El futbol europeo reclama menos despilfarro en sueldos y fichajes

La frase de Javier Tebas, presidente de la Liga española, suena a humor negro, pero tiene una dosis de realidad fuerte en las finanzas del balompié actual: “el aumento de recursos que piden los equipos (que conformaron la Superliga) es para que los jugadores en vez de tener cinco Ferraris, ahora tengan seis”.

En el futbol europeo, la inflación de sueldos y fichajes ha alcanzado niveles estratosféricos y las finanzas de los clubes se han visto afectadas por la pandemia de Covid-19, por lo que demandan mayores ingresos para solventar sus gastos. De ahí la idea de Florentino Pérez, presidente del Real Madrid, para crear una competición con los 12 conjuntos de futbol más poderosos del mundo. El dinero fue el motor de la iniciativa.

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Sin embargo, directivos de clubes ‘modestos’ y especialistas advierten que el modelo del futbol como lo conocemos ahora debe cambiar hacia una justicia en la repartición de recursos, en vez de aumentar los ingresos a los poderosos.

Hacer un recuento histórico ayuda a comprender cómo cada vez se paga más por los jugadores. Por ejemplo, el traspaso de Zinedine Zidane de la Juventus al Real Madrid para temporada 2001-02 fue de 92.4 millones de dólares, según Transfermarkt, lo que estableció un récord en ese entonces. Después vino una explosión.

Cristiano Ronaldo le costó al club merengue 117.2 mdd (2009-10) para establecer un nuevo máximo, pero el pase de Neymar del Barcelona al Paris Saint Germain en 2017-18 rompió todos los parámetros al ser de 276.8 mdd, es el fichaje más costoso de la historia.

En cuanto a sueldos ha pasado un fenómeno similar. Zidane cobró como futbolista del Madrid 7.6 mdd al año hace dos décadas, mientras que Lionel Messi tiene un salario actual con el Barcelona de 165 mdd brutos por temporada. La Pulga, con ese ingreso, podría comprarse 290 Ferrari SF90 Spider valuados en 568,000 dólares.

La inversión en el crack argentino ha sido redituable, pero el club blaugrana entró en una crisis económica por su política de fichajes en la que desembolsó más de 1,000 millones de dólares en cinco años. Producto de esto, la masa salarial culé se disparó hasta 74% y el pasivo total se sitúa en 1,400 millones, de acuerdo con El País.

“Considerando la situación económica de la institución, es necesario emprender nuevas reformas estructurales en el futbol para garantizar la sostenibilidad financiera de los equipos“, enfatizó el cuadro catalán al momento de confirmar su intención de mantenerse en la Superliga.

Los equipos con menos fuerza económica respondieron contundentes: a los grandes no les falta dinero sino una mejor gestión y dejar de pagar sumas exorbitantes.

“En el mundo actual hay salarios desmedidos. La vía no es aumentar los ingresos de los de arriba. En vez de eso, hay que controlar un poco el gasto, porque la inflación que tenemos en el fútbol viene también por los clubes de arriba“, señaló el presidente del Real Betis de Sevilla, Ángel Haro.

Fernando Roig, mandamás del Villarreal, remató: “no se necesitan mayores ingresos, sino menos gastos. Está bien que un club pueda pagar cuatro o cinco veces más a un jugador, pero no que sea hasta 12 veces”.

Actualmente, los clubes gastan en sueldos un 70% de sus ingresos, de acuerdo con el especialista en negocios deportivo, Luis Ramón Carazo. Esto deja poco espacio para la operación, fichajes y otros gastos que puedan generar los equipos. Además, la ausencia del público por la pandemia mermó entre 20 y 30% las percepciones de las entidades futbolísticas.

