Las frases de Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

Fue el 6 de marzo de 1927 cuando Colombia vio nacer a uno de los mejores escritores del mundo: Gabriel García Márquez. El escritor, que falleció en abril de 2014, dejó un legado inigualable, entre el que destaca su libro Cien años de soledad, obra que le valió el Premio Nobel de Literatura en 1982.

Para celebrar la grandeza del escritor y su obra maestra, recordamos algunas de las frases más recordadas de este título que se ha convertido en un clásico de la literatura.

Esta obra se ha convertido en una de las más importantes de la literatura en castellano y prueba de ello es que se han vendido más de 30 millones de ejemplares y ha sido traducida a 35 idiomas, marcando a varias generaciones y convirtiéndose en una novela de referencia para millones de lectores en el mundo.

La historia de la familia Buendía es uno de los ejemplos clásicos del realismo mágico y es considerada como una obra maestra de la literatura latinoamericana, siendo uno de los trabajos más destacados en la vida de García Márquez, junto a Crónica de una Muerte Anunciada o El Amor en Tiempos de Cólera, por mencionar algunos.

Gabriel García Márquez es uno de los principales exponentes del Realismo Mágico, en donde hace uso de su excelso lenguaje con frases que se han quedado en la memoria de sus lectores, por lo que seleccionamos algunas de las mejores a propósito del cumpleaños del escritor colombiano.

• “Uno no se muere cuando debe, sino cuando puede”.
• “Terminó por perder todo contacto con la guerra. Lo que en otro tiempo fue una actividad real, una pasión irresistible de su juventud, se convirtió para él en una referencia remota: un vacío”.
• “La soledad le había seleccionado los recuerdos, y había incinerado los entorpecedores montones de basura nostálgica que la vida había acumulado en su corazón, y había purificado, magnificado y eternizado los otros, los más amargos”.
• “Ella encontró siempre la manera de rechazarlo porque aunque no conseguía quererlo, ya no podía vivir sin él”.
• “Se sintió olvidado, no con el olvido remediable del corazón, sino con otro olvido más cruel e irrevocable que él conocía muy bien, porque era el olvido de la muerte”.

• “La ciencia ha eliminado las distancias, pregonaba Melquíades. Dentro de poco, el hombre podrá ver lo que ocurre en cualquier lugar de la tierra, sin moverse de su casa”.
• “La guerra, que hasta entonces no había sido más que una palabra para designar una circunstancia vaga y remota, se concertó en una realidad dramática”.
• “Nadie debe conocer su sentido mientras no hayan cumplido cien años”.
• “El llanto más antiguo de la historia del hombre es el llanto de amor”.