Ana Montserrat: ‘No existen suficientes oportunidades para la danza y las artes escénicas en México’
La coreografía Afecto natural, de la compañía tapatía DanzaAM, ganó el primer lugar del Prix de la Danse Luisa Díaz y representará a México en Inglaterra en 2025.
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La coreografía Afecto natural, de la compañía tapatía DanzaAM, ganó el primer lugar del Prix de la Danse Luisa Díaz y representará a México en Inglaterra en 2025.
Afecto Natural, la más reciente creación de DanzaAM Compañía, dirigida por la coreógrafa Ana Montserrat Martínez Medina, ha conquistado al jurado del prestigioso Prix de la Danse Luisa Díaz, llevándose el primer lugar. Esta obra de danza clásica, que combina virtuosismo técnico con una profunda reflexión sobre la condición humana, ha marcado un hito en la carrera de la compañía, asegurando su pase a las finales del Global Dance Open 2025 en Inglaterra.
El éxito de Afecto Natural no solo destaca por su ejecución artística, sino también por su mensaje emocional y pedagógico. La obra es interpretada por jóvenes talentos nacionales como Yamile Méndez, Fernanda Tenorio, Arist Márquez, Ana de Anda, Carolina Torres, Arturo Alcalá, Catherine Cruz y Sofía Piceno. Estos bailarines han logrado conectar con el público a través de una coreografía exigente que invita a la introspección y al entendimiento de la conexión entre el cuerpo y el alma, todo ello en un contexto que respeta la integridad física y emocional de los artistas.
Montserrat Martínez Medina, quien también recibió el premio a la mejor coreografía del concurso, ha llevado a cabo una investigación coreográfica y pedagógica desde 2019, la cual ha sido fundamental para la creación de Afecto Natural. El proyecto se desarrolló bajo la convocatoria del Sistema de Apoyos a la Creación (SACPC) en 2023, dentro de la categoría de danza clásica, y se ha consolidado como una obra clave en el ámbito escénico mexicano.
Además del éxito de Afecto Natural, la compañía también fue reconocida por otras piezas como Bésame Mucho, con la interpretación de Saúl Alfaro, que obtuvo la medalla de oro en la categoría de clásico, y No me sé rendir, en la categoría contemporánea, con la bailarina Natalia Ávalos, que se alzó con la medalla de bronce.
En entrevista con La-Lista, Ana Montserrat Martínez Medina habló sobre el impacto de estos logros en su carrera, el proceso creativo detrás de Afecto Natural y los retos que enfrentan las artes escénicas en México.
¿Qué significa para ti haber ganado el primer lugar en el Prix Luis Díaz con Afecto Natural y qué impacto ha tenido en tu carrera?
La verdad es que era un premio que no esperábamos. Nuestro objetivo principal era foguear la coreografía y darle un impulso a todo el proceso de investigación que habíamos realizado. La emoción fue inmensa al ver que impactó al público, y una de las piezas ganó el premio a Mejor Coreografía. Este reconocimiento ha sido muy beneficioso para mi carrera, ya que confirma que el trabajo que estamos haciendo está dando buenos resultados.
¿Cómo surgió la inspiración para Afecto Natural y qué elementos claves de la coreografía crees que resonaron en el jurado y el público?
Afecto Natural es una investigación coreográfica y docente que inicié en 2019 como parte de mi tesis en el Instituto Nacional de Bellas Artes. El proyecto se basa en el refuerzo positivo y la motivación en los estudiantes de danza clásica. Lo que busco es formar bailarines estables, tanto física como emocionalmente, para que puedan entregarse plenamente al arte sin sufrir lesiones. Creo que lo que resonó en el público y el jurado fue esa conexión cuerpo-alma-espíritu que los bailarines lograron proyectar.
¿Cómo te estás preparando para el Global Dance Open 2025 en Inglaterra?
No es algo que esperábamos, pero estamos emocionados. Nos estamos enfocando en perfeccionar la coreografía para que sea impactante a nivel internacional. Queremos que la danza mexicana se vea representada en el escenario global, mostrando que estamos a la altura de otros países. Además, estamos trabajando para que el talento de nuestros bailarines brille y se reconozca fuera de México.
Desde tu perspectiva, ¿Qué tan difícil es destacar en las artes en México?
Es muy complicado, sobre todo porque no hay suficientes apoyos gubernamentales. Muchos de mis estudiantes son de escasos recursos y no tienen las mismas oportunidades. Para este concurso, los ocho bailarines que participaron cubrieron todos sus gastos de su propio bolsillo. Sin embargo, creo que la danza en México está evolucionando, y nuestra labor como coreógrafos es crear oportunidades y plataformas para que nuestros bailarines puedan brillar.
¿Podríamos decir que el éxito en las artes en México está más relacionado con el talento, la perseverancia, las conexiones, o una combinación de todos estos factores? ¿Qué peso le darías a cada uno dentro de tu trayectoria?
Yo le daría más peso a la parte emocional y mental. Creo firmemente que si el estudiante o bailarín está emocionalmente sano, su físico también lo estará. No hay necesidad de llegar a lesiones. La danza siempre debe llevarse al límite, es una carrera muy exigente, pero si no creamos jóvenes con una mentalidad y cuerpo fuertes, no podrán desenvolverse. Si no están emocionalmente bien, su físico no podrá seguir el ritmo. Como docentes y coreógrafos, debemos recordar que estamos tratando con seres humanos. Eso no nos resta autoridad, pero sí nos obliga a tener empatía y respeto.
Actualmente, ¿Cómo ves el panorama de la danza y las artes escénicas en México? ¿Crees que existen suficientes oportunidades para los creadores?
No, no creo que existan suficientes oportunidades. Somos los más castigados. Existen solo dos carreras en coreografía en México, y ambas están enfocadas a la danza contemporánea. No hay una carrera de coreografía en danza clásica ni en pedagogía de la danza. Es momento de evolucionar y de dejar los egos de lado. Cada uno de nosotros desde nuestra trinchera debe contribuir a avanzar. Estoy segura de que no viviré para ver el cambio, pero quiero dejar sembrada la semilla en mis estudiantes y en los bailarines que pasan por mis manos. Quiero que luchen por un legado que deje huella en la danza.
Para ir cerrando, ¿Qué consejo le darías a los jóvenes artistas que buscan triunfar en el ámbito de la danza y las artes?
Que respeten su proceso. Todos van a llegar a su meta, pero los procesos son distintos. Unos llegarán antes que otros, algunos más lejos, pero eso no te hace ni mejor ni peor bailarín. Lo importante es ser sensible, abierto, confiar en tus maestros y alejarse de la violencia dentro de las aulas. Hay que ser perseverantes, testarudos para llegar lejos. Ser empáticos con quienes te rodean, respetuosos y apasionados, eso es lo que te llevará lejos.
Por último, ¿Qué sigue para ti y para Danza después de este triunfo? ¿Tienes otros proyectos o colaboraciones en puerta?
Tenemos muchísimo trabajo. Afecto Natural se estrena el 27 de octubre en Guadalajara en el Teatro Alarife, y después arrancamos una gira nacional. Tenemos funciones programadas en varios lugares y repertorios distintos, desde El Lago de los Cisnes hasta nuestro repertorio de boleros. Los bailarines han sido llevados al límite este año, tanto en lo físico como en lo emocional. Para el próximo año ya tenemos nuevos proyectos y colaboraciones, incluso con escuelas en Miami y otros concursos. Queremos crear plataformas para que los bailarines en México tengan escenarios donde presentar su trabajo.