El dinero que infló los precios

Sheikh Mansour es medio hermano del presidente de Emiratos Árabes Unidos y desde 2008 es dueño al Manchester City de la Premier League inglesa (además de otros equipos alrededor del mundo). Con una fortuna cercana a los 30,000 millones de dólares, ha gastado un promedio anual de casi 500 mdd en fichajes. Gracias a ese dinero, el club de los ‘Citizens’ es uno de los más competitivos del mundo y actualmente se encuentra en las semifinales de la presente Champions League.

Un caso similar vivió el Paris Saint Germain, club que adquirió Oryx Qatar Sports Investments que dirige el magnate qatarí, Nasser Al-Khelaïfi (patrimonio por 18,000 mdd). Desde su llegada al PSG, ha desembolsado más de 1,300 millones de dólares en contratar a figuras como Neymar, Kylian Mbappé, Keylor Navas y Ángel di María.

Sin embargo, no todo el dinero ha venido de medio oriente. La familia Glazer, de Estados Unidos, se hizo del Manchester United, el fondo estadounidense Elliot Management maneja al AC MIlan y Roman Abramovich (Rusia) adquirió al Chelsea.

Estos inversionistas no han escatimado en gastar cantidades multimillonarias para conformar equipos plagados de figuras. Ante tal panorama y para evitar que los clubes se endeuden, la UEFA creó el Fair Play Financiero, que implica que los clubes que participan en sus torneos no tengan cuentas pendientes y sólo gasten hasta 30 millones de euros más de lo que ingresan.

Esto no ha impedido que, por ejemplo, el PSG tenga el récord del traspaso más caro de la historia (Neymar, proveniente del Barcelona), lo que ha generado que cada vez más se eleven los montos de los fichajes.

Por ejemplo, el Borussia Dortmund tasó a su delantero Erling Haaland en 216 mdd, cuando está valuado en 137 mdd. El club alemán sabe que el City o el Paris Saint Germain pueden pagar ese precio.

La preocupación es notable en los dirigentes de las ligas porque los costos de los futbolistas se mantienen en ascenso. Hasta Javier Tebas, presidente del torneo español, señala que solo el Real Madrid podrá competir por ‘fichajes galácticos’ en caso de que los Citizens o el PSG no rompan el mercado.

“Ya puedo decir que no va a haber grandes fichajes galácticos, quizá alguna cosa, pero no podrán hacer grandes cosas. Lo más importante para que vuelvan esos fichajes es que PSG y Manchester City no hagan cosas raras con el Fair Play financiero”, señaló el dirigente ibérico.

No obstante, como publicó La-Lista el miércoles, los 12 clubes que intentaron crear la Superliga ganaron poder de negociar más dinero. Ayer trascendió que la UEFA dará mayor flexibilidad al Fair Play financiero, lo que significaría mayor gasto y deuda para los equipos europeos.

‘Necesario, un tope salarial‘

En las principales ligas de Estados Unidos, existe un tope salarial que cumple con dos funciones: un equilibrio competitivo entre las franquicias y evitar la inflación de sueldos. Gracias a este mecanismo, la NBA y NFL son de los mejores torneos deportivos en el mundo.

El futbol carece de este mecanismo. Sin embargo, expertos en el tema refieren que tarde o temprano se va a tener que dar.

“Hay que ver el contrato de Messi, Mbappé. Son sueldos muy elevados, pero que amortiguan un poco el merchandising y todo eso, porque sabes que van a vender camisetas y la gente va a ir los estadios. Yo veo que los clubes están saliendo tablas y los sueldos son estratosféricos”, señala el experto en marketing deportivo, Javier Balseca.

Entonces, “es indispensable que pase (un tope salarial). En Europa ya es increíble lo que se está pagando. ¿Qué le va a pasar al Barcelona cuando no esté Messi? Ya no va a tener el retorno de inversión que tenía y se verá qué pasa en dos años. Quizá lo pueda rebasar un Valencia, Sevilla o Atlético. Debe haber un tope salarial, porque por más accionistas que tengan van a decir: ‘ya no puedo más’. Van a vender jugadores, los derechos de transmisión seguirán siendo importantes, pero no les va a alcanzar“, añade.