amenaza que representa para la democracia, que requiere de apertura de mente y compromiso.

El libro que cambió mi vida

The Denial of Death de Ernest Becker. Me hizo reconsiderar las raíces de nuestros miedos más profundos e inseguridades, y por qué con frecuencia nos decepcionamos por la forma en la que los manifestamos.

El libro que me habría gustado escribir

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez. Todavía creo que es la más grande novela escrita desde la muerte de William Faulkner.

El libro que más ha influído en mi escritura

Siempre quise ser escritor pero dudaba de mi capacidad para serlo. Desde mi último año en la universidad hasta mi primer año en la escuela de leyes, leí cinco libros que me hicieron pensar que valía la pena intentarlo: North Toward Home de Willie Morris, The Confessions of Nat Turner de William Styron, You Can’t Go Home Again de Thomas Wolfe, The Fire Next TIme de James Baldwin y I Know Why the Caged BIrd Sings de Maya Angelou.

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El libro que me cambió la mente

Es una gran pregunta. Creo que Isabel Wilkerson con Caste y Adam Grant con Think Again me obligaron a reconsiderar lo arraigadas y poco examinadas que están las preconcepciones, no solo en relación a la raza, género, clase y religión, sino en una serie de categorías que nos llevan a ver a otros como inferiores, menos valiosos de ser vistos o escuchados. Me gusta más la forma de reconciliación restaurativa  e inclusión de Nelson Mandela. 

El último libro que me hizo llorar

Sooley de John Grisham. Léelo, te van a dar ganas de llorar también.

El último libro que te hizo reir

El último libro de Janet Evanovich. Stephanie Plum siempre me hace reír.

El libro que me avergüenza no haber leído

Ulysses. Amo la poesía irlandesa, la prosa y la ficción. Me encanta Joyce. Pero no puedo y me rindo antes de avanzar. Seguré intentando.

Los libros que doy de regalo

Meditaciones de Marco Aurelio. The Cure at Troy de Seamus Heaney y The Social Conquest of Earth de EO Wilson. En diferentes formas cada uno está lleno de sabiduría.

El libro por el que me gustaría que me recordaran

Hasta ahora My Life, por las razones que Larry McMurty expresó en su reseña. Es la historia de mi vida y de mis tiempos. Una relación de lo que significa ser presidente cuando pasan tantas cosas al mismo tiempo, con explicaciones más completas de eventos como Black Hawk Down, que no ves en otras partes y un testamento de lo que creo y por qué.

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Mi lectura de confort

Busco confort en thrillers con personajes interesantes y buenas historias. Me gustó mucho While Justice Sleeps de Stacey Abrams y todos los libros Gamache de Louise Penny, los VI libros Warshawski de Sara Paretsky, los libros de Easy Rawlins de Walter Mosley, la serie de James Lee Burke de Dave Robicheaux. Me encanta Gabriel Allon de Daniel Silva y David Baldacci y Lee Child cada vez son mejores. Me encantan los libros de mi coautor James Patterson, especialmente aquellos con Michael Bennett y Alex Cross. Espero que nuestro nuevo libro The President ‘s Daughter, llegue a las listas de la gente. Me gustan los personajes y la historia.

El libro que creo menos valorado

Probablemente Grant de Ron Chernow. Presenta un caso irrefutable no solo de Grant como genio militar sino de su valor y determinación para asegurar que la Guerra Civil no fuera en vano. Con los últimos esfuerzos para desacreditar la elección de 2020, las medidas para aprobar la supresión de votos, y matar la comisión del 6 de enero, y la composición cambiante de la suprema corte, recordamos lo que Grant sabía: los riesgos de hacer más perfecta nuestra unión incluyen la posibilidad de que la reacción inevitable nos deje del todo sin democracia.

The President’s Daughter de Bill Clinton y James Patterson es de la editorial Century.