Desde hace más de 20 años, una cooperativa de pescadores en la comunidad de Isla Natividad, en Baja California Sur, México, trabaja en la adaptación y resiliencia frente a los impactos climáticos, como las tormentas tropicales, olas de calor marino, eventos de hipoxia y pérdida de bosques de algas en donde crecen las especies que les dan sustento y que han sufrido mortalidad masiva, como el abulón.