Japón, sin ambiente olímpico a una semana de Tokio 2020
Cerca de 10 mil voluntarios de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 han renunciado. Foto: EFE/EPA/FRANCK ROBICHON

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 serán como una isla dentro de la isla anfitriona, Japón. En pleno estado de emergencia, el gobierno japonés anunció que las competiciones se realizarían sin público, algo inédito desde que empezaron las olimpiadas modernas, en el último lustro del siglo XIX.

Japón y México van a jugar futbol y lo voy a ver desde mi tele. No podré ver ni a los países que amo”, comenta el mexicano-japonés Marc Shimizu, desde su departamento de Tokio, donde vive. 

El estado de emergencia afecta a varias prefecturas. Solo se permite la asistencia a grandes eventos en el 50% de la capacidad del espacio o 5,000 personas, lo que sea menor. 

Cuando uno sale de su casa, no hay ningún sentimiento de olimpiadas, de: ‘Vamos a ver el estadio’”, dice Shimizu. Él apenas sale para ir a comprar, al gimnasio y, en los fines de semana, con su esposa, dan largos paseos por la capital. “Las reuniones en casa aquí no existen, máximo, son de cuatro personas porque los espacios son reducidos, y no hay ningún lugar recreativo donde vaya”, explica.

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Shimizu forma parte de la tercera generación de la familia fundadora del Museo del Juguete, en la capital mexicana, donde viven sus hermanos y padres, pero desde que inició la pandemia y el primer encierro en Japón, en abril de 2020, no ha podido ir a verlos

Ahora ya van por el cuarto, menos restrictivo que los anteriores, pero como vive en la ciudad más poblada de Japón y del mundo, ahí es donde hay más limitaciones. Entró en vigor el 12 julio y el gobierno lo extendió hasta el 22 de agosto, para que abarcara los días olímpicos (del 23 de julio al 8 de agosto), así como las vacaciones de verano y la fiesta japonesa de los espíritus, Obon.

El gobierno pidió a los ciudadanos que se abstuvieran de viajar si no era necesario y que trabajaran desde casa. “Japón es muy tradicional. Hay empresas que no creen en el trabajo remoto. Entonces, algunas siguen con gente en sus oficinas”, explica Shimizu, a pesar de que no es su caso. 

En áreas de alto riesgo, como en Tokio, los establecimientos que sirven comida tienen prohibido servir alcohol y tienen que cerrar a las 20:00 horas.

Sin boletos

Los Juegos Olímpicos tendrán lugar en 42 espacios distribuidos a lo largo del país. Solo las prefecturas de Miyagi, Fukushima y Shizuoka permitirán asistencia limitada con un máximo de 10,000 espectadores. Según la misma organización del evento, se preveía recaudar 800 millones de dólares por la venta de boletos.

Shimizu aplicó para el sorteo de boletos de unas 10 competiciones, entre ellas, futbol y atletismo. “Más o menos, el monto que debía pagar si me tocaban todos eran unos 15,000 dólares. Pero ni a mí ni a nadie que conozco nos tocó”, explica. “Por eso, ya había mucho descontento con los juegos desde antes de la pandemia”, añade. 

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Esta semana, la villa olímpica ya empezó a recibir a los primeros atletas. Más de 11,000 deportistas de 205 comités olímpicos nacionales y el equipo olímpico de refugiados competirán en los juegos. “Un 85% de los atletas y personal de la villa olímpica, y casi el 100% de los miembros y personal del Comité Olímpico Internacional (COI), están o vacunados o ya son inmunes”, aseguró el presidente del COI, Thomas Bach, esta semana, en su visita a Japón.

Pero todas estas medidas no dejan tranquilos a todos los japoneses. El descontento con los juegos se ha ido reduciendo a medida que se acerca la fecha de la inauguración aunque una encuesta  de finales de junio realizada por la televisión Fuji, citada por Bloomberg, encontró que el 30.5% de los encuestados consideraron que los juegos deberían cancelarse. A mediados de mayo, esa postura alcanzaba el 43% de los encuestados. Una semana antes, el porcentaje alcanzó 60% para la cancelación.

Descontento

Nuestros impuestos se van a dedicar a las olimpiadas, que debería ser un evento increíble, pero no va a ser así”, argumenta el mexicano-japonés, sobre por qué él también es de los que opina que Tokio 2020 no deberían celebrarse. 

El malestar se debe también a que ciudadanos temen que el evento deportivo se convierta en un foco de contagios, en un contexto en el que la variante Delta ya responde por 3 de cada 10 nuevos positivos y en el que la vacunación va lenta en comparación con otros países con economías desarrolladas. A 13 de julio, un 31% de la población había recibido por lo menos la primera dosis y en promedio diario, se confirman 13 casos nuevos y 18 muertes.

Según el plan de vacunación, en julio se completarán las inoculaciones para los mayores de 65 años y en octubre o noviembre, de toda la población. En la torre de oficinas donde trabaja Shimizu, en la Roppongi Hills, les ofrecieron vacunas a todos los empleados, aunque él declinó. “Podría decir que Japón está atrasado en avances médicos, no por falta de recursos sino porque somos precavidos”, explica.

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Bach aseguró esta semana, desde Japón, que la cancelación de los Juegos Olímpicos no es una opción aun si aumenta la ola de contagios en el país anfitrión. “Con la cancelación hubiéramos perdido a toda una generación de atletas”, dijo, reportado por The Japan Times.

Rommel Pacheco, el abanderado de la delegación mexicana, celebra que finalmente puedan estar en Tokio y disputar la medalla. Para el clavadista yucateco, son unos Juegos Olímpicos distintos adaptados a la nueva normalidad. “Sé que toda la gente de México nos va a estar viendo a través de la televisión y las redes sociales“, explica, en relación a cómo le va a afectar la presencia o no de público. “Así como vimos la Eurocopa y la Copa América, creo que este tipo de eventos, alegran el espíritu”, añade.

Los Juegos de Tokio se llamaron las Olimpiadas de la Reconstrucción porque querían que fuera la ocasión en la que el país nipón podría mostrar al mundo su recuperación 10 años después del trágico terremoto y tsunami. 

Pero esta semana, el presidente del COI encontró otro nombre para la ocasión. Considerando que más que juegos se convertirán en “videojuegos”, con una audiencia estimada de 5 mil millones de espectadores que podrán interactuar con tecnología 2.0, Bach prometió a los japoneses que los suyos serían los juegos “más seguidos” de la historia

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