Día de Muertos. ¿Cuál es la leyenda de la flor de cempasúchil?
¿Conoces la leyenda de la flor de cempasúchil en el marco del Día de Muertos? Foto: Wikimedia Commons

Estamos a un par de semanas para que recibamos una de las máximas tradiciones de México. Hablamos del Día de Muertos, que año con año tiñe las calles de morado y naranja, así como de historias como la leyenda sobre el origen de la flor de cempasúchil.

La fiesta, declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco en 2008, cuenta con varios elementos simbólicos que abonan a la cosmogonía de este ritual.

Así como los Altares, crucifijos y la Calavera Garbancera, personaje de José Guadalupe Posada rebautizado como “La Catrina” por Diego Rivera, hay una flor que se podrá ver por todas las ciudades.

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La flor de cempasúchil es uno de los elementos icónicos en la tradición del Día de Muertos. Foto: Wikimedia Commons

La flor de cempasúchil es uno de los grandes protagonistas del Día de Muertos, ya que además de ser elemento decorativo en las ofrendas y demás instalaciones florares que se colocan en las ciudades y pueblos, también cuenta con una gran historia detrás de sí.

Una de las particularidades de estas plantas es que el principal momento en que florecen son estas fechas, por lo que desde la antigüedad se relaciona con la magia de la tradición y es referente como guía para nuestros difuntos.

Pero en algunas localidades esta flor es además un símbolo de amor, tal como lo muestra la historia de Xóchitl y Huitzilin, unos jóvenes que se conocen desde temprana edad y desarrollan un cariño sincero y mútuo.

El dios del Sol, Tonatiuh, siempre había complacido la relación de estos dos muchachos, quienes subían todas las tardes a lo alto de una montaña para ofrecerle flores y jurarse amor más allá de la muerte.

Sin embargo todo se complicó cuando el chico creció y cumplió la edad suficiente para ir a las Guerras Floridas (Xochiyáoyotl). Aunque Huitzilin demostró gran valor y destreza, perdió la vida.

Cuando Xochilt se enteró, sintió que su corazón se desgarraba de dolor. Dicen que fue a lo alto de la montaña a pedirle a Tonatiuh que le permitiera reunirse con su amado. Conmovido, el dios del Sol extendió uno de sus rayos y cuando tocó a la bella joven se convirtió en un capullo de flor.

Dentro de la tradición prehispánica se decía que los guerreros que morían en batalla regresaban a la vida en forma de colibrí. Huitzilin llegó a la Tierra y se dirigió hacia el capullo. Cuando se posó sobre la flor, Xochitl abrió sus pétalos en su máximo esplendor.

“Impregnada de este amor, es por eso que esta flor tiene la posibilidad de que a través del amor se pueda llamar a sus seres queridos e iluminar su camino“, narró la actriz Nelly López de Aquino.

Este y otros relatos antiguos los podrás conocer como parte de “Tlamanalli”, el nuevo evento de Cenas Literarias en la CDMX.

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